Saturday, May 24, 2025

Revelaciones que cambian las reglas

Revelaciones que cambian las reglas

Javier Treviño

@javier_trevino

¿A usted no le ha pasado? De repente comprende o soluciona inesperadamente un problema que antes era incomprensible. Es el ¡momento ajá! Se caracteriza por una rápida transición de la confusión o el estancamiento a la claridad y la comprensión, acompañada de una respuesta emocional positiva y una fuerte convicción de que la solución es la correcta.

Características del “momento ajá”.

Repentinidad: Aparece de forma abrupta, sin previo aviso, tras un periodo de estancamiento o fijación mental en un problema.

Fluidez: Una vez que se produce la intuición, la solución se procesa con fluidez y sin esfuerzo, como si de repente todo "encajara" en su lugar.

Afecto: Este momento provoca sentimientos de alegría, satisfacción y entusiasmo debido a la sorpresa y la claridad que aporta.

Convicción: La persona experimenta una fuerte sensación de que la solución o la comprensión es verdadera y precisa. 

Las investigaciones demuestran que estos momentos suelen surgir de la actividad cerebral subconsciente, a veces desencadenados por señales ambientales o interrupciones en la atención concentrada.

Elementos esenciales del “momento ajá”.

Impasse: La persona que resuelve el problema inicialmente se encuentra con un bloqueo mental o fijación, incapaz de encontrar una solución a pesar del esfuerzo.

Interrupción de la fijación: Un cambio de perspectiva o la relajación de las limitaciones mentales permite la formación de nuevas conexiones.

Introspección súbita: La solución surge espontáneamente, vinculada a un estallido de ondas cerebrales de alta frecuencia en el lóbulo temporal derecho, como lo demuestran estudios neurocientíficos.

Respuesta emocional: La introspección va acompañada de una fuerte reacción emocional, que refuerza la memoria y el aprendizaje.

Integración: La nueva comprensión se incorpora a la conciencia, lo que a conduce a una mejor resolución de problemas y creatividad.

Consecuencias del “momento ajá”.

Mayor creatividad y productividad: Puede impulsar la creatividad al permitir a las personas pensar fuera de los patrones convencionales y generar ideas innovadoras.

Mejora del aprendizaje y la memoria: El impacto emocional positivo y la claridad repentina ayudan a consolidar la comprensión en la memoria, lo que favorece el aprendizaje de un solo intento.

Mejor toma de decisiones: Experimentar la comprensión permite respuestas más precisas y completas para la resolución de problemas en comparación con intentos parciales o incompletos.

Satisfacción emocional: La alegría y la emoción asociadas con el momento motivan una mayor exploración y compromiso con problemas complejos.

Factores como los estados de relajación, los entornos espaciosos o la reducción de distracciones pueden aumentar la probabilidad de “momentos ajá” al promover el pensamiento holístico en lugar de un enfoque analítico limitado.

El “momento ajá” en política y gobierno.

En política y gobierno también hay descubrimientos o percepciones repentinas que transforman drásticamente la comprensión, la estrategia o la opinión pública, lo que a veces conduce a cambios significativos. Son revelaciones que cambian las reglas y pueden ocurrir durante asambleas políticas, negociaciones, elecciones o discursos, y con frecuencia marcan puntos de inflexión en la historia de un pueblo.

Un “momento ajá” puede implicar una claridad repentina sobre una estrategia política, ideología o problema social que transforma la dinámica de un partido o de la opinión pública. Estos momentos pueden revelar nuevas alianzas, exponer debilidades o inspirar movimientos, frecuentemente acompañados de resonancia emocional y una amplia atención pública.

En el ámbito de la política y el gobierno, el progreso suele ser lento, complejo y obstaculizado por la burocracia. Sin embargo, la historia ofrece momentos de claridad repentina: percepciones transformadoras cuando individuos o sociedades comprenden colectivamente una verdad fundamental. Son las instancias de epifanía que redefinen el liderazgo, las políticas y la conciencia pública. No siempre llegan con fanfarrias, pero su impacto se extiende a través de generaciones.

Una repentina comprensión personal, un fracaso que revela verdades sistémicas más profundas o un ajuste de cuentas público que impulsa el cambio. Estos momentos pueden alterar ideologías, cambiar las plataformas políticas o transformar naciones enteras. 

Thomas Kuhn, en “La estructura de las revoluciones científicas”, describe los cambios de paradigma como cambios repentinos y radicales en la cosmovisión. La política tiene su propia versión, cuando la narrativa dominante se derrumba bajo sus contradicciones y emerge una nueva visión. 

Lyndon B. Johnson y los derechos civiles.

Uno de los momentos de revelación más impactantes en la política estadounidense ocurrió con el presidente Lyndon B. Johnson. Aunque era un demócrata sureño con un historial complejo en cuestiones raciales, Johnson experimentó una transformación significativa durante su presidencia. El punto de inflexión se produjo tras el asesinato de John F. Kennedy y las marchas por los derechos civiles en Selma, Alabama.

Durante su discurso de 1965 ante el Congreso, en el que defendía la Ley de Derecho al Voto, Johnson declaró: “Es un error total negar a cualquiera de nuestros compatriotas estadounidenses el derecho al voto en este país”. En un momento de profunda claridad, se unió al movimiento por los derechos civiles. La historiadora Doris Kearns Goodwin escribe que Johnson reconoció tanto el imperativo moral como la trascendencia histórica del momento. Su impulso a la Ley de Derechos Civiles (1964) y la Ley de Derecho al Voto (1965) transformó la democracia estadounidense.

Mijaíl Gorbachov y la Glásnost.

Otra revelación que cambió el mundo ocurrió con Mijaíl Gorbachov, el último líder de la Unión Soviética. Cuando Gorbachov llegó al poder en 1985, la URSS se enfrentaba al estancamiento económico y la represión política. Inicialmente producto del sistema soviético, su contacto con las economías occidentales y el debate intelectual le hicieron comprender que la URSS no podía sobrevivir sin reformas.

Esto condujo a las políticas de glásnost (apertura) y perestroika (reestructuración). Su momento revelador fue reconocer que el imperio no podía sostenerse únicamente mediante el control autoritario. Irónicamente, estas reformas aceleraron el colapso de la URSS, pero también pusieron fin a la Guerra Fría y abrieron espacio para nuevos movimientos democráticos en Europa del Este. Gorbachov reflexionó posteriormente: “Me considero un hombre que inició las reformas necesarias para el país, para Europa y para el mundo”.

La transición de Nelson Mandela de la resistencia a la reconciliación.

La transformación de Nelson Mandela durante su encarcelamiento en Robben Island es otro ejemplo emblemático. Inicialmente líder militante del Congreso Nacional Africano, Mandela abrazó el sabotaje y la resistencia al apartheid. Pero durante sus 27 años en prisión, comenzó a comprender que la reconciliación, y no la venganza, era el camino hacia una paz sostenible.

Tras su liberación, declaró: “Al salir por la puerta que me llevaría a la libertad, supe que si no dejaba atrás mi amargura y mi odio, seguiría en prisión”. Esa constatación se convirtió en la base de la transición pacífica de Sudáfrica del apartheid a la democracia y le valió a Mandela la veneración mundial.

George Floyd y la protesta global.

No todos los momentos reveladores surgen de los líderes. A veces, surgen de la conciencia pública colectiva. El asesinato de George Floyd en 2020, grabado en video, desencadenó una reflexión global sobre la raza y la brutalidad policial. Para millones de personas, especialmente fuera de Estados Unidos, fue la primera exposición visceral al racismo sistémico en tiempo real.

Esto catalizó debates legislativos, la retirada de estatuas coloniales y movimientos reformistas. El “momento ajá" no se trataba sólo de la policía, sino de una injusticia más profunda y generalizada. Como observó Cornel West: "El sistema no puede reformarse solo. Lo hemos intentado año tras año, década tras década, y no funciona". La revelación galvanizó a una generación.

La fragilidad y el poder de la epifanía.

Si bien los "momentos ajá" son poderosos, no son invencibles. Requieren constancia, apoyo institucional y un cambio cultural. La elección de Barack Obama en 2008 se anunció como uno de esos momentos para el progreso racial en Estados Unidos; sin embargo, al final de su mandato, la nación estaba profundamente dividida. La comprensión debe ir acompañada de resiliencia.

No todas las epifanías son positivas. Los autoritarios también tienen momentos de revelación cuando se dan cuenta del poder del populismo, la desinformación o el miedo. La comprensión de Hitler del potencial propagandístico de la radio; o el uso de las redes sociales para eludir a los medios tradicionales, muestran cómo estas percepciones pueden socavar la democracia.

El momento de revelación en política es más que una chispa: es un punto de inflexión. Ya sea que surja en un despacho presidencial, en una celda o en las calles, revela algo previamente oculto. Estas revelaciones transforman las leyes, los corazones y la historia. El desafío no es sólo reconocerlas, sino actuar en consecuencia y construir sistemas que mantengan su promesa. Václav Havel lo dijo claramente: “La esperanza no es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte”. Es en ese espacio —entre la comprensión y la acción— donde nace la transformación política.

https://www.sdpnoticias.com/opinion/revelaciones-que-cambian-las-reglas/


Saturday, May 17, 2025

Sentido de comunidad

Sentido de comunidad

Javier Treviño

@javier_trevino

Vivimos tiempos en que las divisiones se profundizan. La animosidad prevalece sobre la comprensión y fractura la sociedad. Ante esto, el "sentido de comunidad" no puede ser un ideal nostálgico. Debería ser un instrumento vital para el progreso, la resolución de disputas y la generación de prosperidad compartida. 

Nací y crecí en Monterrey. No es un secreto que los lazos que nos unían se desgastaron, bajo el peso del individualismo y la polarización. Ahora deberíamos darnos a la tarea de cultivar conscientemente la comunidad. Es una labor esencial para reparar el tejido social, fomentar la empatía y construir un futuro compartido.

El poder de un fuerte “sentido de comunidad” reside en su capacidad para trascender las fronteras ideológicas. En las naciones polarizadas, esta interconexión se ve eclipsada por las voces amplificadas de la división. 

La necesidad humana fundamental de pertenencia y conexión persiste. Un enfoque en espacios locales compartidos, objetivos comunes (como mejorar las escuelas o la infraestructura local) y la ayuda mutua puede crear núcleos de unidad que trascienden las afiliaciones políticas. 

Las encuestas coinciden en que el sentido de apego comunitario es más fuerte en las zonas donde se percibe una mayor compatibilidad política, lo que sugiere que incluso una brecha ideológica moderada no necesariamente anula los lazos comunitarios.

Un sólido sentido de comunidad proporciona un terreno fértil para la resolución de disputas. Cuando las personas se sienten conectadas entre sí, es más probable que aborden los desacuerdos con un espíritu de compromiso en lugar de una oposición arraigada. 

El poder de la empatía y la comprensión de las necesidades son esenciales. Una comunidad sólida fomenta la confianza relacional que permite un diálogo basado en valores compartidos. La comunidad es un proceso, es una conversación, en donde las personas coexisten respetando su diversidad social y aceptando el compromiso político. Aceptación y respeto son un poderoso antídoto contra la mentalidad del "nosotros contra ellos" que alimenta la polarización.

Una comunidad cohesionada está intrínsecamente ligada a la prosperidad compartida. Cuando las personas sienten un sentido de propiedad y responsabilidad colectivas, son más propensas a invertir en sus espacios compartidos y a apoyar iniciativas que beneficien el bien común. Esto se manifiesta en el desarrollo económico local, proyectos colaborativos y la voluntad de contribuir al bienestar de todos los miembros de la comunidad, independientemente de inclinaciones políticas. 

Al involucrar activamente a los ciudadanos en la toma de decisiones, los gobiernos locales pueden fortalecer la confianza, fomentar la colaboración y crear un sentido de pertenencia compartido en sus comunidades. Se construye el camino hacia una prosperidad más inclusiva y sostenible.

Sin embargo, construir y mantener un “sentido de comunidad” no está exento de desafíos. La profunda animosidad y desconfianza que fomenta la polarización pueden dificultar la conexión interideológica. Superar esto requiere un esfuerzo consciente para crear un "capital social puente", como lo plantea Robert Putnam, fomentando las conexiones entre grupos diversos en lugar de simplemente reforzar las redes homogéneas.

El "sentido de comunidad" es uno de los aspectos más profundos de la vida humana. Trasciende la geografía, la cultura y la edad. Es identidad compartida, apoyo mutuo y propósito colectivo. Es fundamental para el bienestar personal, la cohesión social y la capacidad de los grupos para superar desafíos juntos.

¿Qué es el “sentido de comunidad”?

En esencia, el “sentido de comunidad” se refiere al sentimiento que tienen las personas de pertenecer a un grupo que se apoya mutuamente y está comprometido con objetivos y valores compartidos. El psicólogo Seymour Sarason, quien acuñó el término en 1974, lo describió como "la percepción de similitud con los demás, una interdependencia reconocida, la voluntad de mantener esta interdependencia dando o haciendo por los demás lo que uno espera de ellos". Este sentido no es meramente emocional o sentimental; abarca la confianza, la responsabilidad compartida y la participación activa.

Recuerdo que cuando estaba estudiando la maestría en políticas públicas en Harvard leí un artículo que se acababa de publicar, que ahora es un clásico, en el Journal of Community Psychology (volumen 14, enero 1986): “Sense of Community: A Definition and Theory” escrito por David W. McMillan y David M. Chavis, de Vanderbilt  University.

Los autores desglosaron el sentido de comunidad en cuatro componentes fundamentales:

1. Membresía: El sentimiento de pertenencia o de formar parte de un colectivo. Esto incluye la seguridad emocional y la identificación con el grupo.

2. Influencia: La idea de que los miembros se importan entre sí y para el grupo, y que tienen voz y voto en las decisiones del grupo.

3. Integración y satisfacción de necesidades: La comunidad satisface las necesidades de sus miembros mediante valores compartidos e intercambios de apoyo.

4. Conexión emocional compartida: Un vínculo que se desarrolla a través de historias, experiencias y tiempo compartido.

El sentido de comunidad es esencial para el bienestar individual y colectivo. Las personas que se sienten conectadas con sus comunidades tienen mayor probabilidad de experimentar resiliencia emocional, menores niveles de ansiedad y depresión, y un mayor sentido de propósito. A mayor escala, las comunidades con un fuerte vínculo interno tienden a ser más colaborativas, adaptables y capaces de movilizar recursos en tiempos de crisis.

Los movimientos sociales se fortalecen gracias al sentido de comunidad entre sus miembros. El movimiento por los derechos civiles y el activismo ambiental demuestran cómo los objetivos compartidos y las conexiones emocionales pueden impulsar a las personas hacia la acción colectiva sostenida.

La erosión de la comunidad.

La urbanización, la tecnología digital y las normas culturales individualistas han provocado fragmentación social y aislamiento. Las personas pueden vivir en zonas densamente pobladas sin siquiera conocer a sus vecinos. Las interacciones en línea, si bien son convenientes, carecen de la profundidad y la responsabilidad de las relaciones en persona.

Esta erosión tiene consecuencias reales: aumento de los problemas de salud mental, mayor polarización y un debilitamiento del sentido de responsabilidad cívica. En respuesta, existe un creciente movimiento para reconstruir las comunidades, a través de iniciativas locales, espacios compartidos, voluntariado y gobernanza inclusiva.

Reconstruir el sentido de comunidad requiere un esfuerzo intencional. Comienza por escuchar, estar presente y crear entornos donde todos se sientan vistos y valorados. Las escuelas, los lugares de trabajo, las instituciones religiosas y los grupos vecinales desempeñan un papel fundamental. La tecnología, cuando se usa bien, puede fomentar la comunidad al conectar a personas con intereses o necesidades comunes. Las políticas públicas que priorizan la vivienda digna, los espacios públicos accesibles, la educación y la atención médica de calidad contribuyen significativamente a fortalecer las comunidades. 

¿Qué logra un fuerte “sentido de comunidad”?

1. Cuando ocurre una crisis (un desastre natural, una emergencia de salud pública o disturbios sociales), el sentido de comunidad fomenta la cohesión social. Las personas son más propensas a actuar en beneficio colectivo, coordinar respuestas y brindarse apoyo mutuo cuando se sienten parte de un grupo más amplio y solidario. Esta solidaridad permite la rápida movilización de recursos y voluntarios, facilita una comunicación eficaz y fortalece la confianza en la toma de decisiones colectiva.

2. Un sólido sentido de comunidad protege a las personas del impacto psicológico de las crisis. La identidad y la pertenencia compartidas reducen los sentimientos de aislamiento, ansiedad e impotencia. Ayudar a otros dentro de la comunidad no sólo beneficia a quienes la reciben, sino que también mejora la salud mental y el bienestar de quienes ayudan, fomentando un ciclo de apoyo y resiliencia.

3. Durante las crisis, la confianza en las instituciones es crucial. Un fuerte sentido de comunidad anima a sus miembros a responsabilizarse mutuamente. Esto se extiende desde la familia inmediata y los vecinos hasta la ciudad o el país en general, creando una red de apoyo que puede absorber los impactos y acelerar la recuperación.

4. La resiliencia social (la capacidad de resistir y recuperarse de las perturbaciones) está profundamente vinculada a la fortaleza de los vínculos comunitarios. Las comunidades con altos niveles de conectividad y participación social están mejor preparadas para brindar apoyo, movilizar recursos y adaptarse a las circunstancias cambiantes. No se trata solo de supervivencia; se trata de la capacidad de recuperarse, reconstruir e incluso resurgir fortalecido tras la adversidad.

5. En tiempos de conflicto, un fuerte sentido de comunidad puede superar las divisiones, reducir las tensiones y promover el diálogo. Las conexiones emocionales compartidas y el sentido de pertenencia ayudan a las comunidades a gestionar sus diferencias y a trabajar hacia objetivos comunes, fomentando la paz y la estabilidad.

https://www.sdpnoticias.com/opinion/sentido-de-comunidad/


Saturday, May 10, 2025

El síndrome del impostor y los partidos políticos

El síndrome del impostor y los partidos políticos

Javier Treviño

@javier_trevino

Todos cometemos errores. Los psicólogos expertos en liderazgo siempre dan los mismos consejos prácticos:

1. Admitir el error, disculparse y responsabilizarse. Ignorar un error puede ser desmoralizante y corrosivo para un equipo. Lo peor que pueden hacer los líderes es minimizar su error, ignorarlo o intentar culpar a otros. 

2. Controlar la reacción. Los líderes deben controlar sus emociones aunque haya frustración, vergüenza e incomodidad. No deben insistir en tener la razón o culpar a otros por un error. Tienen que reflexionar, considerar puntos de vista alternativos y nueva información. Nunca hacer suposiciones sin conocer los hechos. Evitar las lagunas de razonamiento.

3. Comunicarse con claridad. Es importante que los líderes sean lo más claro posible al hablar de sus errores con los miembros del equipo. Deben definir el error con precisión, evaluar la magnitud del daño, diseñar los pasos siguientes, escuchar opiniones, comunicarse con transparencia. 

4. Solucionar el problema. Los errores suelen ser sintomáticos de un problema mayor que debe abordarse. Una vez que los líderes comprenden por qué se cometió el error, pueden crear un proceso para ayudar a evitar errores similares en el futuro.

Todos los días leemos historias sobre los errores de los partidos políticos mexicanos y sus líderes. Es me recordó al “síndrome del impostor”. Es un término acuñado en 1978 por las psicólogas clínicas Pauline R. Clance y Suzanne A. Imes, que se refiere a individuos con un alto rendimiento, caracterizados por una incapacidad para internalizar sus logros y un miedo persistente a ser expuestos como un "fraude".

Hay individuos que sienten que "van a ser descubiertos". Esta idea de que "no encajan" refuerza aún más la sensación de "simplemente tuve suerte" y "no estoy aquí porque lo merezca". Todo esto aumenta la ansiedad, la baja autoestima y el estancamiento en un trabajo que dura mucho más de lo previsto, a pesar de un buen desempeño o del deseo de adquirir más responsabilidades.

En los años de la pandemia leí el libro “Own Your Greatness: Overcome Impostor Syndrome, Beat Self-Doubt, and Succeed in Life” (2020), de Lisa Orbé-Austin y Richard Orbé-Austin ("Aduéñate de tu grandeza: Supera el síndrome del impostor, vence las dudas y triunfa en la vida"). Los autores son terapeutas y estiman que el 70% de las personas experimentará el “síndrome del impostor” en algún momento de su vida. 

El libro ofrece una guía completa para comprender y superar el “síndrome del impostor”, esa persistente sensación de fraude intelectual y profesional a pesar de las evidencias externas de competencia. Los autores analizan minuciosamente el fenómeno y sus diversas manifestaciones y causas subyacentes:

1. Describen claramente sus características, incluyendo sentimientos de fraude, miedo a ser descubierto, atribuir el éxito a factores externos y perfeccionismo.

2. Categorizan patrones comunes del síndrome del impostor (el perfeccionista, el experto, el solista) para ayudar a los lectores a reconocer sus manifestaciones específicas.

3. Exploran los posibles orígenes del síndrome del impostor, incluyendo dinámicas familiares, presiones sociales y normas culturales.

4. Ofrecen técnicas prácticas para desafiar los pensamientos negativos, replantear los éxitos, desarrollar la autocompasión, construir confianza y aceptar la imperfección. Esto incluye la reestructuración cognitiva, experimentos conductuales y el cultivo de una mentalidad de crecimiento.

5. Orientan para mantener el progreso y desarrollar resiliencia ante futuros episodios de inseguridad. 

Creo que la metodología del libro puede aplicarse a los partidos políticos. Los principios descritos en ofrecen un marco sorprendentemente relevante sobre cómo los partidos políticos pueden abordar sus propias formas de "síndrome del impostor" y cultivar una presencia más auténtica y efectiva en el panorama político. 

El síndrome del impostor en los partidos políticos se manifiesta cuando políticos o líderes de partidos, a pesar de su competencia, dudan de su legitimidad y temen ser expuestos como un fraude. Esto puede tener varios efectos en la dinámica y la gobernanza del partido:

1. Parálisis en la toma de decisiones: Los líderes con síndrome del impostor pueden dudar en tomar decisiones audaces o ceder excesivamente ante los demás, temiendo que sus decisiones sean juzgadas con severidad o que se expongan sus supuestas deficiencias. Esto puede ralentizar las respuestas del partido, especialmente durante las crisis, cuando la decisión es crucial.

2. Reducción de la cercanía y la participación pública: La preparación excesiva y la búsqueda de la perfección pueden hacer que los líderes parezcan menos espontáneos o cercanos, lo que debilita su conexión con los votantes y colegas.

3. Problemas de delegación y colaboración: Los líderes pueden evitar delegar tareas, preocupados de que compartir la responsabilidad pueda revelar sus supuestas deficiencias. Esto centraliza el poder y sofoca la creatividad y la eficiencia del equipo.

4. Impacto en la diversidad e inclusión: Los miembros de grupos históricamente subrepresentados pueden experimentar un mayor síndrome del impostor, especialmente al ser juzgados por quienes tradicionalmente ostentan el poder. Esto puede generar reticencia a expresar nuevas ideas o adoptar posturas controvertidas, e incluso puede resultar en renuncias prematuras.

5. Percepción y confianza pública: La inseguridad persistente y la vacilación visible pueden socavar la confianza pública en el liderazgo de un partido, afectando los resultados electorales y la cohesión interna.

Los partidos políticos pueden abordar el síndrome del impostor fomentando culturas que valoren la experiencia por encima de la confianza en sí mismos, fomentando el debate abierto sobre las inseguridades y apoyando diversos estilos de liderazgo en lugar de castigar las desviaciones percibidas de la tradición.

1. Identificar el origen del impostor en el partido: Así como las personas atribuyen los sentimientos de impostor a experiencias formativas, los partidos políticos pueden reflexionar sobre eventos históricos que pudieron haber impactado su autopercepción. Las derrotas electorales, los conflictos internos o los escándalos públicos pueden generar una sensación colectiva de incompetencia. Reconocer estos eventos permite al partido comprender y abordar los problemas subyacentes que afectan su identidad.

2. Reconocer los detonantes organizacionales: Los partidos deben identificar las situaciones que generan dudas o comportamientos defensivos. Estas pueden incluir la cobertura mediática crítica, la participación en debates sobre políticas polémicas o la gestión de transiciones de liderazgo. Al anticipar estos detonantes, los partidos pueden preparar respuestas constructivas, manteniendo la compostura y la claridad en tiempos difíciles.

3. Reformular la narrativa interna: En lugar de ver los reveses pasados como fracasos, los partidos pueden reinterpretarlos como oportunidades de aprendizaje que contribuyeron al crecimiento y la resiliencia. Este cambio de una narrativa centrada en los déficits a una que reconoce los logros y la adaptabilidad fomenta una autoimagen organizacional más positiva.

4. Fomentar la comunicación abierta: Fomentar la transparencia dentro del partido ayuda a combatir los sentimientos de incompetencia. Crear espacios donde los miembros puedan compartir inquietudes y experiencias promueve el apoyo mutuo y la resolución colectiva de problemas, reduciendo el aislamiento que a menudo acompaña a los sentimientos de impostor.

5. Desafiar los pensamientos negativos automáticos: Los partidos pueden desarrollar estrategias para contrarrestar creencias negativas generalizadas, como "siempre perdemos en las zonas urbanas" o "nuestras políticas son demasiado complejas para el público". Al examinar críticamente estas ideas y reemplazarlas con afirmaciones basadas en la evidencia, los partidos pueden construir una perspectiva más equilibrada.

6. Experimentar con nuevos roles: Así como se anima a las personas a probar nuevos roles, los partidos pueden explorar diferentes enfoques de liderazgo y participación. Pasar de una postura reactiva a una proactiva e innovadora en políticas, o de un activista tradicional a un comunicador experto en medios digitales, puede revitalizar la imagen y la eficacia del partido.

7. Construir una coalición de apoyo: Formar alianzas con organizaciones, grupos comunitarios y líderes de opinión afines puede reforzar la misión y los valores del partido. Estas alianzas proporcionan validación externa y amplían la red de apoyo del partido, contribuyendo a un mayor sentido de propósito y legitimidad.

Los partidos suelen participar en diálogos internos autocríticos. Cuestionar narrativas y replantear acontecimientos pasados desde una perspectiva más equilibrada puede fortalecer la confianza colectiva. En lugar de centrarse únicamente en las victorias electorales, los partidos pueden aprender a reconocer y valorar otras formas de éxito, como la defensa eficaz de políticas públicas.

Los partidos deben aceptar los errores y aprender de ellos sin culparse ni recriminarse internamente. Una cultura de aprendizaje y crecimiento fomenta la resiliencia. Reconocer pública e internamente las fortalezas, los valores y las contribuciones históricas del partido puede fortalecer el sentido de eficacia colectiva.

https://www.sdpnoticias.com/opinion/el-sindrome-del-impostor-y-los-partidos-politicos/


Friday, May 09, 2025

La magia de una conversación

La magia de una conversación

Javier Treviño

@javier_trevino

En medio del inmenso mar de desacuerdos todavía podemos encontrar algunas islas de acuerdos. Hace tiempo leí uno de los artículos de Irene Vallejo donde destaca el poder transformador de la conversación como un arte esencial para construir entendimiento. La clave está en escuchar y dialogar con respeto, sin arrogancia ni imposición, buscando puntos de concordancia más que demostrar que se tiene la razón. 

Las disputas son parte inevitable de la interacción humana y surgen en el ámbito laboral, familiar, de amistad e incluso entre países. Si bien los conflictos suelen tener connotaciones negativas, también ofrecen oportunidades de crecimiento y comprensión si se abordan con las herramientas adecuadas. La conversación es el medio más poderoso y transformador para resolver disputas.

¿Por qué la conversación es importante en la resolución de conflictos? Porque se basa en la conexión. A través del diálogo, las personas comparten pensamientos, emociones y perspectivas, creando un puente entre diferentes puntos de vista. Cuando surge un conflicto, una conversación significativa se convierte en el vehículo que transforma la discordia en comprensión y, en última instancia, en resolución.

Las conversaciones productivas permiten a las partes expresar sus necesidades e inquietudes, escucharse mutuamente y colaborar para encontrar soluciones. Este proceso no sólo resuelve el problema inmediato, sino que también fortalece las relaciones y genera confianza para el futuro. Cortesía, claridad y empatía pueden derribar las barreras de la soledad y la hostilidad. Una conversación es la herramienta más poderosa para la colaboración, la convivencia y las alianzas.

¿Cuáles son los elementos clave de las conversaciones efectivas en caso de conflictos?

1. Escucha activa: una de las habilidades cruciales en la resolución de conflictos es la escucha activa. Esto significa concentrarse plenamente en la persona que habla, interpretar tanto sus palabras como sus emociones, y demostrar un interés genuino en su perspectiva. La escucha activa garantiza que todas las partes se sientan respetadas, lo cual es esencial para reducir la tensión y fomentar el entendimiento mutuo.


2. Comunicación clara y constructiva: expresarse con claridad y respeto es vital. Usar frases en primera persona, en lugar de lenguaje acusatorio, ayuda a comunicar sentimientos sin culpar; reduce la actitud defensiva y abre la puerta a una conversación honesta.


3. Crear un entorno seguro: elegir un entorno neutral y privado para conversaciones difíciles puede ayudar a los participantes a sentirse más cómodos y dispuestos a participar abiertamente. Establecer reglas básicas para una comunicación respetuosa garantiza que el diálogo se mantenga constructivo.


4. Buscar puntos en común: centrarse en objetivos o valores compartidos ayuda a que la conversación pase de ser conflictiva a colaborativa. Cuando ambas partes reconocen sus intereses comunes, encontrar soluciones se vuelve más fácil y satisfactorio para todos los involucrados.

¿Podemos encontrar un potencial transformador en una conversación? Creo que sí. Un diálogo significativo va más allá de resolver disputas específicas; puede transformar relaciones y comunidades. Al abordar los conflictos con curiosidad y apertura, las personas pueden convertir los desacuerdos en oportunidades de aprendizaje y conexión. 

En el ámbito laboral, las conversaciones constructivas sobre conflictos pueden aumentar la productividad y el bienestar, mientras que en las familias y las amistades, profundizan los vínculos emocionales y la confianza.

Además, las conversaciones que abordan problemas y emociones subyacentes, en lugar de simplemente superficializar desacuerdos, pueden generar cambios duraderos y prevenir futuros conflictos. Este enfoque fomenta una cultura de comunicación abierta, donde los problemas se abordan de forma proactiva en lugar de permitir que se agraven.

En un mundo cada vez más polarizado, el arte de la conversación sigue siendo una de las herramientas más potentes para resolver disputas en los ámbitos personal, profesional y social. El diálogo fomenta la comprensión, la empatía y la colaboración; permite a las personas y a las comunidades superar las diferencias y encontrar puntos en común.

En esencia, el diálogo es más que un simple intercambio de palabras; es un proceso de entendimiento mutuo. ¿Qué es lo que dicen algunos de los expertos que han estudiado el poder de la conversación?

1. Thich Nhat Hanh, un reconocido monje budista, enfatizó que “en el diálogo verdadero, ambas partes están dispuestas a cambiar”. Esta disposición a adaptarse y comprender la perspectiva del otro es fundamental para la resolución de conflictos.


2. Marshall Rosenberg , en “Comunicación no violenta: un lenguaje de vida”, ofrece un enfoque estructurado para el diálogo empático. Enfatiza la observación sin prejuzgar; la expresión honesta de sentimientos y necesidades, y la formulación de peticiones claras, fomentando así el respeto y la comprensión mutuos.


3. Roger Fisher y William Ury, en “Cómo llegar al sí”, abogan por una negociación basada en principios. Su método consiste en separar a las personas del problema, centrándose en los intereses en lugar de las posiciones, trabajando juntos para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas.


4. Jefferson Fisher enfatiza la importancia de la regulación emocional y la curiosidad en las conversaciones. En su libro “The Next Conversation”, aconseja técnicas como hacer una pausa antes de responder a los insultos y buscar comprender las motivaciones subyacentes.


5. El diálogo también desempeña un papel crucial para abordar conflictos sociales y políticos. Paula Green, experta en consolidación de la paz, inició "Hands Across the Hills", un proyecto que reúne a personas de comunidades políticamente divergentes para fomentar el entendimiento a través del diálogo. Escuchar e interacción empática son pasos vitales para superar las brechas y lograr el cambio social.


6. Daniel Yankelovich, en “La magia del diálogo”, subraya la importancia de transformar el conflicto en cooperación. Identifica elementos clave como la igualdad entre las partes, la escucha empática y la disposición a revelar las suposiciones como cruciales para el éxito del diálogo.


7. George Kennan en "Diplomacia estadounidense", argumentó con toda razón que si bien las dinámicas de poder son innegables, el diálogo sostenido, basado en la comprensión y el respeto, es esencial para desenvolverse en panoramas geopolíticos complejos.


8. Nelson Mandela decía que “si quieres hacer la paz con tu enemigo, tienes que colaborar con él. Entonces se converitrá en tu aliado”. Esta alianza, surgida del terreno fértil del diálogo, es la clave para resolver disputas y construir relaciones y sociedades más armoniosas.

Las conversaciones no son sólo un medio para un fin en la resolución de conflictos; son la base sobre la que se construyen la comprensión, la confianza y las soluciones duraderas. Al fomentar un diálogo abierto, honesto y empático, las personas y los grupos pueden transformar las disputas en oportunidades de conexión y crecimiento. El verdadero poder de la conversación reside en su capacidad para transformar el conflicto en colaboración.

Al acoger el diálogo, las personas y las sociedades pueden superar el conflicto, fomentando conexiones que conducen a una paz y colaboración duraderas. Cuando se maneja con intención y habilidad, el diálogo posee una riqueza, poder y eficacia que trasciende los marcos legales y las intervenciones contundentes, ofreciendo un camino hacia la comprensión, el compromiso y, en última instancia, la paz.

La riqueza de la conversación en la resolución de disputas reside en su capacidad inherente para el intercambio multifacético. Va más allá de la dicotomía entre lo correcto y lo incorrecto, permitiendo la exploración de las necesidades, emociones y perspectivas subyacentes. 

El poder de la conversación está en la capacidad para fomentar la comprensión y tender puentes. Los conflictos suelen surgir por interpretaciones erróneas, expectativas incumplidas y la incapacidad de comprender la perspectiva del otro. A través del diálogo abierto, las partes pueden expresar sus experiencias, aclarar sus posiciones y comprender mejor la realidad del otro. 

La conversación permite a las personas humanizar el conflicto. Cuando las disputas se reducen a principios abstractos o argumentos legales, se pasa por alto el núcleo emocional. El diálogo permite expresar la vulnerabilidad y reconocer la humanidad compartida. 

La eficacia de la conversación como herramienta de resolución de disputas es evidente en todos los ámbitos de la vida: 

a) En las familias, las conversaciones abiertas y honestas pueden reparar relaciones fracturadas y establecer patrones de comunicación más saludables. 

b) En los negocios, el diálogo constructivo entre colegas o entre la gerencia y los empleados puede resolver conflictos laborales, mejorar la productividad y fomentar un entorno más colaborativo. 

c) En el ámbito internacional, las conversaciones diplomáticas, por muy desafiantes que sean, siguen siendo la principal vía para prevenir y resolver conflictos entre naciones.

¿Por qué no usamos, entonces, la magia de una conversación para acabar con la dañina polarización en la política? 

https://www.sdpnoticias.com/opinion/la-magia-de-una-conversacion/