Thursday, June 30, 2022

Semiconductores en la visita de AMLO a Biden

 

 

Semiconductores en la visita de AMLO a Biden


Javier Treviño

 

@javier_trevino

 

Hace unos días, el 20 de junio pasado, Graham Allison y Eric Schmidt escribieron un artículo editorial en el periódico Wall Street Journal https://on.wsj.com/3bETPQv sobe la manera en que la dependencia de los semiconductores pone en peligro la seguridad nacional estadounidense.

 

Allison, profesor de Harvard, y Schmidt, ex director ejecutivo de Google, argumentan que la Ley de Innovación y Competencia de Estados Unidos sería sólo el primer paso para prevenir el dominio chino. Relatan que Morris Chang, fundador de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC), concedió una rara entrevista en abril, en donde señaló que el debate actual del Congreso de Estados Unidos para proporcionar 50 mil millones de dólares en subsidios a las empresas estadounidenses de semiconductores, con la esperanza de que se conviertan en líderes de la industria, es "un ejercicio inútil muy costoso". 

 

Allison y Schmidt argumentan que si bien es poco probable que las empresas estadounidenses superen a TSMC, ése no es el punto. El verdadero tema es que la dependencia total de Taiwán en la producción de semiconductores avanzados pone en riesgo la seguridad nacional estadounidense. No perdamos de vista que TSMC fabrica el 92% de los semiconductores avanzados necesarios para cada teléfono inteligente, computadora portátil y misil balístico. Es increíble que importantes empresas estadounidenses como Nvidia, Qualcomm y Apple subcontraten casi toda su fabricación a Taiwán. 

 

Los autores nos advierten que si la capacidad de fabricación de chips de Taiwán se desconectara, o, peor aún, cayera en manos de China, prácticamente todo el sector tecnológico de Estados Unidos quedaría devastado. Y citan al ex subsecretario de Defensa, Robert Work, cuando señaló que el conflicto en el Estrecho de Taiwán podría desencadenar una crisis de seguridad nacional por los chips: “Estamos a 110 millas —la distancia entre Taipei y China— de pasar de dos generaciones adelante a quizás dos generaciones atrás”.

 

En el conflicto que Estados Unidos libra frente a China, Washington reconoce la necesidad de disuadir a Beijing de apoderarse de los chips que alimentan la electrónica estadounidense. Tienen que evitar que China capture el mercado de semiconductores con las mismas tácticas que usó para dominar los mercados de infraestructura de telecomunicaciones, paneles solares y vehículos eléctricos. 

 

El gobierno del presidente Biden propuso la iniciativa de Ley de Innovación y Competencia al Congreso. Pero los legisladores continúan discutiéndola y no la han aprobado. Por más que suene a una cifra estratosférica, los 50 mil millones de dólares serían sólo un tercio de lo que invierte el gobierno chino.

 

Allison y Schmidt relatan en su columna que, entre 1990 y 2020, China construyó 32 megafábricas de semiconductores, en comparación con las 24 megafábricas del resto del mundo. Las empresas estadounidenses no fabrican chips de última generación porque operar una planta de semiconductores en el este de Asia cuesta la mitad de lo que cuesta en Estados Unidos. Lo peor de todo es que China está en el camino de superar a Taiwán como el mayor fabricante mundial de chips a partir de 2025. China controla materias primas críticas, esenciales en la fabricación de semiconductores, que crean cuellos de botella en la cadena de suministro. China produce el 70% del silicio del mundo, el 80% del tungsteno y el 97% del galio.

 

El gran peligro de todo esto es claramente expuesto por Allison y Schmidt: “Si Beijing desarrolla ventajas duraderas en la cadena de suministro de semiconductores, generaría avances en tecnologías fundamentales que Estados Unidos no puede igualar”. 

Entonces, según los autores, se necesitan tres políticas para que Estados Unidos gane la competencia de los chips:

 

1.     Estados Unidos debería duplicar su fuerza en la fabricación de semiconductores menos avanzados. Los semiconductores avanzados son esenciales para los teléfonos inteligentes y las computadoras portátiles, pero representan sólo el 2% del mercado mundial de semiconductores. Empresas estadounidenses como Intel y GlobalFoundries se destacan en la producción de chips más lentos que se utilizan en todo, desde televisores hasta tanques. El gobierno de Biden puede apoyar a estas empresas acelerando los permisos para las fábricas y otorgando créditos fiscales para inversiones en investigación, desarrollo y fabricación.

 

2.     Estados Unidos debería utilizar su influencia política con los gobiernos de Taiwán y Corea del Sur para persuadir a TSMC y Samsung de que se asocien con diseñadores de chips estadounidenses y fabriquen semiconductores avanzados en Estados Unidos. 

 

3.     Estados Unidos debería estrechar los vínculos entre la investigación y desarrollo (I+D) y la fabricación. La mayoría de las innovaciones tecnológicas provienen de la interacción entre los dos. La Ley de Innovación y Competencia avanza a pasos agigantados al crear incentivos para la inversión tanto en I+D como en fabricación.

 

Ante este complejo escenario, México debería jugar un papel estratégico que apoye a la región de América del Norte. El presidente AMLO debería prepararse para llevar el tema y plantearlo en su visita a la Casa Blanca el 12 de julio.

 

Veamos cuatro ejemplos recientes que muestran algunos avances:

 

1.     Intel tiene un Centro de Diseño en Guadalajara donde realiza dos de los procesos más importantes para la fabricación de semiconductores, que son el diseño y la validación. Tienen 1,800 ingenieros. Intel está haciendo grandes esfuerzos para diversificar su cadena de suministro y hacerla más confiable. 

 

2.     De acuerdo con un estudio realizado por la consultoría KPMG, Nuevo León sería el destino favorito de los inversionistas de Taiwán para instalar una planta de semiconductores. Está interesado en invertir en México en el sector eléctrico, tecnología e innovación para ser proveedora de Norteamérica, y abastecer chips avanzados. Con la estrategia del “nearshoring” (relocalización de empresas) esto ha cobrado mayor interés. Y contamos con el gran instrumento del Tratado entre México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC).

 

3.     En marzo pasado, la empresa Vishay Intertechnology, fabricante de semiconductores y componentes para la industria automotriz, aeronáutica y telecomunicaciones, anunció que iniciará la construcción de una planta que producirá parte de chips automotrices en Gómez Palacio, Durango, con una inversión de alrededor de 45 millones de dólares y la generación prevista de 500 empleos en cinco años.

 

4.     El Banco Interamericano de Desarrollo publicó recientemente un estudio sobre “México y la cadena de valor de los semiconductores: Oportunidades de cara al nuevo escenario global”. Ahí se concluye que tal vez México no tiene todas las condiciones para competir en el eslabón conocido como “frontend” (la fase de fabricación), pero sí en otros en los que inclusive puede convertirse en todo un “polo”, como en el llamado “backend”, en el que los chips son testeados masivamente y empacados para su entrega.

 

Como parte de los acuerdos del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) con Estados Unidos, la secretaria de Economía de México, Tatiana Clouthier dijo que México se enfocaría en cinco de las seis etapas de producción de chips semiconductores (investigación, diseño, validación, ensamble y pruebas finales). La estrategia del gobierno de México es dar incentivos a la parte de innovación y capacitación para acelerar los procesos. Pero creo que podríamos ir más lejos.

 

El presidente AMLO podría comprometerse a que el gobierno de México pueda poner en marcha el programa más ambicioso para desarrollar talento que promueva el crecimiento de las actividades de diseño y ensamblaje de semiconductores. Podemos desarrollar el mejor talento en electrónica, computación, mecánica y matemáticas. Deberíamos entrenar a más de 10 mil ingenieros, actualizar sus programas de estudio, especializarlos en el diseño, programación, circuitos integrados, desarrollo de software. Poner en marcha un programa de estancias profesionales de ingenieros mexicanos en empresas estadounidenses. Ogtorgar becas para maestrías y doctorados.

 

La visita del presidente de México al presidente de Estados Unidos el próximo 12 de julio sería una magnífica oportunidad para demostrar que nuestro país es un aliado para enfrentar la amenaza a la seguridad nacional de los países de América del Norte.

 

https://www.sdpnoticias.com/opinion/semiconductores-en-la-visita-de-amlo-a-biden/

 

Tuesday, June 28, 2022

La lección de Mayra Flores para los políticos mexicanos

 

 

La lección de Mayra Flores para los políticos mexicanos


Javier Treviño

 

@javier_trevino

 

El 15 de junio pasado leí un tuit de Elon Musk https://bit.ly/39RcN65, que respondía a otro tuit de @TheTexanNews https://bit.ly/3A3E7bP : “Voté por Mayra Flores, la primera vez que voto por los Republicanos. Ola roja masiva en 2022”. Me llamó la atención. Luego el martes 21 de junio vi en uno de los canales de la televisión de Estados Unidos las imágenes de muchos Republicanos de la Cámara de Representantes que aplaudían con entusiasmo. La representante Republicana Mayra Flores de Texas se convirtió en la primera mujer nacida en México en prestar juramento como integrante del Congreso.

 

Flores fue elegida, el 14 de junio pasado, para ocupar el puesto del representante Demócrata Filemón Vela, quien renunció a su cargo en marzo para sumarse a un despacho de abogados. Mayra Flores ganó las elecciones especiales en el Distrito Congresional 34 de Texas, que tradicionalmente había sido un bastión Demócrata. La Republicana obtuvo el 51 por ciento de los votos, el Demócrata Dan Sánchez fue su competidor más cercano, con un 43 por ciento.

 

Igual que Elon Musk, la congresista electa Mayra Flores le envió un mensaje a Joe Biden: “¡El tsunami ROJO está aquí!”

 

Republicana, nacida en México, Flores fue electa en un distrito que cubre parte del Valle del Río Grande, una región que ha sido Demócrata durante los últimos 150 años, uno de los distritos más latinos del país, y donde los Demócratas habían ganado por cómodos márgenes siempre. Sin embargo, la configuración del distrito cambiará para las próximas elecciones en noviembre de 2022. Ella ocuparía este escaño hasta enero. En las elecciones de noviembre, Mayra Flores se enfrentará al actual representante Demócrata Vicente González de McAllen.

 

Mayra Flores es una inmigrante de 36 años y terapeuta de cuidados respiratorios que trabaja con ancianos. Emigró de Tamaulipas cuando tenía seis años. Está casada con un agente de la Patrulla Fronteriza. En sus propias palabras, ella es “Pro-Vida, Pro-Segunda Enmienda y Pro-Cumplimiento de la Ley”. Es difícil imaginar una cara más perfecta para el futuro del partido Republicano: una trabajadora mexicoamericana que le dice a los ciudadanos que todo lo que los Demócratas piensan y dicen sobre la gente del sur de Texas está fuera de lugar y es incorrecto. Sus puntos de vista sobre la religión, el aborto y la seguridad fronteriza están más en línea con lo que sostiente el Partido Republicano. 

 

Flores es parte de un movimiento más grande de latinas Republicanas del sur de Texas.

¿Esto augura un cambio de los votantes hispanos? ¿Realmente estamos viendo un terremoto político en el sur de Texas? ¿Podemos presagiar un cambio importante en el panorama político estadounidense? Los políticos del partido Demócrata dicen que este resultado electoral no es, para nada, un indicador de una tendencia. 

 

La verdadera pregunta, entonces, es: ¿Por qué el partido Republicano puso tanto esfuerzo en asegurar la victoria de Flores? Porque, para ellos, es bueno que los Republicanos demuestren que pueden ganar escaños en distritos como éste, con un 85 por ciento de población latina. Su campaña fue una brillante estrategia de marketing de los Republicanos. Les ayuda a recaudar más fondos, movilizar a la opinión pública. La nueva narrativa es que el voto latino está cambiando rápidamente. 

 

Según una encuesta de enero de Gallup, el 52 por ciento de los latinos se identifican como independientes, lo que representa un 10 por ciento más que la proporción de independientes entre la población estadounidense en general. 

 

El mensaje de Flores se centró principalmente en las dificultades económicas, la familia y las oportunidades. En un volante titulado “Mayra Flores restaurará el sueño americano”, promete detener el gasto descontrolado para terminar con la inflación, asegurar la frontera y ampliar --no limitar-- el acceso a la atención médica. También prometió volver a encarrilar la economía, detener la inflación y mantener más dinero en el bolsillo. Su mensaje es claro: “Nosotros” se refiere a las familias de clase trabajadora en apuros que crecieron con valores socialmente conservadores. “Ellos” son todos los demás.

 

Eso es justamente lo que los votantes de ese distrito querían oír: una voz que les hablara sobre las dificultades económicas y al mismo tiempo invocara un tipo de política de identidad que les permitiera sentirse parte de una comunidad. Es un mensaje ganador con los votantes hispanos.

 

El partido Demócrata fracasó. Perdió una elección en donde era esperado que ganara. El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (Republicano de California), dijo que los Demócratas creían que tenían a estos votantes: “Siempre creyeron que tenían derecho a su voto de la misma manera que creyeron durante años que tenían derecho al voto blanco de la clase trabajadora, pero cuando dejas de hablarles a los votantes sobre las cosas que les importan, temas de la mesa de la cocina como la inflación, el crimen, el costo de la gasolina o los servicios públicos y la seguridad de la frontera: los pierden”.

 

La familia fue uno de los mensajes más poderosos de Flores. Apeló a un valor desgastado por mucho tiempo en el sur de Texas. Hablaba regularmente sobre ser la esposa de un agente de la Patrulla Fronteriza y mostraba a otros miembros de su familia, incluso un comercial de televisión lo dedicó exclusivamente a su padre. Después de jurar como Congresista, el martes pasado Flores tuiteó: "Mi primer día en el cargo y seguro que es memorable. De esto están hechos los sueños: fe, familia y trabajo duro".

 

Es cierto que la estadía de Flores en el Capitolio podría ser breve: se presentará a las elecciones para un mandato completo en noviembre contra el representante demócrata Vicente González, quien se mudará del distrito 15 del Congreso al distrito 34 rediseñado. Una geografía que es considerablemente más amigable para los Demócratas.

 

Sin embargo, algo está pasando en el sur de Texas. Mientras que Obama ganó aquí por un 22%, hace sólo 10 años, Biden lo ganó por sólo un 4%. Aunque dicen los analistas que Biden habría ganado la nueva versión del distrito 34 por aproximadamente 16 puntos. En fin, son las matemáticas de los expertos electorales.

 

La victoria de Mayra Flores puede ser parte de una tendencia más amplia en los estados con una alta población hispana donde los Republicanos están ganando contiendas locales. El año pasado, el partido Republicano ganó dos contiendas por las alcaldías mayoritariamente hispanas en Texas. Javier Villalobos derrotó a un candidato respaldado por los Demócratas en la ciudad fronteriza de McAllen, mientras que Mattie Parker superó a un Demócrata en Fort Worth que contaba con el respaldo de Beto O'Rourke y Julián Castro, quienes se postularon para presidente de Estados Unidos en 2020.

 

Cuando Mayra Flores se enfrente a Vicente González en noviembre, las líneas recién trazadas del distrito 34 favorecerán a los Demócratas. Pero ella dijo que no se dejará intimidar por ese desafío. La victoria de Flores es parte de una "ola roja" que se extiende por la región del sur de Texas, mayoritariamente hispana, que durante décadas votó incondicionalmente por los Demócratas. Flores dijo que basó su campaña en “fuertes valores conservadores que se centraron en la fe, la familia y el trabajo duro”.

 

Más allá de lo que pueda ocurrir en la política estadounidense, las lecciones de este caso para la política electoral mexicana son evidentes: cuando no hay resultados de un gobierno federal y cuando un candidato se enfoca correctamente, puede construir una historia que está en sintonía con lo que quieren y esperan los electores. Cuando un candidato asigna los recursos inteligentemente para promover honesta y eficazamente su marca, su mensaje y la operación electoral, gana la elección aunque el partido dominante haya estado 6 ó 150 años en el poder.

 

https://www.sdpnoticias.com/opinion/la-leccion-de-mayra-flores-para-los-politicos-mexicanos/

Sunday, June 26, 2022

La crisis del agua en Nuevo León

 

 

La crisis del agua en Nuevo León


Javier Treviño

 

@javier_trevino

 

La revista británica The Economist ubicó a Monterrey como la mejor ciudad para vivir en México y una de las mejores de América Latina. Según el Índice Global de Habitabilidad 2022, Monterrey fue la única mexicana en obtener una calificación de 60 de 100 puntos y se ubicó en el lugar 11 de América Latina. De acuerdo con la encuesta, realizada entre el 14 de febrero y 13 de marzo pasados en 172 ciudades, Monterrey fue reconocida por su estabilidad, oferta cultural y de entretenimiento, infraestructura y la flexibilización de las restricciones de Covid-19. Sin embargo, sus retos fueron la movilidad y la seguridad.

 

Cuatro meses después, no hay agua en Monterrey, ni en Nuevo León. Es difícil vivir así. El crecimiento de la población, la expansión económica y el cambio climático están aumentando las presiones sobre el suministro limitado de agua.

 

En algún momento lloverá. Y ojalá que la cola de un huracán se acerque a nuestras montañas y llene todas las presas. Pero eso no resolverá el problema. Se necesita un enfoque integral para ayudar al gobierno a desarrollar una estrategia eficaz para la seguridad hídrica a largo plazo. Necesitamos mejorar la gestión del agua, crear una red de profesionales y expertos, y recibir la mejor asistencia técnica.

 

El área metropolitana de Monterrey alberga un número creciente de la población del estado. Las estimaciones actuales muestran que el futuro de Nuevo León será cada vez más urbano. La demanda de agua crece día a día. Se prevé un aumento, al menos del 50 por ciento, en la demanda de agua urbana en los próximos 30 años.

 

La necesidad de asegurar un suministro de agua inclusivo y sostenible para Nuevo León es bastante obvia. Si contamos con una fuente confiable de agua habrá crecimiento económico inclusivo, salud pública y estabilidad política. Si no tenemos agua, no hay viabilidad para Nuevo León.

 

¿Cuáles son las presiones que tenemos? a) rápido crecimiento de la población urbana; b) expansión económica; c) contaminación; d) prácticas subóptimas de la gestión del agua; e) cambio climático. Estas presiones nos exigen diseñar un futuro inteligente con el agua, cambiar la mentalidad, desmitificar la gestión del agua urbana y un compromiso para desarrollar soluciones concretas.

 

Debemos dejar a un lado la novatez, la ignoracia y la arrogancia. Nuevo León tiene que aprender de las historias de éxito y desafíos relacionados con el agua para generar avances con las mejores prácticas. Tiene que establecer conexiones con otras ciudades que sufren escasez de agua y compartir soluciones formando una plataforma para profesionales y expertos, así como para instituciones y líderes intelectuales mundiales. A Nuevo León le urge recibir asistencia técnica para diseñar e implementar nuevos enfoques de gestión del agua, avances tecnológicos y prácticas políticas.

 

Tenemos que pensar desde la reutilización de aguas residuales hasta la rehabilitación de acuíferos. Nuevo León necesita un cambio de paradigma de cómo se aplican las políticas, la tecnología y los sistemas de gestión para mejorar la sostenibilidad financiera, ecológica y la equidad social por la escasez de agua. Requerimos un pensamiento no convencional que se aventure más allá de los enfoques tradicionalmente estrechos y aislados. Debemos mirar el desafío de hoy a través de una lente creativa y colaborativa para fomentar las innovaciones en las prácticas de asignación y gestión del agua.

 

La crisis climática no va a desaparecer y amenaza la seguridad hídrica en muchas ciudades del mundo. El aumento de las temperaturas interrumpe los ciclos del agua, lo que lleva a sequías cada vez más frecuentes, intensas y duraderas. Se prevé que la población urbana que se enfrenta a la escasez de agua llegue a 2,370 millones en 2050.

 

La escasez de agua en Nuevo León hoy fue causada por la incompetencia gubernamental de muchos años, el uso insostenible de los recursos hídricos y la infraestructura inadecuada, así como por la falta de disponibilidad de agua. Hoy no se va a solucionar con “policías del agua”. 

 

Primero que todo, se requiere un plan de emergencia:

 

1.     Las miles de familias sin agua en el área metropolitana están muy enojadas, con razón, y desesperadas. Van a seguir saliendo a las calles. Es prioritario que el gobierno del estado se enfoque y se concentre en el problema del agua. Los miles de servidores públicos de todas las dependencias deben salir a la calle con un plan. Deben dividir el área metropolitana por zonas. Asignar un responsable en cada una de ellas y ubicar calle por calle, colonia por colonia, las viviendas que no reciben agua, ni siquiera en los limitados horarios establecidos por el gobierno. A esas familias hay que dotarlas de agua por medio de pipas. 

 

2.     El gobierno del estado tiene que reasignar el gasto para rentar, comprar, tomar prestadas o adquirir de alguna forma todas las pipas que sean necesarias. Es un programa de emergencia, debe ser bien ejecutado, con rutas y horarios. Exige una buena supervisión con una extraordinaria coordinación intermunicipal. 

 

3.     Este programa debe permanecer cuando menos hasta el mes de agosto y esperar que las lluvias de septiembre sean abundantes, para que llenen las presas. Si no se implementa adecuadamente habrá caos en la ciudad, pleitos vecinales, bloqueos y manifestaciones. Serían inimaginables las consecuencias políticas para el gobernador y los alcaldes.

 

Además del plan de emergencia, se requiere una nueva gobernanza:

 

1.     Involucrar a todos los servidores públicos de los municipios y del estado, así como a las empresas privadas y la sociedad civil, en la evaluación de riesgos e impactos, así como en el desarrollo de estrategias para abordarlos. 

 

2.     Incluir a los actores involucrados en la gestión del suministro público de agua, el turismo y la recreación, los edificios y la infraestructura, las industrias que consumen mucha agua, los parques y el medio ambiente, el suministro de alimentos, la salud y el bienestar. Establecer mandatos claros para la agencia pública estatal encargada de la gestión del agua.

 

3.     Pensar en nuevas formas de financiamiento de la gestión eficaz del agua. Los fondos de agua son un mecanismo financiero y de gobernanza prometedor. Pueden ayudar a unir a los actores públicos, privados y de la sociedad civil para mejorar la seguridad hídrica, con un enfoque en soluciones basadas en la naturaleza y la gestión sostenible de cuencas hidrográficas.

 

4.     Establecer procesos para monitorear y responder a los riesgos cambiantes, basados en evidencia, con un monitoreo situacional activo. Trabajar con el gobierno federal y los estados vecinos. Tomar medidas drásticas contra la corrupción que afecta severamente los servicios de la ciudad relacionados con el agua, la infraestructura y los ingresos. 

 

5.     Identificar los riesgos e impactos de la sequía local. Recopilar mejores datos. Trabajar con socios de investigación, universidades, para identificar, medir y mapear los riesgos e impactos de la sequía, incluidos los costos totales esperados. Incluir los riesgos e impactos directos, indirectos y en cascada.

 

6.     Promover el uso inteligente del agua, no sólo en tiempos de sequía, sino a largo plazo, para reducir la presión sobre los sistemas de agua. Esto se puede lograr con campañas de información pública, medidores inteligentes, notificaciones personales, tableros públicos, informes diarios de consumo de agua que se publican en los medios masivos, promoción del agua reciclada. 

 

7.     Establecer tarifas de uso inteligente, donde los usuarios pagan diferentes montos de acuerdo a su nivel de consumo; a medida que aumenta el uso del agua, la tarifa cambia a un precio más alto. La clave es enviar señales de precios a los consumidores de agua para fomentar la conservación. 

 

8.     Invertir en ingeniería, mantenimiento activo, análisis de datos, reparación rápida y el uso de materiales resistentes para reducir el desperdicio de agua. Gestionar el uso del suelo y las fuentes de contaminación para proteger las cuencas hidrográficas y mejorar la calidad del agua, haciendo uso de soluciones basadas en la naturaleza.

 

9.     Mejorar la retención de agua y regular contra la explotación insostenible de aguas subterráneas. Incluir la recolección de agua de lluvia, que puede usarse localmente y conectarse con sistemas centralizados; recargar acuíferos administrados, que envían agua bajo tierra a través de pozos de inyección o estanques de infiltración; y reducir la evaporación de las reservas de agua dulce.

 

10.  Invertir en desalinización y purificación para usar agua de mar o agua salobre, junto con sensores para monitorear la calidad del agua de manera efectiva. Este proceso consume mucha energía y es costoso; pero hay que hacerlo.

 

https://www.sdpnoticias.com/opinion/la-crisis-del-agua-en-nuevo-leon/

Thursday, June 23, 2022

AMLO: Una bomba debajo de la “silla del águila”

 

 

AMLO: Una bomba debajo de la “silla del águila”


Javier Treviño

 

@javier_trevino

 

Kevin Kelly, uno de los fundadores de la revista Wired, dice que un buen futurista se enfoca en las tres fases del tiempo: pasado, presente, futuro. https://bit.ly/3ycF93Q Y que los mejores futuristas son historiadores que, con entusiasmo, estudian el pasado para ver el futuro. La mayor parte de lo que sucederá mañana ya está sucediendo hoy. Además, la mayoría de las cosas en el futuro no cambiarán, porque ya están aquí. 

 

Kelly señala que la segunda fase es estudiar el ahora. A menudo se dice que la mayoría de los futuristas realmente están prediciendo el presente. Aunque parezca paradójico, resulta que el presente es muy difícil de ver. Así que un buen futurista pasa mucho tiempo tratando de descifrar el presente y tratando de verlo a través de la máscara de los sesgos actuales. La mayor parte de la sabiduría convencional, dice Kelly, a veces está muy equivocada. Habría que ver el mundo como si fueras un extraterrestre de otro planeta. 

 

La tercera fase es mirar hacia adelante; dar rienda suelta a la imaginación y tratar de creer en cosas imposibles. Gran parte de lo que ocurre hoy hubiera parecido imposible para alguien hace un siglo. No hay que predecir el futuro sino ensayarlo. Tenemos que imaginar muchos escenarios diferentes que podrían suceder para que cuando el futuro realmente suceda, no nos sorprendamos.

 

Cuando el presidente AMLO llegue a Washington, a mediados de julio, se habrán cumplido ya dos años de la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, el TMEC. 

 

Si pensáramos el futuro, pasando por las tres fases que señala Keviy Kelly, podemos anticipar que el presidente AMLO, voluntaria o involuntariamente, dejará cuatro bombas debajo de la silla del águila de su sucesor(a), y que podrían estallar en el primer año de gobierno: 1. La revisión del TMEC. 2. La escasez de energía eléctrica. 3. La debilidad del crecimiento económico por la falta de inversión privada. 4. La inseguridad crónica y el fortalecimiento de las organizaciones criminales.

 

Veamos hoy el caso del TMEC. No se trata de hablar sólo de los logros. Más bien hay que poner atención a los retos de su implementación. Se va a requerir todo el apoyo público y político para cuando se revise el TMEC en 2025-2026. Y eso es obligatorio. No es opcional. Eso requerirá el diseño y despliegue de una estrategia de diplomacia pública para que se evalúe bien el acuerdo y para mantener informadas a todas las audiencias en los tres países.

 

El TMEC es vital para la reactivación de nuestra economía, para los negocios y para la creación de empleos bien remunerados. El exembajador de Estados Unidos en México, Earl Anthony Wayne, junto con Diego Marroquín Bitar publicaron hace unos días en la página del Woodrow Wilson Center un extraordinario análisis en donde se preguntan ¿cómo medir el éxito de América del Norte? https://bit.ly/3bdtubT

 

Wayne y Marroquín examinan los avances logrados en la implementación del TMEC en los últimos dos años y describen los criterios para continuar rastreando su éxito en los años venideros. Los grandes retos son la transformación digital, la fortaleza de las cadenas de suministro, la competitividad global en un ambiente de guerra y confrontación, cuestiones laborales y ambientales. 

 

El TMEC no podría dar resultados por sí solo. Regresaron al escenario de América del Norte las Cumbres de Líderes y el Diálogo Económico de Alto Nivel. Gracias al TMEC el comercio se recuperó a los niveles anteriores al inicio de la pandemia del Covid, con un aumento promedio del 6% en toda la región entre 2019 y 2021. Los autores del estudio dicen que, durante 2021, 75% de las importaciones canadienses y mexicanas provino de los Estados Unidos, lo que hace que ambos países sean los mayores mercados de exportación de Estados Unidos. México y Canadá son también los principales socios comerciales de Estados Unidos y representan más del doble del comercio de Estados Unidos con China.

 

Pero también se han iniciado más controversias en el marco del TMEC que con el TLCAN. Un área en la que debemos enfocarnos es el ámbito laboral, donde el nuevo Mecanismo de Respuesta Rápida del TMEC se ha acercado al tema de los derechos de negociación colectiva en México.

 

El estudio de Wayne y Marroquín señala que “hay muchos factores irritantes que abordar en las relaciones comerciales masivas que representan más de 2 millones de dólares por minuto en el comercio entre los tres países. Los temas polémicos se refieren a la alimentación y la agricultura, la energía, los minerales críticos y los automóviles”.

 

Los autores son muy claros: “Todavía no es evidente si los casos de resolución de disputas del TMEC resolverán los desacuerdos significativos sobre las reglas de origen en la industria automotriz o el acceso equitativo al mercado para productos lácteos, por ejemplo. Al abordar las preocupaciones sobre la política energética de México y el tratamiento de los inversionistas, hasta ahora Estados Unidos está alentando el diálogo privado sobre disputas específicas y políticas energéticas mexicanas ‘más ecológicas’, en lugar de iniciar quejas formales del TMEC”.

 

El tema laboral es más controvertido todavía. No son claros los resultados inmediatos de la democracia laboral y el aumento de salarios en México. Tampoco hay claridad en torno a los temas de biotecnología agrícola, comercio digital y cooperación regulatoria. Y peor todavía es la incertidumbre por la falta de reglas claras y la aplicación del estado de derecho.

 

Después de todo esto, Wayne y Marroquín se preguntan: “¿cómo debemos medir el éxito del TMEC? En un sistema post-Covid, los aumentos en los flujos comerciales no son suficientes para obtener un amplio apoyo para los acuerdos comerciales, y mucho menos para generar un crecimiento inclusivo y sostenible. La pandemia y la invasión de Ucrania subrayan la importancia de objetivos que van más allá de las balanzas comerciales, como desvincular las cadenas de suministro de países no democráticos como China y Rusia. La promoción del desarrollo de la fuerza laboral, el papel de las pequeñas y medianas empresas (PYMES), una mejor gestión de fronteras y la reducción de emisiones también serán criterios importantes a considerar”.

 

El acuerdo se revisará en 2025-26, durante el primer año del próximo(a) presidente(a) de México. El deterioro actual de la relación bilateral no puede seguir así. No ayudó el desaire del presidente AMLO al presidente Biden al no asistir a la Cumbre de las Américas. Tampoco ayuda la visión del jefe de estado mexicano sobre el caso de Julian Assange. Mucho menos ayuda la ineficacia del gobierno mexicano en la cooperación en materia de migración y la lucha contra las organizaciones criminales. Es necesario que el gobierno de la 4T reflexione sobre un principio fundamental: las decisiones que se toman hoy nos deben permitir tomar decisiones mañana.

 

La reactivación económica de México depende de la certeza en el comercio en América del Norte. Muchos quisiéramos ver una América del Norte más inclusiva, competitiva y sostenible. Debemos evitar que la revisión obligatoria del TMEC en el primer año del próximo(a) presidente(a) de México sea una bomba que estalle debajo de la silla del águila. 

 

Wayne y Marroquín proponen muy buenas métricas e indicadores en los que debemos pensar y ocuparnos:

 

Métricas de crecimiento:

 

¿Cuánto ha crecido el comercio y la inversión, incluido el comercio digital?

¿Cuántos empleos son atribuibles al TMEC?

¿Las PYMES están aprovechando el TMEC?

¿Han mejorado los procesos y la seguridad en la frontera para el comercio?

¿Se ha llevado a cabo una resolución exitosa de las disputas?

¿La cooperación regulatoria está promoviendo los objetivos del TMEC?

 

Indicadores de inclusión:

 

¿Qué logros específicos se han logrado en el sector laboral? 

¿Qué logros en medio ambiente?

¿Se incluyen más participantes no tradicionales de la sociedad civil y grupos vulnerables?

¿Hay más colaboración en el desarrollo de la fuerza laboral? 

¿Qué avances se han dado para ayudar a los trabajadores?

¿Están las autoridades federales adoptando enfoques de "todo el gobierno" e incluyendo a los actores sub-federales y a las muchas partes interesadas del TMEC?

 

Alcance público:

 

¿Existe una transparencia sustancial en la implementación del TMEC? 

¿Se está realizando un trabajo serio para educar al público sobre el papel clave del TMEC?

 

Los beneficios del comercio en América del Norte deben hacerse explícitos. Corremos el riesgo de que las cuestiones comerciales vuelvan a estar en el debate político en las próximas elecciones presidenciales de México y de Estados Unidos. Ello puede socavar los claros beneficios de la colaboración comercial de América del Norte.

 

https://www.sdpnoticias.com/opinion/amlo-una-bomba-debajo-de-la-silla-del-aguila/

 

 

 

 

Sunday, June 19, 2022

El mito de la autosuficiencia

 

 

El mito de la autosuficiencia


Javier Treviño

 

@javier_trevino

 

En su conferencia de prensa matutina del viernes pasado, el presidente AMLO dijo:

 

“Nosotros somos de la idea desde el principio, desde hace años, es algo que nos hace distintos a los neoliberales, es el sostener que debemos producir lo que consumimos. Los neoliberales dicen: ‘Eso no importa, en un mundo globalizado se puede comprar afuera lo que se necesita y al mejor precio’, de manera muy simplista, economicista, sin tomar en cuenta otros factores. Por eso estuvo mal que durante mucho tiempo se elevara a rango supremo la economía y que los países estuviesen manejados por tecnócratas, porque se elevó a rango supremo la economía y se subordinó todo lo demás. Entonces, como nosotros tenemos esa filosofía, dijimos: Vamos a buscar la autosuficiencia en energéticos. ¡Cuánto nos criticaron! Muchísimo”. 

 

Podemos estar de acuerdo, o no, con esta visión. La verdadera pregunta es, si a estas alturas del siglo XXI, ¿podemos en realidad buscar la autosuficiencia nacional? ¿Es posible? ¿Es deseable? Es claro que la propuesta del presidente AMLO es una reacción comprensible por su desprecio a la “rapaz” economía globalizada.

 

¿Queremos avanzar por el camino del aislacionismo y el nacionalismo extremo? ¿Deseamos hacer a un lado el derecho y las instituciones internacionales? Tal vez la pandemia enfermó algunas mentes con la fiebre de la insularidad. ¿Hay un sentido de urgencia por lograr una mayor autonomía? ¿Son los nuevos demonios las importaciones de combustibles y la agroindustria multinacional?

 

Siempre pensé que el entusiasmo por la autosuficiencia en algunos países se constreñía a los nacionalistas de derecha. Pero ahora veo que no es así, en el caso de México. Se quiere encontrar un antídoto contra el capitalismo global.

 

La verdad es que parecería que el llamado a la autosuficiencia es también un medio para consolidar el poder. Es un paso más en la narrativa “anti-extranjera”: proteger las tradiciones nacionales; controlar a las abusivas multinacionales.

 

Lo que a mi me queda claro es que el comercio internacional, cuando se lleva a cabo de manera justa, beneficia a todos. La autosuficiencia económica perjudicaría a la nación. Recuperar la “soberanía económica” es un “gancho al hígado” del PIB de un país. No podemos darnos ese lujo. El llamado a la autosuficiencia es un discurso exclusivo de las naciones poderosas, que sí pueden hacerlo. Es como decirle al mundo: “Yo no necesito a los demás” y “los demás no me necesitan”. Eso es una ilusión. Aspirar a eliminar nuestra dependencia de los demás es una forma de negar nuestra fragilidad. Es un mito romántico. Es una derivada del individualismo. Es lo contrario a la solidaridad. Es una política de exclusión.

 

La pandemia puso en evidencia nuestra interdependencia. No nos podemos esconder ahora detrás de nuestras fronteras. El supuesto atractivo de la búsqueda de la autosuficiencia nacional se basa en la premisa falsa de que la vida parroquiana, sin necesidad de los demás, es tanto posible como deseable. 

 

La globalización, como todas las cosas, ha tenido impactos positivos y negativos en las empresas y en la sociedad. La globalización ha permitido el aumento en el flujo de bienes, servicios, capital, personas e ideas a través de las fronteras de los países. Las economías nacionales están cada vez más conectadas entre sí.

 

¿Cuáles son las ventajas de la globalización? En primer lugar, el crecimiento económico. La globalización brinda a todas las naciones acceso a una fuente de mano de obra más amplia, acceso a puestos de trabajo, acceso a recursos.

 

Una de las principales razones por las que las naciones comercian es precisamente para obtener acceso a recursos que de otro modo no tendrían. Las naciones se especializan. La cooperación permite que las naciones se apoyen en gran medida en sus fortalezas económicas, sabiendo que pueden intercambiar productos por otros recursos. El comercio libre siempre beneficia a ambas partes.

 

Lo que tal vez convendría que nuestros líderes políticos entiendan muy bien es que para que exista una economía globalizada, las naciones deben estar dispuestas a dejar de lado sus diferencias y trabajar juntas. 

 

La globalización ha logrado también un aumento de la inversión transfronteriza. Y con eso se crean empleos y se mejora la calidad de vida de la gente. El país que recibe las inversiones extranjeras se beneficia. La inversión extranjera viene junto con mejores prácticas, tecnología, nuevos conocimientos, acceso a canales de distribución.

 

Es cierto que también hay desventajas de la globalización. Hay empresas individuales que pueden verse perjudicadas por la competencia global. Por eso, a veces los gobiernos quieren aplicar políticas diseñadas para proteger a las empresas o trabajadores nacionales de la competencia extranjera. El proteccionismo a menudo adopta la forma de aranceles, cuotas o barreras no arancelarias, como requisitos de calidad o saneamiento que dificultan que una nación o empresa competidora justifique hacer negocios en el país. Estos esfuerzos a menudo pueden ser perjudiciales para el desempeño económico general de ambas partes.

 

A veces, los discursos y las acciones de algunos integrantes del gobierno de la 4T, particularmente en el sector eléctrico, nos dirían que, aunque vivamos en una era de globalización, en México vivimos en una era de antiglobalización. Los responsables de la política energética de México viven una retórica de insatisfacción. Se preocupan por la inversión extranjera. Pero no se dan cuenta que con sus acciones amenazan también a la democracia.

 

Sin duda, la globalización ha aumentado la desigualdad. La pobreza sigue. Es cierto que impulsó un crecimiento desigual dentro de los países. Aumentó las migraciones. La globalización ha venido aparejada de los desafíos ambientales. Deforestación y pérdida de biodiversidad causada por la especialización económica y el desarrollo de infraestructura. Emisiones de gases de efecto invernadero y otras formas de contaminación provocadas por el aumento del transporte de mercancías.

 

Pero, más que hacer hoy un llamado a la autosuficiencia, en lugar de implementar políticas que mejoran la globalización, debemos estar dispuestos a prepararnos para enfrentar los desafíos y riesgos de la globalización. El beneficio potencial es enorme para México.

 

Durante los últimos 40 años, los críticos del neoliberalismo en el mundo lo han declarado muerto en muchas ocasiones. Pero lo que siempre escuchamos es una retórica llena de etiquetas y descalificaciones con poco fundamento. Parecería que los críticos del neoliberalismo en nuestro país creen que se llevó a cabo una liberación total de los mercados. Lo que no han entendido, tal vez, es que la economía mundial no se liberó a partir de la década de 1980 en el sentido de permitir la existencia de un espacio sin gobierno. Lo que ha ocurrido, en realidad, es que la economía se ha legalizado cada vez más y ha pasado de la supervisión arbitraria de los gobiernos a la supervisión de las leyes. Y eso fue una buena noticia. Los mercados no fueron liberados, más bien fueron encerrados en el contexto de las leyes y tratados.

 

Por ejemplo, los tratados bilaterales de protección recíproca de inversiones, diseñados para defender a los inversionistas extranjeros y permitir que las empresas demanden a los gobiernos nacionales, pasaron de 500 en 1990 a más de 3,000 en la actualidad. Hoy contamos con una gran cantidad de tratados bilaterales, multilaterales, leyes comerciales, tribunales de arbitraje y acuerdos. El texto original del tratado de la Organización Mundial de Comercio, en 1994, constaba de más de 30,000 páginas de acuerdos, anexos y decisiones jurídicas. 

 

En la realidad del mundo moderno no hay curas milagrosas económicas como la autosuficiencia. Para los críticos del neoliberalismo, puede tener sentido político atacar a los adversarios, las élites, los superricos, las empresas abusivas. No es en el ámbito de la retórica donde vive  o muere el neoliberalismo, sino en el conjunto de leyes e instituciones, reglas claras y certidumbre de un estado de derecho. 

 

https://www.sdpnoticias.com/opinion/el-mito-de-la-autosuficiencia/