Saturday, May 28, 2005

Harvard

Javier Treviño Cantú
El Norte
17 de febrero de 2005

Harvard viene a México. Su Presidente, Lawrence H. Summers, y un grupo de destacados profesores estarán en nuestro país invitados por la Asociación Mundial de Ex Alumnos de la Universidad. Van a participar en una serie de conferencias y mesas redondas el 1 y 2 de marzo en la Ciudad de México, y al día siguiente Summers vendrá a Monterrey.

Hay algo que hace especial a la Universidad más antigua de Estados Unidos. Fue fundada en 1636, y lleva el nombre de su primer benefactor, John Harvard. La capacidad para mantener los más elevados estándares académicos a lo largo del tiempo, así como el impacto de las investigaciones que realizan sus diversas escuelas y centros, la han convertido en algo más que una mera institución educativa: es una fuerza transformadora del mundo.

Después de iniciar con apenas nueve estudiantes, ha producido 40 Premios Nobel y entre sus egresados se cuentan siete Presidentes de EU, desde John Adams en 1797-1801 hasta el actual, George W. Bush, el primer mandatario del vecino país en estudiar una Maestría en Administración de Negocios. Hoy tiene casi 20 mil alumnos, 11 mil profesores -9 mil de los cuales pertenecen a su afamada Escuela de Medicina-, 270 mil ex alumnos, bibliotecas con más de 15 millones de volúmenes y un fondo que supera los 23 mil millones de dólares.

Algo que distingue a Harvard es que nunca se ha conformado nada más con mantener su reputación, prestigio e imagen como una de las mejores universidades del mundo. Esto se refleja en su búsqueda constante de la verdad. Ése es el lema de su escudo, "Veritas", y la tarea que se han impuesto sus profesores y alumnos es lograr que el conocimiento que se genera en sus aulas y centros tenga una utilidad práctica. En síntesis, que contribuya a superar retos concretos.

Esta Universidad es un lugar de contrastes. Tradición e innovación se unen para impulsar nuevas tendencias que luego son seguidas por otras instituciones. La excelencia académica se refuerza con el vigor de su pensamiento permanentemente joven. Ideas frescas, escepticismo constructivo y apertura a nuevos enfoques van más allá de de las paredes del Harvard Yard. Se podría decir que Harvard es una "marca" reconocida mundialmente, con atributos que se asocian con excelencia, innovación y también influencia global.

Desde que fue nombrado Presidente en 2001, Larry Summers ha fijado nuevas metas. Su objetivo es asegurar que todos los que se gradúen tengan la capacidad de comprender, dominar y aplicar los avances científicos y tecnológicos que están transformando al mundo. Summers, quien fuera Secretario del Tesoro durante la segunda administración del Presidente Bill Clinton, ha dicho que la "autoridad de las ideas", y no la "idea de la autoridad", es la regla suprema de Harvard.

En 1985 obtuve una beca Fulbright para estudiar una Maestría en Políticas Públicas en su Escuela de Gobierno John F. Kennedy. Fue una experiencia inigualable, que me permitió ver a México y al mundo desde una nueva perspectiva. Era un momento de gran efervescencia en la Universidad. En 1986, a la mitad del programa, se celebró su 350 Aniversario. Había un ambiente de fiesta en todas partes. Ese año, los Patriotas de Nueva Inglaterra llegaron al Super Bowl, los Medias Rojas de Boston jugaron la Serie Mundial y los Celtics ganaron el campeonato de la NBA.

Profesores de la talla de Tom Schelling, Richard Neustadt, Ernest May, Graham Allison y Joe Nye nos ayudaban a entender mejor un mundo a punto de cambiar profundamente. Al inicio del segundo periodo presidencial de Ronald Reagan, la revolución conservadora en Estados Unidos estaba en pleno apogeo. El mandatario estadounidense forzaba el fin de la Guerra Fría y se reunía con Gorbachov para buscar un acuerdo sobre control de armamentos. La atención de nuestros vecinos, y del resto del mundo, estaba puesta en el sorprendente testimonio del Coronel Oliver North sobre el escándalo Irán-Contras.

Los cambios que ocurrían en México también eran motivo de análisis desde Harvard. El terremoto de 1985 y su impacto en la capacidad de la sociedad civil para movilizarse. La tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena, que afectaría toda la relación bilateral entre nuestro país y Estados Unidos durante largo tiempo. El inicio de la integración a la economía global con la entrada al GATT en 1986. La ruptura al interior del PRI y el surgimiento del Frente Democrático Nacional, que luego se transformaría en el PRD, con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo al frente, anticipando el avance de la democracia.

En Harvard los estudiantes teníamos acceso a las investigaciones más avanzadas y las publicaciones más prestigiadas. Los grupos estaban formados por compañeros con experiencias muy diversas, desde militares egresados de West Point hasta ex Ministros de varios países de Asia o América Latina. Ahí se desarrollaban redes de contactos con gente de todo el mundo, que perduran hasta la fecha y que es otro de los elementos que hacen de Harvard una Universidad con alcance global.

Desde entonces, la relación de Harvard con México se ha venido fortaleciendo. En 1989, por ejemplo, se estableció la Fundación México en Harvard, una asociación civil dedicada a dar apoyo financiero a todos los estudiantes mexicanos de posgrado aceptados por la Universidad. En octubre del año pasado, Harvard y el Conacyt firmaron un acuerdo mediante el que se creó n programa de becas para mexicanos que estén realizando estudios de posgrado. La primera generación llegará a Cambridge en septiembre de este año, y se espera que cada año se pueda apoyar a entre 20 y 25 estudiantes.

La Escuela JFK de Gobierno de Harvard también ha sido una pieza muy importante para el desarrollo de nuevas iniciativas académicas de largo alcance en nuestro país. En particular, destaca su alianza con el Tecnológico de Monterrey para establecer programas con la nueva Escuela de Graduados en Administración Pública y Políticas Públicas, la EGAP. Profesionalizar la formación de los servidores públicos y promover mejores políticas para que México avance es una tarea prioritaria, y Harvard está contribuyendo a este propósito.

La visita a Monterrey de Larry Summers es una buena oportunidad para conocer qué planes tiene el Presidente de Harvard, y mejorar las relaciones de nuestro Estado con esta Universidad ejemplar.

1 comment:

Salvador A. Barragán Heredia said...

Estimado Javier; en estos momentos estoy publicando un paper sobre el caso del petróleo en EU y entre los textos mas serios de Harvard encontre tu articulo de Hardard, me hiciste remontarme a 1985, especialmente porque soy un fanático de los Celtics y viví la época gloriosa de Larry Bird, Kevin Mc-Hale y Robert Parish; pero más que eso, pude entender la epoca que viviste ahí, la ruptura de PRI, el terremoto y el inicio de una época diferente para México. Me parece, que si bien Hardard ha hecho mucho por el mundo, te puedo asegurar que Hardard se siente muy honrado de haber tenido un alumno que mostró el profundo amor que le guarda a su patria. Tu puño en este articulo me pareció extraordinario, te felicito enormente. Mis respetos !!!