Saturday, June 21, 2025

WFA en los gobiernos

WFA en los gobiernos

Javier Treviño

@javier_trevino

He estado viajando las últimas tres semanas. Y sigo trabajando intensamente todos los días desde cualquier lugar en donde me encuentre. Por eso he pensado mucho en la posibilidad de que los gobiernos (municipios, estados y gobierno federal), algún día, se atrevieran a replantear el futuro del trabajo. ¿Usted cree que podrían aprender de las organizaciones que ya han adoptado la flexibilidad geográfica? 

Los modelos de teletrabajo podrían transformar la distribución del talento en los gobiernos. Incluso podrían eliminar las posibilidades de corrupción. Necesitamos empezar a pensar en casos prácticos y estrategias para que los gobiernos atraigan talento, impulsen la innovación, la transparencia y promuevan la equidad. 

En el cambiante panorama laboral moderno, hay todo tipo de opiniones diversas sobre el trabajo tradicional de oficina, los modelos híbridos y las configuraciones totalmente remotas. 

En medio de este debate, leí el libro de Prithwiraj Choudhury, “The World Is Your Office: How Work from Anywhere Boosts Talent, Productivity, and Innovation" (2025). Se perfila como una guía, basada en evidencia, que defiende el modelo de "trabajo desde cualquier lugar" (“Work From Anywhere” o WFA) como una estrategia transformadora para las organizaciones del siglo XXI. 

Basándose en más de una década de investigación pionera de la Escuela de Negocios de Harvard, Choudhury postula que el WFA no es un simple cambio logístico, sino una profunda ventaja competitiva que puede redefinir la forma en que las empresas atraen talento, mejoran la producción e impulsan la innovación.

El argumento central gira en torno a una clara distinción entre el teletrabajo que ofrece flexibilidad temporal, pero requiere que los empleados permanezcan geográficamente vinculados a una oficina, y el teletrabajo que otorga flexibilidad tanto temporal como geográfica, permitiendo a los empleados vivir y trabajar desde cualquier lugar con una conexión a internet. 

El teletrabajo beneficia por igual a trabajadores, comunidades y empleadores. Para los trabajadores, ofrece una flexibilidad inigualable, una mejor calidad de vida y un potencial ahorro de costos al permitir la reubicación en zonas más atractivas o asequibles. Para las comunidades, puede impulsar el desarrollo regional al distribuir el talento calificado de forma más amplia, reducir la congestión urbana y aliviar las presiones migratorias. Para los empleadores, el teletrabajo ofrece ventajas significativas en la adquisición y retención de talento, la productividad y la innovación.

Un pilar central del libro de Choudhury es el profundo impacto del teletrabajo en el talento. Al eliminar las restricciones geográficas, las organizaciones pueden ampliar drásticamente su cartera de talento, reclutando a profesionales de primer nivel de todo el mundo, independientemente de su ubicación física. Esto les permitiría contratar a “la persona ideal” en lugar de “la persona disponible localmente”. También fomentaría una fuerza laboral más diversa e inclusiva y altas tasas de retención. 

Más allá del talento, Choudhury demuestra meticulosamente cómo la flexibilidad geográfica puede impulsar significativamente la productividad. Esta mejora se atribuye a factores como la reducción de los tiempos de desplazamiento, el aumento de la autonomía y la capacidad de los empleados para optimizar su entorno laboral para lograr su eficacia personal. 

El argumento es que, cuando los empleados pueden vivir donde prefieren, su bienestar general y satisfacción laboral se traducen en un mayor compromiso y, en consecuencia, en un mayor rendimiento.

El libro también profundiza en el potencial de la WFA para impulsar la innovación. Si bien la creencia popular sugiere que la proximidad física es esencial para la colaboración creativa, Choudhury argumenta que la WFA, cuando se implementa con prácticas de gestión intencionales, puede fomentar una ideación más profunda y reflexiva. 

Aboga por una comunicación "asincrónica" y procesos de documentación sólidos, similares a la Wikipedia de una empresa, donde el conocimiento se comparte de forma transparente y se actualiza constantemente. Esto permite que personas de diferentes zonas horarias aporten ideas a su propio ritmo, lo que genera un trabajo más profundo y, potencialmente, soluciones más creativas. 

Además, se proponen oportunidades estructuradas para la interacción informal, como reuniones virtuales o retiros presenciales periódicos fuera de la oficina, para combatir el aislamiento y facilitar conexiones fortuitas vitales para la innovación. El libro también explora cómo las tecnologías emergentes, como la IA y la automatización, pueden extender el trabajo remoto a roles tradicionalmente considerados "sin escritorio", como la manufactura, al replicar digitalmente las operaciones del mundo real.

Choudhury reconoce los desafíos inherentes del trabajo remoto: comunicación entre zonas horarias, intercambio efectivo de conocimientos y mitigación del aislamiento de los empleados. Sin embargo, ofrece una guía práctica para que los líderes superen estos obstáculos, haciendo hincapié en estrategias como la creación de una base de conocimiento compartida y documentada, el diseño de flujos de trabajo que fomenten el intercambio de ideas y el fomento de una cultura de confianza y autonomía.

Tenemos que reimaginar el futuro del trabajo en el gobierno para que prospere en un mundo verdaderamente sin fronteras. Al adoptar los marcos de WFA, los gobiernos podrían abordar la escasez de talento, las ineficiencias operativas y los desafíos en la prestación de servicios públicos. 

1. Adquisición y retención de talento: Desde el inicio de la 4T, los gobiernos han tenido dificultades para competir con los salarios y la flexibilidad del sector privado. Implementar el WFA podría revolucionar la contratación en el sector público.

a) Acceso global al talento: Los gobiernos podrían contratar puestos especializados (expertos en ciberseguridad, científicos de datos) independientemente de la ubicación, superando las barreras geográficas.

b) Retención mediante la flexibilidad: Ofrecer autonomía de ubicación reduciría la deserción, especialmente entre los trabajadores más jóvenes que priorizan la conciliación de la vida laboral y personal.

c) Diversidad: Las políticas de teletrabajo atraen a grupos subrepresentados (personas con discapacidad) a la función pública.

2. Eficiencia operativa y ahorro de costos: El teletrabajo aborda directamente la sobrecarga burocrática y el desperdicio de recursos.

a) Reducción de espacio físico: Reducir la huella física podría ahorrar miles de millones. ¿Cuánto gastan los gobienros en espacio de oficina? Los modelos híbridos podrían reducir el costo entre un 40 % y un 60 %.

b) Ganancias de productividad: Estudios citados por Choudhury muestran que los trabajadores remotos logran un rendimiento entre un 13% y un 22% mayor gracias a la reducción de distracciones.

c) Planificación de la continuidad: Las fuerzas de trabajo distribuidas garantizan la resiliencia durante las crisis (pandemias, desastres naturales).

3. Modernización de los servicios públicos: La WFA facilita la innovación centrada en el ciudadano.

a) Servicios digitales: Las plataformas en la nube permiten a las agencias procesar permisos, beneficios y consultas desde cualquier lugar, reduciendo los tiempos de espera.

b) Integración de IA y automatización: La robótica y la IA amplían la WFA a funciones que no requieren escritorio, como el monitoreo de infraestructura o las inspecciones de campo.

c) Colaboración interjurisdiccional: Los equipos interinstitucionales pueden abordar problemas complejos sin retrasos ni costosos viajes.

4. Marco de implementación para gobiernos: La estrategia requiere adaptación a las limitaciones del sector público.

a) Repositorios virtuales: Las bases de datos centralizadas para políticas, capacitación y transcripciones de reuniones garantizan la coherencia.

b) Mentoría electrónica: Incorporación remota y desarrollo de habilidades para nuevos empleados.

c) Horarios híbridos: Dividir las semanas entre trabajo de campo/oficina y tareas remotas para mantener la cohesión.

d) Arquitectura de confianza: Acceso seguro para teletrabajadores que manejan datos confidenciales.

e) Sistemas gemelos digitales: Simulación de proyectos de infraestructura para la colaboración remota.

f) Subvenciones para mejoras tecnológicas: La financiación federal podría subvencionar dispositivos y software seguros.

g) Sueldos: Ajuste salarial según el lugar de trabajo de los empleados, no según la sede de la dependencia.

h) Inclusión rural: Expansión de internet de alta velocidad para apoyar la WFA en zonas desatendidas.

i) Protocolos de zona horaria: Expectativas claras para los puestos que requieren horarios de trabajo específicos.

5. Retos y mitigaciones

a) Ciberseguridad: Cifrado robusto y capacitación obligatoria para teletrabajadores.

b) Cultura heredada: Adopción gradual de la flexibilidad geográfica, comenzando por las agencias tecnológicamente avanzadas.

c) Auditorías de equidad: Monitorear las tasas de participación en todos los grupos demográficos para prevenir la exclusión.

Creo que el modelo de flexibilidad geográfica ofrecería a los gobiernos una vía para revitalizar el servicio público. Al adoptar estrategias de talento independientes de la ubicación, infraestructura digital y políticas flexibles, el gobierno podría mejorar la eficiencia operativa, fomentar la innovación y brindar un mejor servicio a los ciudadanos. Como argumenta el libro de Choudhury, la flexibilidad geográfica no es sólo una ventaja, sino una “ventaja competitiva” que los gobiernos ya no pueden permitirse ignorar.

https://www.sdpnoticias.com/opinion/wfa-en-los-gobiernos/


Saturday, June 14, 2025

Cuando te duermes en tus laureles

Cuando te duermes en tus laureles

Javier Treviño

@javier_trevino

Monterrey se erigió durante muchos años como un faro de industrialización y prosperidad en América Latina. Su transformación a un dinámico centro económico fue el resultado de una rica y compleja historia industrial, marcada por la visión empresarial, la inversión estratégica y la adaptación a las coyunturas históricas. La industrialización no sólo cambió el paisaje urbano de Monterrey, sino que redefinió la vida social, laboral y cultural de sus habitantes, consolidándola como uno de los motores económicos más importantes de México.

Los orígenes de la industrialización de Monterrey se remontan a finales del siglo XIX, con un impulso significativo a partir de 1890. Aunque ya existían pequeñas fábricas textiles y talleres, el verdadero despegue se dio con la fundación de grandes empresas que sentaron las bases de la industria pesada y de transformación. Un factor clave fue la cercanía con Estados Unidos, que no sólo facilitó el comercio (especialmente durante la Guerra Civil Americana, que desvió el flujo de algodón hacia los puertos del norte de México), sino que también propició la afluencia de capital y la adopción de nuevas tecnologías y modelos de gestión. La Cervecería Cuauhtémoc (fundada en 1890) y la Compañía Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey (establecida en 1900) fueron ejemplos emblemáticos de este primer boom industrial.

En primer lugar, la generación masiva de empleo atrajo a miles de familias trabajadoras, mejorando significativamente las condiciones económicas, reduciendo el desempleo y la pobreza. Las empresas pioneras no sólo ofrecieron trabajo, sino que, en un enfoque que prefiguraba la responsabilidad social, proporcionaron viviendas, acceso a parques, hospitales y clubes sociales, lo que también contribuyó a una fuerza laboral más estable y eficiente. Esta sinergia entre el sector privado y el desarrollo social fue un diferenciador crucial.

En segundo lugar, la diversificación industrial fue clave para la resiliencia económica de la ciudad. Aunque inicialmente dominada por la industria pesada, Monterrey se expandió a sectores como el cemento, vidrio, alimentos, bebidas y, posteriormente, la manufactura avanzada, la robótica, la logística, la tecnología y las finanzas. Esta capacidad de adaptación a las demandas del mercado global y la atracción de inversiones en nuevos sectores consolidaron su posición estratégica.

En tercer lugar, la inversión en infraestructura y educación fue fundamental. La creación de instituciones educativas de prestigio como la Universidad Autónoma de Nuevo León (1933) y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (1943), aseguraron la formación de mano de obra calificada y líderes industriales, esenciales para el crecimiento sostenido. Esta colaboración entre academia y sector empresarial ha sido un pilar del éxito regiomontano.

En cuarto lugar, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte se convirtió en el motor del nuevo crecimiento de la región. Hoy en día, la apertura comercial ha permitido que Monterrey siga siendo un epicentro industrial y económico. Cemex, Femsa, Alfa, Xignux, Vitro, Arca Continental, Gruma, Ternium, DeAcero, Frisa, Cydsa, Banorte y Afirme y muchas más no sólo son pilares de la economía de Monterrey, sino que también reflejan la capacidad de la ciudad para innovar, diversificar y competir a nivel global. 

La historia industrial de Monterrey es un testimonio de cómo una visión a largo plazo, la inversión en capital humano, una robusta infraestructura y el libre comercio pueden transformar una región, convirtiéndola en un verdadero motor de prosperidad y un modelo de desarrollo industrial en México y más allá.

¿Cuál es el riesgo, para las grandes empresas de Monterrey, de que, tal vez sin quererlo, hoy se duerman en sus laureles? 

Hace poco leí el libro de John Kay, “The Corporation in the Twenty-First Century: Why (Almost) Everything We Are Told About Business Is Wrong” (2024), que ofrece una visión de los cambios en el pensamiento empresarial y la batalla por la confianza del consumidor.

Kay es uno de los economistas y comentaristas británicos más respetados en materia de negocios y políticas públicas. Presenta una contundente crítica de la ortodoxia corporativa contemporánea. Combinando perspectiva histórica, agudo razonamiento económico y ejemplos modernos, Kay desmonta los mitos prevalecientes sobre las corporaciones y propone una visión más sólida y sostenible de lo que son y deberían ser.

1. El dogma erróneo del valor para el accionista.

En el centro del argumento de Kay se encuentra un contundente rechazo a la idea de que el único propósito de una corporación es maximizar el valor para el accionista. Rastrea el auge de esta ideología en las décadas de 1970 y 1980, particularmente a través de pensadores como Milton Friedman y la Escuela de Chicago. Muestra cómo este enfoque estrecho ha llevado al cortoplacismo, la sobrecompensación ejecutiva, la financiarización y una desconfianza generalizada en las empresas.

“El valor para el accionista es un resultado, no un propósito”, escribe Kay. “Las corporaciones obtienen mejores resultados cuando buscan la excelencia en sus propios términos: creando buenos productos, atendiendo a los clientes y fomentando la innovación”.

2. La corporación como institución social.

Kay argumenta que las corporaciones no son meros acuerdos contractuales entre proveedores de capital, sino instituciones sociales en evolución, arraigadas en la sociedad. Se basan en la confianza, las normas y las relaciones a largo plazo con empleados, clientes, proveedores y comunidades. Su legitimidad reside en la eficacia con la que sirven a todos estos grupos de interés, no sólo a los accionistas.

Establece paralelismos entre las corporaciones y otras instituciones (como universidades, hospitales y gobiernos), enfatizando su papel en la creación de valor colectivo en lugar del beneficio individual.

3. La ficción de la eficiencia del mercado.

Otro mito que Kay critica es la creencia en la infalibilidad de los mercados y la idea de que la competencia y la desregulación siempre producen resultados óptimos. Expone las fallas de los modelos económicos excesivamente simplistas que ignoran las complejidades del mundo real, como las fallas del mercado, las asimetrías de información y el comportamiento humano que desafía el cálculo racional.

“La teoría económica no describe cómo funcionan realmente las empresas. Tampoco debería prescribir cómo deberían funcionar”.

4. El rol del propósito, la cultura y la adaptabilidad.

En contraste con las estructuras rígidas y las métricas financieras, Kay defiende las corporaciones orientadas a un propósito, adaptables y culturalmente ricas. Enfatiza que las empresas más exitosas, como Unilever, Toyota y Johnson & Johnson, prosperan no maximizando las ganancias, sino cultivando identidades únicas, misiones a largo plazo y valores profundamente arraigados.

Estas empresas invierten en las personas, fomentan la experimentación y evolucionan a través del aprendizaje, no sólo de la estrategia dictada desde las salas de juntas. 

5. Reparar el capitalismo repensando la corporación.

En lugar de derrocar el capitalismo, Kay propone reformarlo volviendo a sus principios fundamentales: las corporaciones existen para crear valor para la sociedad. Exige cambios en la legislación, la gobernanza y la educación para alejarse de la ingeniería financiera y centrarse en el fomento de empresas genuinamente productivas.

6. Reflexiones críticas.

El análisis de Kay es accesible y profundo. Combina historia, teoría y estudios de caso contemporáneos con un estilo lúcido, escéptico e  ingenioso. El libro resulta especialmente convincente en una época en la que la confianza pública en las grandes empresas, y en el gobierno, es baja y en la que el cambio climático, la desigualdad y la disrupción tecnológica exigen una reinvención de la responsabilidad corporativa.

Algunos críticos podrían argumentar que la visión de Kay es idealista, especialmente dados los incentivos arraigados en los mercados de capitales. Pero no es utópico: sus soluciones son pragmáticas y se basan en el comportamiento corporativo real que ha tenido éxito a largo plazo.

Conclusión

Hoy es oportuno y necesario desafiar los dogmas imperantes en Monterrey sobre los negocios. John Kay insta a los lectores a repensar el propósito de las corporaciones. Al abogar por una concepción más amplia del valor y el éxito, ofrece no sólo una crítica, sino una hoja de ruta esperanzadora para un capitalismo más resiliente y ético.

“La corporación en el siglo XXI” es una obra reflexiva y oportuna que reta a los líderes empresariales, políticos, legisladores y académicos de Nuevo León a no dormirse en sus laureles, despertar y repensar el propósito y las prácticas de la corporación moderna y su impacto en la política y la sociedad local. El análisis de Kay es, a la vez, una crítica de los errores del pasado y un plan para construir organizaciones más resilientes, innovadoras y socialmente responsables en el futuro.

https://www.sdpnoticias.com/opinion/cuando-te-duermes-en-tus-laureles/


Sunday, June 08, 2025

El camino sinuoso de la transformación

El camino sinuoso de la transformación

Javier Treviño

@javier_trevino

El lunes pasado estuve en una conferencia de Nido Qubein en Estados Unidos. Es un reconocido empresario, educador y orador motivacional de origen libanés-estadounidense. Nació en 1948 en Jordania, hijo de madre libanesa y padre jordano. Tras la muerte de su padre, cuando tenía seis años, fue criado por su madre, una costurera. A los 17 años emigró a Estados Unidos con apenas 50 dólares en el bolsillo y un conocimiento limitado del inglés.

Qubein estudió en Mount Olive College y luego se transfirió a High Point University, donde se graduó en 1970. Posteriormente obtuvo una maestría en educación empresarial por la Universidad de Carolina del Norte, en Greensboro. Llegó a ser presidente de High Point University en 2005, liderando una transformación de la institución, que pasó de ser una pequeña universidad regional a una de las más reconocidas en el sur de Estados Unidos.

Qubein es un exitoso empresario. Fue presidente de Great Harvest Bread Company y miembro de los consejos de administración de Truist Financial y La-Z-Boy Corporation. También es autor de una docena de libros sobre liderazgo, comunicación y desarrollo personal. Es considerado uno de los oradores motivacionales más influyentes de Estados Unidos. Su mensaje se centra en la importancia de la actitud, el liderazgo con propósito, la resiliencia y la visión estratégica para transformar organizaciones y vidas personales.

Después de la conferencia, leí su libro, de 2024, “Extraordinary Transformation: An Entrepreneurial Blueprint for Leaders Who Seek Transformational Growth in Any Organization”. Pensé mucho en las elecciones del domingo pasado y en el reto que tiene el gobierno mexicano cuando habla de transformación.

En una era marcada por cambios constantes y desafíos sin precedentes, la necesidad de transformar nunca había sido tan urgente. El libro de Nido Qubein podría ser una guía práctica y oportuna que ofrece un marco integral para que nuestros líderes puedan desenvolverse en este panorama dinámico. 

Un crecimiento profundo y sostenible de una nación no se logra mediante ajustes graduales. Se tiene que adoptar una mentalidad emprendedora, cultivar una visión estratégica clara y ejecutar con una disciplina inquebrantable, a la vez que se fomenta una cultura que promueve la evolución continua. Es un camino sinuoso.

En el libro "Transformación extraordinaria" de Qubein se encuentra el concepto del plan empresarial. No es sólo para crear nuevas empresas, sino establecer tres pilares para inculcar en las organizaciones consolidadas la agilidad, la tolerancia al riesgo y el espíritu innovador. 

Primero, Qubein argumenta que los líderes deben convertirse en "intraemprendedores"; buscar constantemente nuevas oportunidades, desafiar la sabiduría convencional y estar dispuestos a adaptarse cuando sea necesario. Esta mentalidad fomenta una postura proactiva ante el cambio, considerando la disrupción no como una amenaza, sino como un terreno fértil para nuevas posibilidades. 

Se trata de fomentar una cultura donde se tomen riesgos calculados, los fracasos se consideren como oportunidades de aprendizaje y la creatividad sea un motor, independientemente de si la organización es una startup tecnológica emergente o una agencia gubernamental con una larga trayectoria.

Segundo, este espíritu emprendedor se complementa con el énfasis en la visión estratégica y la claridad. Qubein enfatiza que una transformación no puede ocurrir en el vacío; requiere una imagen convincente y bien articulada del futuro deseado. Esta visión va más allá de los meros objetivos financieros o la eficiencia operativa; debe inspirar, alinear y motivar a cada persona dentro de la organización. 

Una visión clara actúa como una guía para la toma de decisiones. Prioriza iniciativas y garantiza que todos los esfuerzos se canalicen hacia un objetivo unificado. Sin esta claridad, incluso los esfuerzos más emprendedores pueden convertirse en esfuerzos dispersos, carentes de la coherencia necesaria para una transformación extraordinaria.

El tercer pilar del plan de Qubein es la ejecución disciplinada. Una visión poderosa y una mentalidad emprendedora se vuelven inertes sin el esfuerzo constante y meticuloso necesario para hacerlas realidad. El libro proporciona pasos prácticos para que los líderes traduzcan grandes ideas en resultados tangibles. Esto implica establecer métricas claras, fomentar la responsabilidad y adoptar un proceso iterativo de planificación, implementación y evaluación. 

Qubein subraya que la verdadera transformación no es un evento único, sino un proceso continuo de perfeccionamiento y adaptación. Los líderes deben inculcar una cultura de seguimiento riguroso; garantizar que las estrategias no sólo se conciban, sino que se implementen y ajusten eficazmente a medida que evolucionan las circunstancias. Esta disciplina actúa como motor, e impulsa a la organización a través de las complejidades del cambio.

La base de estos tres pilares es el papel crucial de las personas y la cultura organizacional. Qubein aboga, tanto implícita como explícitamente, por un estilo de liderazgo que empodere, desarrolle e inspire a los empleados de todos los niveles. El crecimiento transformacional es un esfuerzo colectivo y requiere una cultura donde las personas se sientan valoradas, se les anime a aportar sus ideas y se les dote de las habilidades necesarias para afrontar nuevos retos. 

Según Qubein, los líderes deben cultivar un entorno de confianza, comunicación abierta y un propósito compartido, reconociendo que el factor humano es fundamental para impulsar y sostener cualquier cambio organizacional profundo.

"Transformación extraordinaria" de Nido Qubein ofrece un modelo oportuno y de aplicación universal para líderes que buscan algo más que una simple mejora gradual. Al promover una mentalidad emprendedora, enfatizar el poder de una visión estratégica clara y subrayar la necesidad de una ejecución disciplinada, todo ello dentro de una cultura de apoyo y empoderamiento, Qubein ofrece una guía completa. Su trabajo sugiere que la capacidad para un crecimiento extraordinario reside en cualquier organización, esperando ser liberada por líderes dispuestos a adoptar estos principios fundamentales de la transformación.

Aquí están algunas de las mejores frases que subrayé y que ilustran la idea central del libro:

1. “Tu circunstancia actual no determina a dónde puedes llegar; simplemente define por dónde debes empezar”. Esta cita resume la creencia de Qubein de que la transformación comienza con visión y posibilidad, independientemente de las limitaciones actuales.

2. “Las oportunidades no ocurren. Tú las creas”. Qubein enfatiza la mentalidad emprendedora: los líderes deben ser proactivos al forjar nuevos caminos en lugar de esperar la oportunidad.

3. “Si no estás dispuesto a arriesgarte, no puedes crecer. Si no puedes crecer, no puedes alcanzar tu máximo potencial. Si no puedes alcanzar tu máximo potencial, no puedes ser feliz. Si no puedes ser feliz, ¿qué más te queda?”. Esto refleja su convicción de que el crecimiento y la realización personal requieren valentía y disposición para asumir riesgos.

4. “La diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario es ese pequeño extra”. Qubein destaca la importancia de ir más allá de las expectativas: la transformación se logra entregando constantemente más de lo requerido.

5. “El precio de la disciplina siempre es menor que el dolor del arrepentimiento”. La disciplina y la ejecución constante son fundamentales en el plan de Qubein para un cambio duradero.

6. “Una decisión se toma con la mente. Un compromiso se hace con el corazón. Por lo tanto, un compromiso es mucho más profundo y vinculante que una decisión”. La verdadera transformación, según Qubein, requiere un compromiso incondicional, no sólo un acuerdo intelectual.

7. “El cambio siempre trae oportunidades”. En lugar de temer al cambio, Qubein insta a los líderes a verlo como el catalizador del crecimiento y la innovación.

8. “El éxito no se trata sólo de ganar dinero; se trata de marcar la diferencia”. Redefine el éxito como la creación de valor e impacto positivo, no sólo como ganancia personal.

9. “La mayoría de nosotros perdemos las mejores oportunidades de la vida porque se nos presentan disfrazadas de trabajo”. Qubein enfatiza que la transformación se basa en el trabajo duro y en aprovechar las oportunidades que genera el esfuerzo.

10. “¿Eres un termómetro o un termostato? Un termómetro sólo refleja la temperatura de su entorno, adaptándose a la situación. Pero un termostato inicia la acción para cambiar la temperatura de su entorno”. Esta metáfora captura su llamado a los líderes a ser agentes de cambio proactivos, no meros respondedores pasivos.

11. “Cuando una meta le importa lo suficiente a alguien, esa persona encontrará la manera de lograr lo que al principio parecía imposible”. La visión y la pasión impulsan la persistencia necesaria para una transformación extraordinaria.

El mensaje central de Qubein es: la transformación es posible para organizaciones o líderes que adopten una visión audaz, abracen el cambio, se comprometan plenamente, ejecuten con disciplina y espíritu emprendedor.

https://www.sdpnoticias.com/opinion/el-camino-sinuoso-de-la-transformacion/