Sunday, August 30, 2020

Pensamiento analítico vs. pensamiento político

 

Pensamiento analítico vs. pensamiento político

 

Javier Treviño Cantú

 


El jueves pasado El Economista publicó en su primera plana: “Caída histórica del PIB, en el II trim”. “El sector secundario fue el más afectado en el periodo con un retroceso de 25.7%; México, entre los que más cayeron de los países de la OCDE”. “Confinamiento a raíz del coronavirus y ausencia de una política económica contracíclica sólida influyeron en el resultado”. Y en páginas interiores: “Confirma INEGI derrumbe del PIB de 18.7%, el mayor en la historia” ( https://bit.ly/2Gahc4R ).

 

Esa fue la realidad. Pero el discurso que escuchamos en las conferencias matutinas del Presidente López Obrador, de esos días, fue otro. El Presidente es un hombre de hábitos y analogías. Veo con regularidad sus conferencias mañaneras. Su disciplina de mensaje es inmejorable. Repite siempre lo mismo. Durante sus giras recientes a los estados, el Presidente de la República ha comunicado un mensaje que trata de definir como “una historia de éxito” de su gobierno: la manera como enfrentó la crisis sanitaria y económica. 

 

Ya sea en CDMX, Coahuila o Nuevo León, López Obrador nos dice, desde su púlpito mañanero: “hemos optado por aplicar una estrategia nueva que nos está dando resultado, es una vacuna contra la crisis económica, una vacuna que vamos a patentar porque es nueva y nadie lo está haciendo en el mundo. ¿Qué se hacía antes cuando había una crisis económica? Se apoyaba siempre a los de arriba, a las grandes corporaciones, a los bancos y no permeaba, no bajaba, porque la riqueza, a diferencia de las pandemias, no es contagiosa. ¿Qué hicimos en México, en contra de la opinión de muchos? Decidimos apoyar abajo, en vez de arriba, empezamos apoyando abajo, de abajo hacia arriba, entregando de manera directa el apoyo a la gente. Siempre que se entregaba arriba se robaban el dinero. El ejemplo más ilustrativo fue lo que lo hicieron cuando el Fobaproa, fue una crisis y lo que hacen es convertir deudas privadas de unos cuantos de arriba en deuda pública. Bueno, pero si no hubiese esa corrupción, de todas maneras, para que baje ese apoyo, que se destina para mantener empresas y que no haya desempleo, para que baje lleva mucho tiempo; porque también, así como hay burocracias en el sector público, hay burocracia en el sector privado. Entonces, cuando se inyectan los recursos abajo, se fortalece el consumo popular. Por esta política de apoyar abajo que se hizo acompañar afortunadamente por el apoyo que envían nuestros paisanos a sus familiares, porque están creciendo las remesas como nunca. Han aumentado las remesas en 12 por ciento en relación con el año pasado; y este año, según mis cálculos, las remesas van a llegar a 40 mil millones de dólares, va a ser récord. Entonces, más apoyo del gobierno abajo, a la gente humilde, a la gente pobre, más remesas que llegan a 10 millones de familias. Esto permite que no haya crisis de consumo, que la gente tenga para adquirir, para consumir cuando menos lo indispensable”.

 

Esa es la historia que cuenta AMLO. Este caso lo pinta de cuerpo entero y nos ilustra lo difícil que puede ser establecer un canal de comunicación directo con él. ¿Por qué? Mientras que muchos de los que lo observan piensan analíticamente, el Presidente piensa políticamente.

 

El pensamiento analítico se fundamenta en la evidencia y no en las emociones. Nos hacemos preguntas. Vamos al detalle y a la metodología. Investigamos y organizamos las ideas con precisión y claridad. Descomponemos las partes de un problema para entender su estructura y cómo se interrelacionan. Identificamos lo relevante y lo superfluo. Formulamos hipótesis, replanteamos el problema, definimos alternativas, opciones, con sus ventajas y desventajas, recomendamos cursos de acción, prevemos caminos alternos en caso de que falle la recomendación. La reflexión y el planteamiento de nuevas estrategias permiten que se seleccione e implemente la decisión más adecuada. 

 

El pensamiento político es diferente. Hace algunos años leí el libro de Michael Freeden, The Political Theory of Political Thinking. Freeden (Londres, 1944) es un destacado teórico contemporáneo de las ideologías. Es investigador asociado del Departamento de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Londres y fue profesor de Ciencia Política en las Universidades de Nottingham y Oxford. En su libro hace la pregunta clave: ¿Qué es el pensamiento político? Y lo define:

 

1.     Afirma o aspira al ejercicio de la jurisdicción y el control sistémico superior total en los asuntos sociales; anula y limita las competencias de otras esferas y agentes sociales mediante la construcción de una identidad colectiva soberana simbólica. 

 

2.     Distribuye la relevancia clasificando los objetivos, demandas, procesos y estructuras sociales en orden de importancia o urgencia.

 

3.     Acepta, justifica, critica o rechaza las entidades colectivas, sus procedimientos y actividades.

 

4.     Articula arreglos conceptuales y argumentativos cooperativos, disidentes, competitivos o conflictivos para grupos.

 

5.     Determina políticas, construye y dirige planes colectivos y, de manera más ambiciosa, proyecta visiones colectivas.

 

6.     Se expresa y transmite a través de intensidades y habilidades de persuasión, retórica, emoción o amenaza que impregnan el habla y la escritura y, en parte, la comunicación no verbal; tan bien como a través del silencio deliberado. Tales intentos discursivos, argumentativos y expresivos de ejercer el poder permean las otras cinco esferas del pensamiento político:

 

a)     El autodefinido ejercicio incontestable de la toma de decisiones como triunfo y afirmación de la capacidad y derecho de excluir de consideración las reivindicaciones individuales y grupales, o subordinarlas a criterios que emanan de la esfera política; o la supresión controlada de dichos reclamos antes de su articulación.

 

b)     Una lista de prioridades que busca ser indiscutible y la eliminación de otras prioridades.

 

c)     La expresión, la obtención o la utilización del flujo de consentimiento, aquiescencia u oposición hacia sistemas, procesos, grupos y líderes políticos.

 

d)     La regulación, estipulación o dislocación de las relaciones sociales espaciales entre grupos.

 

e)     El intento de control sobre el tiempo social futuro.

 

Mientras que muchos de nosotros pensamos analíticamente, el Presidente de México piensa políticamente. Tal vez por eso se genera la frustración generalizada. La tarea de gobernar es tomar decisiones. Lo que el Presidente decide hacer y no hacer nos muestra, en gran medida, su estrategia. La calidad del pensamiento que está detrás de esas decisiones es lo que determina la calidad de la estrategia.

 

El Presidente está tan ocupado en prepararse para sus conferencias de prensa matutinas que tal vez no se ha puesto a examinar cómo piensa sobre las decisiones estratégicas para el país. Apenas enfrenta un problema o reto nuevo, inmediatamente nos cuenta una referencia histórica, infiere lecciones y trata de aplicarlas ante la situación. A eso se le llama razonar por analogía. Una analogía siempre es poderosa, pero también tiene defectos y conduce a cometer errores.

 

Tal vez, el Presidente se siente cómodo con las analogías porque así no tiene que entender cada aspecto del problema. Pone atención, y hace que “el pueblo” ponga atención, en sólo un aspecto del problema y usa las lecciones del pasado para aplicarlas a los problemas del presente.

 

El peligro es usar una analogía sobre la base de una smilitud superficial. Porque una vez que una analogía se incrusta en la mente del tomador de decisiones, y de su equipo cercano, es muy difícil desecharla. Peor aún si el tomador de decisiones está vinculado emocionalmente con la analogía, como lo es la del Fobaproa.

 

Adicionalmente este problema se refuerza con la tendencia del tomador de decisiones de buscar información que confirme lo que él piensa y a ignorar los datos contradictorios. Desde la perspectiva de las mañaneras, el Presidente siempre está en lo correcto. El riesgo que corremos es que su pensamiento político se convierta en pensamiento soberano.

 

 

*Javier Treviño Cantú es Director General de Políticas Públicas del Consejo Coordinador Empresarial.

 

@javier_trevino

 

Podcast: https://anchor.fm/javier-trevi361o


https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Pensamiento-analitico-vs.-pensamiento-politico-20200830-0010.html


Saturday, August 22, 2020

Gobierno en redes

 

Gobierno en redes

 

Javier Treviño Cantú

 

Dejemos en paz a las redes sociales por un momento. No voy a escribir sobre eso. Para convertir la idea de una “transformación” en realidad se requiere la colaboración de muchos jugadores. Es preciso identificarlos, convocarlos, coordinarlos, asegurarse de que el resultado de la colaboración genere valor público. Pero también se requiere pragmatismo, porque todo está interconectado. 

 

El problema es que algunos teóricos y radicales todavía piensan que el gobierno y los programas gubernamentales deberían funcionar de acuerdo con una visión pre-moderna, de organizaciones jerárquicas. Los servidores públicos de la 4T llegaron a su escritorio revisando organizaciones, estructuras, nóminas, procesos con fronteras, programas delimitados, mecanismos de control. La verdadera pregunta es cómo logramos que el gobierno sea lo suficientemente efectivo, eficaz y eficiente (e3) para lograr sus objetivos mientras que los servidores públicos rinden cuentas adecuadamente.

 

Todo esto viene a cuento porque después de la pandemia, con la “nueva normalidad”, tendremos que pensar de manera diferente. Los ciudadanos esperan la colaboración del gobierno, el sector privado y las organizaciones de la sociedad. Las acciones que se requieren frente al reto de la reactivación económica no pueden ser más que de dos sopas: o se establecen redes o se expanden los programas del gobierno.

 

Al Presidente de México le gusta mucho citar al Presidente Franklin D. Roosevelt. Pues el New Deal de Roosevelt expandió el alcance del gobierno, creando nuevas agencias y nuevas alianzas con los gobiernos estatales y locales. La reactivación económica requería de la colaboración del sector privado. Roosevelt promovió contratos con empresas privadas para que produjeran el material y equipo militar durante la segunda guerra mundial. Roosevelt canalizó fondos públicos a través de incentivos y financiamiento a la construcción privada. Todos leímos sobre los GOCOs que eran los “government-owned, contractor-operated facilities”. Las empresas eran los agentes indispensables de las políticas gubernamentales. El sistema de carreteras interestatales de los años cincuenta en Estados Unidos se logró porque el gobierno federal pagaba el 90 por ciento a los estados y los contratistas privados hacían el trabajo. 

 

Un gobierno en redes es la estrategia para que los servidores públicos se adapten con flexibilidad y tengan un buen desempeño en un mundo cambiante. Algunas redes conectan el gobierno con el sector privado y las organizaciones de la sociedad. Otras redes conectan las organizaciones del gobierno internamente. Otras redes conectan a los gobiernos con otros gobiernos y con organizaciones internacionales.

 

Con las redes se trata de construir puentes y no cavar trincheras entre el gobierno, el sector privado y las organizaciones de la sociedad. Se trata de eliminar, con pragmatismo, silos, fronteras y límites absurdos entre las organizaciones. 

 

Las redes son esfuerzos para adaptar a las organizaciones a través de alianzas prácticas, no ideológicas, para lograr objetivos públicos. No se trata de mantener todo el poder dentro de las estructuras burocráticas. El gobierno en redes busca lograr cruzar las fronteras políticas y organizacionales. Se enfoca en cómo resolver problemas, cómo ayudar, está en evolución constante. 

 

El gobierno en redes se adapta y, con flexibilidad, abre espacios para la colaboración política. No es una táctica simplista para resolver problemas. Es una estrategia para articular y orquestar. El liderazgo es fundamental para coordinar, enfocar, alinear y disciplinar el trabajo de la red. El gobierno en redes ayuda a cumplir objetivos públicos complejos. 

 

Todos los retos de hoy requieren activar, fortalecer y administrar las redes de los gobiernos federal, estatal y municipal con las organizaciones del sector privado y de la sociedad. El papel del gobierno no se reduce, sino se transforma. El problema es que el gobierno actual está diseñado para operar en silos y no en redes. Los integrantes de la cuarta transformación deben entender que en el mundo moderno no hay separación de poderes, lo que hay es una separación de instituciones que comparten poder.

 

¿Podrá la 4T pasar de un gobierno en silos a un gobierno en redes? Hace dos semanas describí aquí algunos ejemplos que ilustran la tremenda siolitis aguda que está padeciendo el gobierno federal ( https://bit.ly/3lhmc7M ). Sin embargo, hay destellos que podrían alimentar nuestra esperanza. Cuatro casos de estos días pueden fundar nuestro optimismo de que sí podría haber algún cambio y acercarnos al gobierno en redes.

 

El primero es la reforma al sistema de pensiones de los trabajadores del sector privado ( https://bit.ly/3aKaVrL ). La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Consejo Coordinador Empresarial y el Congreso del Trabajo acordaron una propuesta que se convertirá en iniciativa de ley. ¿Qué propone la reforma planteada? Tres cosas: lograr un ahorro adecuado; tener criterios de elegibilidad razonables; y contar con una garantía de ingresos en vejez por arriba de la línea de bienestar. Ahora la Cámara de Diputados y el Senado la discutirán y aprobarán en el siguiente período de sesiones.

 

El segundo es el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador de que el gobierno federal mantiene pláticas con el sector empresarial y presentará un proyecto de reactivación económica para enfrentar los estragos de la pandemia. “Se va a presentar un plan conjunto de infraestructura para impulsar la industria de la construcción, incluso se va a incluir el sector energético. Esto lo vamos a tener, yo espero que en 15 días. Se está hablando con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE)”, dijo AMLO.

 

El tercero es la reunión del Presidente con los Gobernadores. Desde diciembre que el titular del Ejecutivo no se reunía con los mandatarios estatales. El miércoles pasado, en el Centro de Convenciones de San Luis Potosí, luego de una serie de diferendos registrados desde abril por el manejo de la epidemia del coronavirus, López Obrador accedió a una reunión privada con los integrantes de la CONAGO. AMLO acudió con todos los integrantes de su gabinete legal y ampliado y se comprometió con los gobernadores en que continuará y mejorará la coordinación para la seguridad pública. Se alcanzó un consenso con la Secretaría de Salud federal para superar las diferencias con el subsecretario Hugo López-Gatell. El semáforo epidémico se orientará fundamentalmente a medir los riesgos como un referente indicativo, se transitará a una naturaleza orientadora con la participación de todos los estados. El presidente López Obrador instruyó al titular de Banobras para que apoye la reestructura de los créditos de las entidades que así lo requieran y se analizará la Ley de Coordinación Fiscal.

 

El cuarto caso, y mejor ilustración de gobierno en redes, es que México y Argentina producirán la vacuna contra el coronavirus, que desarrollan los investigadores de la Universidad de Oxford, y cuya distribución estará destinada a los países de América Latina. El laboratorio AstraZeneca llegó a un entendimiento con la Fundación Carlos Slim para producir 250 millones de vacunas destinadas a toda Latinoamérica que van a estar disponibles para el primer semestre del 2021, y que se irán distribuyendo equitativamente entre los países que así lo demanden y a solicitud de los gobiernos. La empresa mAbxience fabricará la sustancia activa de la potencial vacuna en Argentina y el laboratorio mexicano Liomont completará el proceso de formulación y acabado.

 

La era de la burocracia gubernamental jerárquica está llegando a su fin. Está surgiendo un nuevo modelo de gobierno en redes en donde los servidores públicos redefinen sus responsabilidades esenciales y pasan de administrar nóminas, organigramas y programas a coordinar los recursos de muchos jugadores para producir valor público.

 

Las nuevas tendencias mundiales son claras: hay un mayor uso de empresas y organizaciones no lucrativas para hacer parte del trabajo que antes hacía el gobierno. Los avances tecnológicos reducen los costos. Los procesos de creación de valor público se perfeccionan desde la perspectiva del ciudadano. La clave está en el liderazgo y una gestión eficaz de las redes.

 

*Javier Treviño Cantú es Director General de Políticas Públicas del Consejo Coordinador Empresarial.

 

@javier_trevino

 

Podcast: https://anchor.fm/javier-trevi361o


https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Gobierno-en-redes-20200823-0013.html


 

Sunday, August 16, 2020

Leyes cholutecas


 

Leyes cholutecas



Javier Treviño Cantú

 

Hace unos días, un amigo me envió un artículo de la edición abril-mayo de la revista BusinessWorld. El autor, Prakash Iyer, escribe que “el mundo está cambiando en formas que nunca imaginamos”. Y utiliza una foto y una metáfora fantástica del puente sobre el río Choluteca para ilustrar lo que nos puede pasar si no nos adaptamos a los tiempos cambiantes.

 

El autor indio nos pregunta: “¿Habían oído hablar del puente Choluteca? Yo tampoco, hasta hace poco tiempo”. Es un puente de 484 metros sobre el río Choluteca en Honduras. Todos sabemos que es un país que suele ser afectado gravemente por los huracanes. Iyer relata que cuando decidieron construir un nuevo puente sobre el río Choluteca, en 1996, querían asegurarse de que podía soportar las condiciones meteorológicas más extremas. “Una firma japonesa fue contratada para construir un puente sólido, diseñado para tolerar las poderosas fuerzas de la naturaleza. El nuevo puente Choluteca –una maravilla moderna de diseño e ingeniería– fue inaugurado en 1998”. Era el orgullo de Choluteca. Iyer continúa: “en octubre de ese año el huracán Mitch golpeó Honduras; 75 pulgadas de lluvia cayeron durante cuatro días, el equivalente al agua que reciben en seis meses. Hubo devastación por todas partes. El río Choluteca se desbordó e inundó toda la región; 7 mil personas perdieron sus vidas. Se cayeron todos los puentes de Honduras. Todos, excepto uno, el nuevo puente Choluteca. Sólo un problema: aunque la estructura permaneció intacta, las aproximaciones del puente a las carreteras fueron barridas por la tormenta. Eso no es todo. Las inundaciones hicieron al río Choluteca cambiar de rumbo. El río tomó un nuevo cauce y ahora fluye al lado del puente. No debajo del puente sino al lado. Así que, aunque el puente fue lo suficientemente fuerte para sobrevivir el huracán, quedó como un puente sobre ningún río. Un puente hacia la nada”. 

 

Esto sucedió hace 22 años. Pero la lección del puente Choluteca es relevante hoy, cuando leemos lo que pretenden hacer legisladores locales y federales que no se adaptan a los tiempos cambiantes. Quieren aprobar leyes cholutecas, muy bien hechas, con toda la técnica jurídica, pero que no resuelven los problemas.

 

Hace unos días, el Congreso de Oaxaca aprobó una iniciativa para prohibir la distribución, venta, donación, regalo y suministro de bebidas y alimentos procesados de alto nivel de calorías para niños y adolescentes. Después el Gobernador de Tabasco propuso lo mismo. Legisladores federales de Morena, PAN, PT y PRD impulsan la prohibición total de la venta de dulces, chocolates, botanas panes y refrescos a los menores de edad en todo el territorio nacional.

 

Pero, volviendo a Oaxaca, es sorprendente que la Diputada Magaly López Dominguez, quien promovió la prohibición, aclaró en las redes sociales que “es falso que su iniciativa se aplique a dulces regionales, panes, tejate, tlayudas, chicharrines, bolis, nieves o cualquier producto no empaquetado o industrializado sin importar su contendido calórico”. 

 

Lo que demuestra esta diputada es que el propósito de verdad no es salvaguardar la salud de los niños. Los morenistas construyeron una iniciativa, con “la ingeniería” de los mejores activistas, altos funcionarios y asesores de la Secretaría de Salud. Pero es un puente Choluteca, sobre ningún río, hacia la nada. No entienden que las prohibiciones no van a resolver problemas. Pero sí van a crear nuevos desafíos, más difíciles de atender. 

 

Estoy convencido de que México requiere contar con una política pública integral de salud, donde se promueva la actividad física, hábitos de vida saludable y se cuente con la información necesaria para la toma de decisiones. Se trata de un problema complejo. La solución, como en muchos otros retos, está en la educación. Necesitamos educar a la población para mantener una dieta correcta en la que haya un balance entre la ingesta y la quema de calorías. 

 

Calificar alimentos como buenos o malos, o recurrir a prohibiciones, no es la solución. Las políticas prohibitivas son ineficientes e insuficientes. Se requiere atacar el origen del problema, con educación, para promover hábitos de vida saludables. Además, este tipo de medidas afectan a los micro y pequeños productores que forman parte de las cadenas de valor que participan en la industria de alimentos y bebidas preenvasadas.

 

Tan solo en Oaxaca hay 58 mil tienditas, cuyos ingresos dependen en buena medida de los productos preenvasados. Éstas serán las más afectadas con la prohibición, que se aprobó sin escucharlas. Pero los diputados locales de Oaxaca sí escucharon al Subsecretario López Gatell que los inspiraba y alentaba. Llama la atención que no consideren que estamos en plena contingencia y el impacto económico de la pandemia es cada vez más desafiante. Antes de aprobar una medida restrictiva era indispensable considerar su impacto en la economía de las familias. No soluciona el problema de salud, pero si es un factor de riesgo para las tienditas de la esquina que viven al día.

 

Por otra parte, la iniciativa de ley propuesta incentiva el comercio informal e impactará a la cadena productiva de los alimentos artesanales preenvasados que han hecho un gran esfuerzo por profesionalizarse. Generará una competencia desleal, con las consecuentes afectaciones a miles de familias que laboran en el sector de producción, venta y distribución de estos productos.

 

Lo que se requiere es que los altos funcionarios de la Secretaría de Salud dejen a un lado su activismo y pongan en marcha una política pública de salud integral. Es necesario un diálogo del sector empresarial con el gobierno para atender los problemas de salud de la población, que busque soluciones integrales, basadas en evidencia y sin afectar las economías regionales y el sustento de millones de familias mexicanas que laboran en las cadenas de producción alimentarias y su comercialización.

 

Otro puente Choluteca paralelo, sin río por debajo, hacia la nada, es el nuevo etiquetado de alimentos y bebidas que entrará en vigor el 1 de octubre. No cumple con su objetivo. No proporciona información útil para la toma de decisiones ya que es engañoso y no ofrece la información necesaria para mantener una dieta correcta.

 

La industria de alimentos y bebidas ha dicho una y otra vez que están a favor de un etiquetado que informe, que contribuya a que los mexicanos mantengamos una dieta correcta, y que evite estigmatizar alimentos. El etiquetado aprobado no cumple con los objetivos de salud planteados ya que elimina información relevante para la toma de decisiones de los mexicanos. 

 

Las características de un etiquetado frontal que le sirva a los mexicanos debe reconocer el tamaño de la porción, incentivar la reformulación y respetar las marcas y los derechos de propiedad intelectual.

 

Prakash Iyer  concluye: “El mundo está cambiando en forma que nunca imaginamos. El puente Choluteca es una gran metáfora de lo que pueda pasar –a nuestras carreras, nuestros negocios, nuestras vidas– mientras el mundo que nos rodea se transforma. Adaptarse al cambio. O más nada”. 

 

El regocijo de los altos funcionarios de la Secretaría de Salud con estas iniciativas de prohibición puede ser acompañado con una imagen del puente Choluteca, colgada en las paredes de sus oficinas, para recordarles que destruir la industria de alimentos procesados no es una opción. Tienen que adaptarse al cambio, construir políticas públicas responsables, que generen valor público y no prohibiciones absurdas. Si no lo hacen, se van a quedar con muchos puentes cholutecas, magníficos, sobre nada, tendidos hacia ninguna parte.

 

*Javier Treviño Cantú es Director General de Políticas Públicas del Consejo Coordinador Empresarial.

 

@javier_trevino

 

Podcast: https://anchor.fm/javier-trevi361o

 

https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Leyes-cholutecas-20200816-0013.html

Saturday, August 08, 2020

Siloitis en la 4T

 Siloitis en la 4T

Javier Treviño Cantú

 

¿Quién no ha visto silos en el campo mexicano? Son los grandes contenedores con forma cilíndrica que se utilizan en la agricultura para almacenaje del grano. Estos silos están totalmente sellados y separados entre sí, por lo que no hay ningún tipo de contacto entre ellos.

 

Pues los eventos de la semana pasada ilustran que el gobierno de la 4T ha sido atacado por la pandemia de siloitis aguda. ¿Qué es la “siloitis”? Para que un gobierno avance, todos sus miembros deben trabajar de forma conjunta, colaborativa, con una buena relación y coordinación entre ellos. De lo contrario, aparece la “mentalidad de silo” que es uno de los mayores problemas que existen en las organizaciones. La siloitis es la incapacidad para trabajar eficientemente entre las unidades del gobierno.

 

Las áreas del gobierno de la 4T están formadas por servidores públicos agrupados en silos, debido a que hay un mínimo contacto entre ellos y no intuyen qué sucede más allá de sus tareas. La austeridad, el activismo y la incompetencia los alcanzó.

 

Los problemas no se resuelven ni en los bajos ni en los niveles medios. Se espera la solución desde lo alto del silo, es decir, desde el jefe, junto con una falta de confianza en los demás y una disminución de la productividad del conjunto. Un gobierno de silos es lento.

 

No debemos sorprendernos. Una de las principales prioridades de Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre de 2018 era la supuesta descentralización de la mayoría de las secretarías de Estado y dependencias federales “para promover el desarrollo en todo el territorio nacional”. Pero en realidad era una visión de gobierno en silos geográficos. 

 

Pero veamos 10 ejemplos de esta semana que nos ilustran algunos ángulos y peligros de siloitis:

 

1.     Los secretarios de Medio Ambiente y de Agricultura chocaron por la publicación de un anteproyecto de decreto presidencial sobre la eliminación gradual en México del herbicida glifosato. A través de las redes sociales, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que dirige Víctor Manuel Toledo, exige una disculpa pública a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, que encabeza Víctor Villalobos, por publicar el anteproyecto de decreto presidencial sin consultarlo con esa dependencia ni respetar los acuerdos tomados con el Ejecutivo.

 

2.     A través de las redes sociales, se dio a conocer un audio en el que se escucha a Víctor Manuel Toledo, titular de la Semarnat, arremeter en contra del gobierno de la 4T. “No tiene como tal un objetivo claro, está lleno de contradicciones y existe una lucha de poder al interior del gabinete”, se escucha decir a Toledo que los intereses de los integrantes del gabinete presidencial e, incluso, los del presidente, no van acorde con los seis ejes trazados por la Semarnat. Precisó que hay un conflicto entre Semarnat y Sader ya que la primera pretende llegar a la agroecología, mientras que la segunda busca los agronegocios. Expresó también que Alfonso Romo, Jefe de la Oficina del Presidente, ha adquirido poder dentro del gobierno de la 4T y bloquea todo lo que es de línea ambiental, ya sea en lo energético o en lo agroecología. Se quejó de la operación de la Secretaría de Gobernación para defender la inversión de una cervecera y de Romo por defender a una empresa minera.También declaró que el gobierno de López Obrador no está del lado de la Semarnat y aprovechará la crisis global que existe en favor del ambiente.

 

3.     El Congreso de Oaxaca hizo historia al aprobar la iniciativa para prohibir la venta de bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido calórico a los niños y niñas, una legislación que fue rechazada por empresas de comida procesada, pero celebrada por 73 organizaciones en pro de la salud y organismos internacionales como la FAO, ONU y UNICEF. Todo indica que la Secretaría de Salud, otro silo de activismo del gobierno de la 4T, alentó a los legisladores de Morena en Oaxaca para presentar y aprobar esta iniciativa. 

 

4.     El gobernador de Tabasco adelantó que la próxima semana presentará una iniciativa de reforma para prohibir la venta de comida chatarra a los niños, a semejanza de lo aprobado en Oaxaca y celebrado por Salud. Agregó que es necesario trabajar en promover la alimentación "tradicional" para prevenir los males que han complicado el estado de quienes se han contagiado de COVID-19, llevándolos a la muerte. Otros Estados, alentados por la Secretaría de Salud, quieren seguir por este camino.

 

5.     También leímos en El Economista que el gobierno planea romper la actual estructura del sistema regulatorio de salud con el objetivo de que el Consejo de Salubridad General pase a formar parte del Instituto de Salud para el Bienestar y, por otro lado, desaparecer la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios para que todas sus áreas pasen a las filas de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud que encabeza Hugo López-Gatell. Adicionalmente, como parte del nuevo plan estaría la desaparición de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico cuyo rol es fundamental para intermediar en desacuerdos y conflictos de pacientes con médicos y prestadores de servicios de salud.

 

6.     El Secretario General de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), Gibrán Ramírez, critica duramente en Milenio al Secretario de Hacienda: “decir que los empleadores pondrán el incremento de las aportaciones en un nuevo esquema para las pensiones, es simplemente insultante a la inteligencia, además de ser servil”. Y termina sentenciando “¿Por el bien de todos primero los pobres? La propuesta es una burla a ese principio de la 4T y una profundización de la política privatizadora de fondos públicos”. Cabe señalar que el Presidente del Comité Permanente de la CISS es el Director General del IMSS.

 

7.     Los gobernadores que son las principales víctimas de la siloitis del gobierno federal quieren reunirse con el Presidente. La Alianza Federalista de Gobernadores pidió una reunión, y AMLO dijo finalmente que en 10 días se reunirá con los gobernadores, pero en el marco de un encuentro que había prometido al gobernador de San Luis Potosí y presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores. Advirtió que "hay bulla y ruido" porque se avecina el proceso electoral del año próximo.

 

8.     Se filtró un memorándum del 22 de julio pasado, en donde el presidente de la República planteó una serie de instrucciones a los órganos reguladores del sector energético y calificó a la Reforma Energética como una “política de pillaje”. El Presidente expuso los lineamientos básicos de la nueva política energética. “Como sabemos, desde hace más de tres décadas, en el marco de la política neoliberal o neoporfirista, se fue imponiendo un proceso de privatización para debilitar y transferir empresas públicas a particulares y despojar a los mexicanos de la riqueza y de la industria eléctrica nacional”. Hace referencia a lo que considera el saqueo de PEMEX y CFE y plantea su rescate. Dice que no se descarta hacer una nueva reforma energética y podría presentar una iniciativa de reforma constitucional ante el Congreso. 

 

9.     El Presidente aseguró que la construcción de una planta de fertilizantes de amoniaco en Topolobampo, Sinaloa, que es clave para la agricultura mexicana, sólo continuará si el proceso es aprobado por una consulta ciudadana. El mandatario aseguró que desde el Gobierno federal no se impondrá nada a la población de ese municipio. En agosto de 2019, se anunció que la empresa suizo-alemana PROMAN construiría una planta de fertilizantes de amoniaco para producir 800 mil toneladas para 2022. La inversión total es de mil 250 millones de dólares. Este caso seguiría el camino de las consultas del Aeropuerto Internacional de México en Texcoco y de la planta cervecera en Baja California de Constellation Brands.

 

10.  El presidente confirmó que la modificación del trazo del gasoducto Guaymas-El Oro, que atraviesa el territorio de la comunidad yaqui, se tendrá que pagar con el erario nacional, pues de seguir detenida la obra, la CFE tendría que pagar una multa. Explicó que se está tratando de llegar a un acuerdo con la comunidad yaqui mediante el diálogo, pues “les pasaron el gasoducto por el pueblo, a la fuerza. No había diálogo ni convencimiento. Los yaquis no quieren trato con las empresas por lo que sucedió, pero ellos aceptan diálogo con nosotros con tal de que no pierda más la Hacienda Pública”.

 

Los silos son el ADN del gobierno. Es evidente que destruyen valor público. Los silos logran que los servidores públicos ignoren la colaboración. Restringen su visión a su propia isla de poder. Una buena administración exige que la gente colabore y trabajen juntos en el logro de objetivos comunes. Lo que es importante es construir puentes entre los silos para mejorar la comunicación entre las diferentes secretarías.  

 

¿Qué necesita la 4T? Crear una visión unificada. Los silos son devastadores. Se desperdician recursos, la productividad se aniquila. Los silos son característicos de una excesiva y desequilibrada visión vertical de la organización. 

 

Las historias de esta semana ilustran que hay “gobiernos” dentro del gobierno. Hay secretarías y dependencias que les falta motivación, ganas de trabajar, colaborar y comunicarse con otras. Hay barreras que provocan que los colaboradores de la 4T, que se supone que están en el mismo equipo, trabajen unos contra otros.


*Javier Treviño Cantú es Director General de Políticas Públicas del Consejo Coordinador Empresarial.

 

@javier_trevino


 Podcast: https://anchor.fm/javier-trevi361o


https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Siloitis-en-la-4T-20200809-0011.html

 

Saturday, August 01, 2020

Los mejores embajadores

Los mejores embajadores

 

Javier Treviño Cantú*

 

@javier_trevino

 

https://anchor.fm/javier-trevi361o


https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Los-mejores-embajadores-20200802-0009.html

 

 

El Mexico Institute del Woodrow Wilson Center y la U.S.-Mexico Foundation publicaron esta semana un documento muy relevante: “Convocation: A Vision for a Stronger U.S.-Mexico Partnership”  https://bit.ly/30bOqYV . Se trata del relato de la reunión que se llevó a cabo en enero de este año, en Blanco, Texas, en donde participaron seis exembajadores de México en Washington y seis exembajadores de Estados Unidos en México. Nos comparten sus puntos de vista y recomendaciones estratégicas sobre competitividad económica, seguridad, migración y frontera. Los exembajadores concluyeron que: 

 

a) Las instituciones fuertes apoyan la estabilidad y el progreso de la relación bilateral porque aseguran y mantienen la atención de los funcionarios de alto nivel y ayudan a construir relaciones transfronterizas. Recomiendan reiniciar el diálogo económico bilateral y expandirlo hacia los temas de seguridad y migración. Una reunión bilateral al más alto nivel de gabinete podría servir como una oportunidad de iniciar un nuevo periodo de colaboración.

 

b) Estados Unidos y México deberían desarrrollar una estrategia económica bilateral coordinada que mire hacia el futuro. Esta agenda económica debe ir más allá de los temas de comercio e incluir el desarrollo regional, fortalecimiento de la fuerza laboral, inversión en infraestructura que facilite el comercio, los cruces y el turismo.

 

c) Los dos países deberían establecer un esquema para una relación moderna de seguridad que les permita intercambiar inteligencia y que enfatice una responsabilidad compartida al confrontar el reto de la seguridad transnacional, la aplicación de la ley y el fortalecimiento del estado de derecho. Se requiere una estrategia integral y dinámica para construir capacidad institucional y orientarla hacia nuevos desafíos como el tráfico de fentanilo.

 

d) Ambos países deberían trabajar juntos al nivel federal y estatal en los temas de gestión y administración de la frontera. Programas innovadores, como la preinspección conjunta de los cargamentos, puede mejorar simultáneamente la seguridad y eficiencia en los cruces fronterizos.

 

e) La dinámica de la migración regional ha cambiado dramáticamente en la última década, al crecer en importancia los migrantes centroamericanos y de otras regiones del mundo. Estados Unidos y México deberían desarrollar un esquema bilateral ante la migración, que, en la medida de lo posible, ponga el tema migratorio fuera de la arena política y lo convierta en un tema de gestión técnica. Debe facilitarse la migración legal, modernizarse la administración de la frontera y priorizar el trato humano a migrantes y refugiados. 

 

f) Tanto a nivel nacional como local, en Estados Unidos y México, recomiendan que se logre mantener el apoyo público a una relación bilateral positiva. Los contactos entre la gente, a través de intercambios de estudiantes e investigadores son cruciales para fortalecer el interés mutuo y el entendimiento entre los ciudadanos de ambos países.

 

Después de la reunión de los doce exembajadores nos llegó la pandemia, la crisis del petróleo, la recesión autoinflingida, la entrada en vigor del TMEC, el viaje de AMLO a Washington, la falta de visas para estudiantes, la caida en las exportaciones, los obstáculos a la reactivación de las cadenas de valor en América del Norte. ¡Cuántas cosas pueden pasar en sólo unos meses! Haría falta una videoconferencia con los doce protagonistas para ver qué piensan hoy. 

 

He estado vinculado con los temas de la relación México-Estados Unidos desde hace muchos años y desde diversos ángulos. Fui becario Fulbright, estudié la maestría en políticas públicas en la Universidad de Harvard y mi área de concentración fue asuntos internacionales y seguridad. Tuve la fortuna de contar con extraordinarios maestros, expertos en política exterior de Estados Unidos, como Graham Allison, Joseph Nye, Richard Neustadt, Ernest May y muchos más. Fui Ministro en la Embajada de México en Washington y apoyé al Embajador Gustavo Petricioli, como vocero, de 1989 a 1993, durante los años más relevantes de la negociación del TLCAN. Después fui Subsecretario de Relaciones Exteriores de 1994 a 1998, copresidí la Comisión México-Estados Unidos para el Intercambio Educativo y Cultural y operé el Programa para la Atención de las Comunidades Mexicanas en EUA. Participé, como legislador, en las reuniones interparlamentarias México-Estados Unidos. Formo parte del Consejo Asesor del Instituto México del Woodrow Wilson Center desde su creación, en 2003. Yo trabajaba en CEMEX, como Vicepresidente de Comunicación y Asuntos Corporativos, y Lorenzo Zambrano me pidió que representara a la empresa en el Consejo Asesor que copresidían José Antonio Fernández Carbajal de FEMSA y Roger Wallace.

 

Todos estos años de vivir la relación bilateral me permiten concluir que resulta increíble —por decir lo menos— que después de tantos esfuerzos para estrechar nuestros vínculos y establecer una relación madura, a la altura de los enormes cambios que han ocurrido durante las últimas tres décadas en el mundo, sigamos siendo unos simples “vecinos distantes” que básicamente se reconocen por sus respectivos estereotipos. Tengo la convicción de que México y Estados Unidos son dos grandes países que se merecen una mucho mejor alianza estratégica.

 

Con base en el TLCAN y el TMEC, y gracias al enorme esfuerzo de los sectores empresariales de ambos países, hemos pasado de ser meros socios comerciales a contar con economías crecientemente integradas. Ahora, resulta indispensable darle una atención prioritaria al fortalecimiento de nuestros intercambios educativos y culturales. Sólo si nos conocemos mejor, si establecemos mejores canales de comunicación entre nuestras sociedades, si hablamos idiomas comunes en términos de los valores que compartimos, podremos tener una relación de mucha mayor calidad, que en verdad nos reafirme como socios estratégicos y pueblos hermanos. 

 

Los intercambios educativos y culturales son una herramienta fundamental para superar los viejos y nuevos estereotipos que existen en ambos lados de nuestra frontera. El reto es mayúsculo. De acuerdo con "Open Doors 2019", el informe anual de movilidad académica internacional que publica el Institute of International Education, durante el año escolar 2018-2019 estuvieron inscritos en alguna institución de educación superior de Estados Unidos un millón 95 mil 299 estudiantes provenientes de diversos países. Casi 370 mil provenían de China, más de 200 mil de India, poco más de 52 mil de Corea, otros 37 mil de Arabia Saudita y 26 mil de Canadá. Los otros países con un número significativo de estudiantes fueron Vietnam, con 24 mil, Taiwán, con 23 mil, Japón con 18 mil, y Brasil con 16 mil.

 

México ocupó el lugar número diez, con un poco más de 15 mil estudiantes. La mala noticia es que desde los primeros años de este siglo dicha cifra anual ha permanecido estancada. Estos 15 mil estudiantes mexicanos en Estados Unidos representan un activo de un valor incalculable para mejorar nuestra relación bilateral. No debemos considerarlos como un grupo disperso de historias individuales, sino como una comunidad que representa en conjunto a nuestro país. Ellos son los mejores embajadores de México.

 

Habría que verlos como el "Campus México" en Estados Unidos. Los 15 mil universitarios mexicanos que estudian en Estados Unidos son en sí mismos una excepcional historia de éxito. En la gran mayoría de los casos, han logrado su meta con muy poca ayuda del gobierno y enormes sacrificios por parte de sus familias. Son gente valiosa, que a su regreso pueden contribuir mucho al desarrollo de nuestro país y también a que logremos un mayor entendimiento con nuestros vecinos.

 

Para darle forma al "Campus México", y poder apoyarlos, primero habría que saber quiénes son, en dónde está cada uno de ellos, qué estudian, cuáles son sus aspiraciones profesionales, y cuándo deberán regresar. Con las tecnologías actuales, no se necesita un gran esfuerzo para lograrlo. Lo que se requiere es la visión para considerarlos como un valioso recurso que puede hacer grandes aportaciones a una relación más constructiva y benéfica para nuestros dos países.

 

 

*Javier Treviño Cantú es Director General de Políticas Públicas del Consejo Coordinador Empresarial.