Javier Treviño Cantú
El Norte
12 de abril de 2006
Salir de vacaciones en Semana Santa significaba olvidarse de todo. Pero las tecnologías de la información también están cambiando esa realidad. A donde vayamos, el teléfono celular, la computadora portátil, el iPod, el BlackBerry o cualquier otro aparato electrónico que pueda conectarse a una red de telecomunicaciones, hacen que sigamos pendientes de mil cosas a la vez.
La creciente conectividad nos da la oportunidad de realizar más tareas que nunca. Con una computadora y una conexión a internet podemos estudiar o hacer nuestro trabajo y, al mismo tiempo, escuchar música a través de una estación de radio de cualquier país. Podemos recibir alertas sobre las noticias que más nos interesan, revisar periódicos de todo el mundo, escuchar programas radiofónicos y ver televisión o videos en distintos formatos.
También podemos pagar nuestros impuestos, formar parte de distintas cibercomunidades, jugar toda clase de juegos en línea, responder nuestra correspondencia electrónica, abrir varios canales de comunicación por escrito con gente que está conectada al mismo tiempo que nosotros, o llamarles por "compu-teléfono" a través de servicios tan eficientes y baratos como el de www.skype.com.
Esta capacidad para multiplicar las cosas que podemos hacer simultáneamente es una de las principales características que define la nueva época en la que vivimos. Es lo que en inglés se conoce como "multi-tasking". En un sentido estricto, la habilidad para "multi-funcionar" no es nada nuevo. Desde los orígenes de la humanidad la gente ha tenido que realizar múltiples tareas. El concepto del "hombre del renacimiento" resume las diversas capacidades de personajes como Leonardo Da Vinci, que entre otras cosas fuera un pintor y escultor extraordinario, investigador del cuerpo humano, e inventor de máquinas y aparatos demasiado adelantados para su época.
Sin embargo, la "multi-funcionalidad" describe a las sociedades contemporáneas. Y en especial a los jóvenes, que han crecido durante los últimos 15 años a la par de las computadoras y de conexiones teleinformáticas cada vez más rápidas. Es la nueva "Generación M".
Los jóvenes de la Generación M se distinguen por la creciente cantidad de actividades que llevan a cabo. Desde más horas de estudio en la escuela y actividades extra-curriculares para sobresalir en un mundo marcado por la competencia exacerbada, hasta el tiempo que le dedican a mantenerse al corriente de las cambiantes modas y tendencias, para no quedarse fuera de las conversaciones del momento.
La "multi-funcionalidad" también afecta a la estructura familiar. A finales del mes pasado, la revista Time le dedicó su portada a la Generación M, definiéndola como la de los jóvenes que están en sus recámaras, pegados a la pantalla de la computadora, en un chat room de myspace o en una sesión de instant messenger, contestando sus correos electrónicos, con los audífonos de su iPod puestos y enviando mensajes SMS por su teléfono celular, todo al mismo tiempo que hacen la tarea.
Pero esta generación también alcanza a las mamás y a los papás, que a su vez deben multi-funcionar para cumplir sus respectivas responsabilidades profesionales, llevar a los hijos a sus actividades por las tardes, atender sus propias relaciones sociales, ya sea en persona o en el ciberespacio, y por supuesto, hacer tiempo para tratar de mantener unida a la familia.
El resultado, sin embargo, es un creciente desencuentro familiar. Todos pueden compartir el mismo techo, pero cada quien vive en su propio tecno-mundo. Cada quien habita un espacio personalizado, en donde los puntos de contacto y las coincidencias de intereses con la familia son mucho menores que con aquellos miembros de las cibercomunidades a las que pertenezcan.
El problema, como señala el artículo de Time, es que multiplicarse para hacer varias cosas a la vez en realidad no funciona del todo bien. Citando varios análisis académicos, la revista señala que el cerebro no puede hacer distintas actividades al mismo tiempo. Hay acciones y habilidades "automáticas", como caminar, que pueden hacerse mientras se piensa en otras cosas. Pero, en realidad, todas las decisiones que tomamos las hacemos de manera "secuencial".
Según Time, "cuando la gente trata de hacer dos o más tareas relacionadas entre sí al mismo tiempo, o alternándolas rápidamente, los errores se incrementan y se tarda más del doble de tiempo para hacer cada una, que si se hicieran siguiendo una secuencia".
En México la Generación M ya se está manifestando. Un estudio internacional, dado a conocer el año pasado por Yahoo, la consultoría de estudios de mercado TRU y la firma inglesa de comunicaciones OMD, señala que los mexicanos de entre 13 y 24 años son los que más descargan música de internet, tienen más ciberamigos fuera de su propio país, y apenas son superados por los jóvenes de la India y Gran Bretaña en cuanto al uso exhaustivo de todas las funciones que vienen incluidas en los teléfonos celulares avanzados.
Esta tendencia no se va a detener. Pero si queremos preservar la institución familiar, aprovechar las nuevas tecnologías y ayudar a que los jóvenes tengan éxito, debemos encontrar el botón de "pausa" y hacerlos entender la importancia de darse tiempo para reflexionar.
3 comments:
Me encantó este comentario sobre el impacto en la familia de los medios de comunicación emergentes.
Sin duda deja mucho para reflexionar.
Thelma Mirolo
Universidad de Montemorelos
Creo que otra característica de esta generación es la multilingüe, es decir, pueden comunicarse en diversos idiomas o simplemente inventar un lenguaje común.
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