Informe del Equipo de Transición del Gobernador Electo de Nuevo León
22 de septiembre de 2009
Como saben, el pasado 3 de agosto, el gobernador electo de Nuevo León, Rodrigo Medina, designó a los señores Vidal Garza, Otto Granados, Othón Ruiz y su servidor, Javier Treviño, para integrar y coordinar un equipo de transición, al cual recientemente también se incorporó Alfredo Garza de la Garza, con el objetivo de conocer el estado que guarda la actual administración encabezada por el gobernador constitucional del estado, José Natividad González Parás.
El día de ayer, el equipo finalizó satisfactoriamente sus trabajos, y ahora cumple con la instrucción del gobernador electo de presentar un informe público.
Ante todo, queremos agradecer la colaboración de los funcionarios de la administración saliente, quienes pusieron a nuestra disposición toda la información pertinente, y compartieron con nosotros sus valiosas experiencias de estos últimos años, así como sus opiniones sobre las áreas donde existen oportunidades para impulsar el avance de Nuevo León.
Igualmente, queremos hacer un reconocimiento al profesionalismo y la dedicación del secretariado técnico y todas las personas que apoyaron las labores del equipo de transición.
En segundo lugar, es necesario subrayar que la tarea de este equipo ha sido esencialmente de carácter técnico y administrativo, ya que tuvo como propósito recibir en forma ordenada toda la información preparada por el gobierno saliente y, con base en su análisis detallado, ofrecer al gobernador electo elementos para tomar las decisiones que considere convenientes.
Como se señaló desde un principio, éste ha sido fundamentalmente un proceso de información, y sin duda ha resultado muy productivo.
Sin embargo, cabe reiterar que no se trató de un proceso de evaluación de las acciones del gobierno saliente, una tarea que por naturaleza le corresponde al conjunto de la sociedad; ni de un ejercicio de lo que se conoce como “entrega-recepción”, que es el acto jurídico mediante el cual los nuevos funcionarios asumen la titularidad de las diversas dependencias públicas pertenecientes al Poder Ejecutivo estatal.
En este entendido, el análisis sistemático de las distintas políticas públicas ejecutadas durante los últimos seis años, constituye por sí mismo un ejercicio muy útil, que nos ha permitido conocer a detalle la naturaleza, la estructura, las características, los programas y los resultados de cada una de las dependencias y entidades que forman la administración pública estatal, así como el panorama general de Nuevo León.
La metodología que estableció el equipo de transición para realizar este ejercicio constó de cuatro fases.
La primera incluyó la realización de una serie de reuniones temáticas generales, por cada uno de los gabinetes funcionales en que se divide la administración, y que fueron encabezadas por sus respectivos titulares.
La segunda consistió en reuniones complementarias, con la participación de los distintos institutos, corporaciones, fideicomisos, agencias y entidades agrupadas en cada gabinete funcional.
La tercera se desarrolló a través de numerosas entrevistas, sostenidas por los miembros del secretariado técnico que apoyó las tareas de este equipo de transición con los responsables de diferentes niveles de las dependencias, así como un amplio trabajo de campo para conocer algunos programas, sistemas y procesos de gobierno con mayor precisión.
Y, finalmente, la cuarta fase correspondió a la revisión, procesamiento, organización y análisis de la información que nos fue facilitada en 99 documentos electrónicos de todas las áreas que componen la estructura actual del gobierno.
En total, se celebraron 5 reuniones temáticas y 41 complementarias, así como más de 210 entrevistas y reuniones adicionales por dependencia, en las que participaron un total de 415 personas, tanto por parte del actual gobierno del estado como del equipo de transición.
En cada reunión temática, los responsables de los gabinetes funcionales y de las dependencias integradas en ellos, presentaron la situación de sus áreas clasificada en 12 apartados, que comprenden desde los antecedentes generales de cada entidad, hasta los asuntos pendientes, pasando por toda la información presupuestal, financiera, programática y de recursos humanos con que cuentan.
Adicionalmente, el formato de las reuniones permitió sostener un diálogo muy provechoso, que facilitó entender mejor las condiciones que rodean los procesos de la administración pública a partir de situaciones o casos específicos.
Con base en la información obtenida, el equipo de transición está en condiciones de formular algunas conclusiones generales que, además de los fines mencionados previamente, pueden ser de interés para la opinión pública.
La primera conclusión es que, en términos generales, el estado de Nuevo León y su gente muestran un conjunto muy importante de factores positivos, no sólo en comparación con períodos anteriores, sino en relación con otras entidades de la República.
Tan sólo como un ejemplo, vale la pena destacar que, de los cuatro estados —incluyendo al Distrito Federal— que concentran más del 40% del PIB nacional, entre 2003 y 2007 Nuevo León fue el único que creció, mientras que todos los demás registraron una caída en sus niveles de actividad económica.
Más importante aún, al analizar los componentes del producto de manera desagregada, resulta evidente que, si bien Nuevo León cuenta con una importante industria agropecuaria y de alimentos procesados, también se ha encaminado hacia una economía basada cada vez más en el sector manufacturero y en el de servicios; así como, de manera incipiente pero firme, hacia la economía del conocimiento.
En consecuencia, este perfil cambiante exige una nueva política de desarrollo económico, a partir de la cual el estado aumente su productividad y competitividad, y cuente con el tipo de inversiones y empleos que hagan sustentable el desarrollo de Nuevo León.
Lógicamente, el panorama económico del estado también refleja el impacto de la crisis internacional.
Esto, como ya lo ha apuntado en anteriores ocasiones el gobernador electo, exige darle prioridad a todas las acciones necesarias para generar los empleos que el estado demanda; atraer más inversión local, nacional y extranjera; y hacer mucho más competitivo al estado.
Una segunda conclusión es que, en un contexto tan complejo como el actual, también es indispensable y urgente modificar la estructura de la administración pública estatal; no sólo para reducir el gasto corriente y ampliar el margen presupuestal dirigido a la inversión, sino, sobre todo, para dar paso a un enfoque donde tengamos un gobierno moderno, más compacto, ágil y flexible.
En suma, un gobierno que cueste menos y produzca más resultados; que esté más cerca de la gente y tenga una mayor capacidad para responder a sus necesidades y transformar al estado; que sea más eficaz a la hora de proveer servicios públicos en las mejores condiciones de atención, oportunidad y calidad a todos los ciudadanos.
En este sentido, el equipo de transición le ha planteado al gobernador electo una serie de recomendaciones, que responden a los siguientes objetivos:
· Reorganizar la administración estatal, en función de los tres ejes rectores definidos por él mismo: inversión social, generación de riqueza y seguridad integral.
· Sectorizar las distintas entidades y organismos dentro de las dependencias respectivas.
· Otorgar mayor responsabilidad a los secretarios del ramo.
· Acortar y agilizar los tramos de control y acuerdo con el gobernador.
· Fortalecer los mecanismos institucionales relacionados con la rendición de cuentas, la transparencia y la evaluación de resultados.
Una tercera conclusión a la que llegó el equipo de transición, es que, por razones ampliamente conocidas, la situación de las finanzas públicas del estado limita la disponibilidad de recursos presupuestales, al menos en el corto plazo.
Esto hará necesario actuar con mucha rapidez; entre otras cosas, para reducir el gasto corriente y aumentar la inversión gubernamental, encontrar las vías adecuadas para fortalecer los ingresos estatales, y mejorar el perfil de la deuda pública.
En este sentido, como ocurre en todos los demás estados del país, también es importante mencionar que los recursos federales son cruciales para hacer una planeación efectiva.
Por ello, será necesario estar pendientes del proceso legislativo relacionado con el paquete económico presentado por el Ejecutivo Federal y, en especial, coordinar acciones con los diputados federales por Nuevo León, para lograr las mejores condiciones presupuestales posibles para nuestro estado.
Y, por último, una cuarta conclusión, es que deberá revisarse el modelo con que operan actualmente las instituciones encargadas tanto de la seguridad pública, como de la procuración e impartición de justicia. Es fundamental empezar por allí a construir un enfoque más eficaz para garantizar a todos los habitantes del estado una auténtica seguridad integral.
En conclusión, consideramos que el proceso de transición ha sido un ejercicio valioso y fructífero.
Junto con la plataforma electoral, los compromisos de campaña del gobernador electo Rodrigo Medina, y las propuestas que se generen a través del proceso de consulta pública para elaborar el Plan Estatal de Desarrollo 2009-2015, creemos que la información y el análisis realizado contribuirá de manera fundamental a trazar los objetivos centrales y el programa de trabajo de la administración que iniciará el próximo 4 de octubre.