Javier Treviño Cantú
El Norte
24 de septiembre de 2008
En el México actual, manifestar cualquier clase de optimismo parece ser una costumbre en peligro de extinción. La realidad cotidiana -y la percepción que tenemos de ella a través de los medios de comunicación- sin duda nos ofrece muchas razones para creer que los pesimistas, en efecto, son optimistas medianamente bien informados.
A pesar de todos los retos que enfrentamos, no podemos perder la esperanza en el futuro de nuestra nación. La riqueza natural que todavía encierra México; el grado de desarrollo económico e institucional que hemos alcanzado; el peso específico dentro del sistema internacional que nos dan nuestra historia y nuestra ubicación geoestratégica, y, sobre todo, la calidad humana de los millones de mexicanos que se esfuerzan todos los días para superarse, nos dan elementos para matizar la visión pesimista que amenaza con afianzarse entre nosotros ante cada nueva noticia trágica.
Sin ir más lejos, en las mismas páginas de EL NORTE podemos encontrar numerosas historias alentadoras. Durante las últimas semanas, al leer este diario es posible comprobar avances en áreas fundamentales para el desarrollo de nuestro Estado y, por lo tanto, de nuestro País. Ya sea en el terreno educativo, de la investigación académica, la participación ciudadana o el éxito de jóvenes emprendedores, es posible descubrir razones para creer en nuestra capacidad de salir adelante. Tan sólo veamos uno cuantos ejemplos.
A finales de agosto se dieron a conocer los resultados de Enlace. Como ocurre en la mayor parte del País, en Nuevo León las instituciones privadas obtuvieron las mejores calificaciones. Sin embargo, como se resaltó en este diario, varias escuelas públicas lograron destacar: la secundaria Profr. Jesús M. Campos, de Cadereyta, obtuvo el primer lugar; la Profr. Emilio Rodríguez Cortés, también de Cadereyta, ocupó el tercer sitio; y la Guelatao, de Santa Catarina, quedó en séptimo lugar. Más importante aún: de las 10 secundarias que registraron un mayor avance con respecto a la puntuación obtenida en el 2007, ocho son públicas.
La voluntad de apoyar a estudiantes de bajos recursos también ha sido reseñada por este diario. A principios de mes, informó que la asociación Dividendo de Generosidad entregó becas a 150 estudiantes, desde primaria hasta profesional, de Fomerrey, Topo Chico y Tierra y Libertad, con la condición de mantener un promedio académico por arriba de 9. Unos días después, EL NORTE narró la historia de Elio Leonardo Aguilar, un estudiante de Ciénega de González que, gracias a su dedicación, obtuvo ayuda para estudiar inglés en el Camber College de Canadá.
La importancia de reconocer a estudiantes de excelencia ha sido debidamente subrayada por EL NORTE. Registró el homenaje que hizo la UANL a Mariana Sánchez Villarreal, por haber obtenido la medalla de plata en la 19 Olimpiada Internacional de Biología, celebrada en la India, y difundió que a los 38 niños regios que ganaron en la Olimpiada del Conocimiento Infantil 2008, la Secretaría de Educación estatal y la Fundación BBVA-Bancomer les otorgaron una beca mensual de mil pesos durante sus tres años de secundaria, así como una laptop a cada uno.
En estas semanas, EL NORTE también ha dado cuenta de los esfuerzos que realizan las universidades de nuestro Estado para mejorar su calidad. En el 39 aniversario de la UDEM, reseñó el nuevo énfasis que la universidad busca darle a sus tareas de investigación. Informó sobre la participación de la UANL en una red de universidades latinoamericanas y nórdicas, enfocada en temas de desarrollo sustentable. En el 65 aniversario del Tec, resaltó su labor para evaluar a los alumnos con exámenes estandarizados a nivel internacional, y luego difundió el acuerdo establecido con Microsoft que, entre otras cosas, ayudará a capacitar profesores de educación básica en el uso de nuevas plataformas tecnológicas.
Por otra parte, este diario ha registrado una creciente participación ciudadana que fortalece la cohesión de nuestra sociedad. Las actividades en Marco para promover la lectura entre los niños; la presentación del álbum con 16 piezas musicales de compositores de Nuevo León; el espectáculo multimedia para celebrar el centenario del Palacio de Gobierno; la presencia masiva de jóvenes en la marcha contra la inseguridad, y el trabajo que realizan organizaciones sociales en favor de niños con capacidades diferentes o las personas de la tercera edad son muestras del sentido renovado de comunidad que pueden impulsar los medios de comunicación.
Por último, EL NORTE también ha presentado historias de éxito de emprendedores, que pueden inspirar a muchos otros más. Un caso es el de Arturo García Rodríguez, que logró publicar su libro, "El Ocaso del Cristianismo", en la editorial electrónica Create Spaces, parte de la famosa compañía de ventas por internet Amazon. Otro es el de César Cantú y Gilberto Caballero, quienes en una década lograron convertir a su compañía de pirotecnia para espectáculos y eventos en la número uno del País, gracias al uso de las computadoras y las nuevas tecnologías.
Con estos ejemplos de logros, y con una cobertura periodística que le dedica atención a temas relevantes para nuestro avance, ¿se puede perder la fe en México?
Wednesday, September 24, 2008
Wednesday, September 10, 2008
Al filo de la butaca
Javier Treviño Cantú
El Norte
10 de septiembre de 2008
Los estudios Warner Bros. anunciaron recientemente la decisión de posponer el estreno de la nueva película sobre el famoso aprendiz de mago, “Harry Potter y el misterio del príncipe”. Estaba programada para noviembre, y ahora sus seguidores tendrán que esperar hasta julio de 2009 para disfrutarla. Las protestas no se han hecho esperar; miles de correos electrónicos “amenazantes” han sido enviados a sus ejecutivos.
Sin embargo, los que disfrutan una buena película de suspenso, pueden encontrar una opción en otro espectáculo mediático, que también tiene a millones de espectadores al filo de sus asientos en todo el mundo: la elección presidencial de los Estados Unidos.
El guión del proceso electoral de nuestros vecinos ha tenido tantos imprevistos, que puede compararse a una novela de misterio llevada a la pantalla grande. Para empezar, los “protagonistas”, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, no eran los favoritos, pero ambos “vinieron de atrás” para asegurar sus nominaciones.
McCain representa con toda naturalidad el papel del veterano de guerra. Está frente a la última oportunidad de su carrera política. Igual que los héroes solitarios en las películas del oeste, no sólo tiene que vencer a su rival demócrata, sino que también debe enfrentarse a su propio partido, para convencer al público de que ofrece un cambio.
Obama ha asumido con aplomo su rol protagónico. Es el símbolo del sueño americano: de raza negra y orígenes modestos, logró llegar al pie de la cumbre gracias a su talento, a su educación, y al esfuerzo para inventarse a sí mismo. Parafraseando a Marshall McLuhan, su historia personal y dominio del escenario, lo convierten en un medio en sí mismo para proyectar el mensaje del verdadero cambio.
Los “actores de reparto” para la vicepresidencia también han dinamizado la contienda. A diferencia del Senador Joe Biden —aparentemente escogido por Obama para compensar su falta de experiencia internacional—, McCain volvió a demostrar su carácter imprevisible al seleccionar a la gobernadora de Alaska, Sarah Palin.
Por un instante, la noticia de que su hija soltera de 17 años estaba embarazada, pareció indicar que McCain había cometido un error. Aún así, éxito del discurso de Palin en la convención republicana de Minnesota volvió a darle otro giro a la carrera.
McCain va a destacar su independencia partidista para insistir en que representa el cambio, pero necesita el apoyo de las bases republicanas más conservadoras si quiere ganar. Palin puede serle útil: miembro de la poderosa Asociación Nacional del Rifle, es una protestante evangélica opuesta al aborto y a favor de la enseñanza del creacionismo, la corriente de pensamiento que pretende ofrecer una alternativa a la teoría de la evolución.
Más de 38 millones de estadounidenses vieron por televisión el discurso de aceptación de Obama, y casi 40 millones el de McCain. A partir de ahora, la mayoría de los electores del vecino país van a empezar a revisar las propuestas de los candidatos y a buscar una narrativa convincente.
En las próximas ocho semanas, vamos a presenciar una batalla sin cuartel por la presidencia de Estados Unidos. Seguramente habrá más de una sorpresa, altibajos constantes en las encuestas (y en las apuestas), ataques y contraataques. También veremos riesgos y oportunidades para países como el nuestro.
El gobierno mexicano ha intentado ser cuidadoso en no tomar partido por algún candidato. Después de la visita de McCain a México, fueron evidentes sus esfuerzos para tratar de que Obama viniera a equilibrar la balanza. Una pequeña delegación, encabezada por el embajador Arturo Sarukhán, asistió a las dos convenciones. Desafortunadamente, cuando todo parecía marchar de acuerdo a un guión bien ensayado, el subconsciente pareció traicionar al Presidente Felipe Calderón.
El miércoles pasado, una nota atribuida a la agencia AP citaba declaraciones del mandatario mexicano: “Sé que el candidato Obama tiene un gran apoyo de la comunidad mexicana y mexicana-americana, y ojalá que la agenda que están planteando en materia migratoria la cumplan esta vez... pero a la vez sé que el señor McCain tiene un mayor conocimiento de la realidad mexicana”.
Pocos días después, Notimex difundió ampliamente otra nota, en donde se reproducían fragmentos de la entrevista que el abanderado republicano concedió a Jorge Ramos, de la televisora Univisión. Señaló que Felipe Calderón “está luchando en estos momentos por el alma de su país” en contra del crimen organizado (y) “tenemos que ayudarlo”.
La declaración no tiene nada de malo. Todo lo contrario. Pero la forma en que la divulgó la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, puede generar la percepción de que se está produciendo una coincidencia de posturas entre el gobierno mexicano y uno de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
Son dos llamadas de atención. Ojalá alerten a todos los interesados en el cuidado de las formas, para reducir el riesgo de que se malinterprete la postura de un gobierno que, por definición, debe ser absolutamente neutral en la cerrada elección que está por resolverse en los Estados Unidos.
El Norte
10 de septiembre de 2008
Los estudios Warner Bros. anunciaron recientemente la decisión de posponer el estreno de la nueva película sobre el famoso aprendiz de mago, “Harry Potter y el misterio del príncipe”. Estaba programada para noviembre, y ahora sus seguidores tendrán que esperar hasta julio de 2009 para disfrutarla. Las protestas no se han hecho esperar; miles de correos electrónicos “amenazantes” han sido enviados a sus ejecutivos.
Sin embargo, los que disfrutan una buena película de suspenso, pueden encontrar una opción en otro espectáculo mediático, que también tiene a millones de espectadores al filo de sus asientos en todo el mundo: la elección presidencial de los Estados Unidos.
El guión del proceso electoral de nuestros vecinos ha tenido tantos imprevistos, que puede compararse a una novela de misterio llevada a la pantalla grande. Para empezar, los “protagonistas”, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, no eran los favoritos, pero ambos “vinieron de atrás” para asegurar sus nominaciones.
McCain representa con toda naturalidad el papel del veterano de guerra. Está frente a la última oportunidad de su carrera política. Igual que los héroes solitarios en las películas del oeste, no sólo tiene que vencer a su rival demócrata, sino que también debe enfrentarse a su propio partido, para convencer al público de que ofrece un cambio.
Obama ha asumido con aplomo su rol protagónico. Es el símbolo del sueño americano: de raza negra y orígenes modestos, logró llegar al pie de la cumbre gracias a su talento, a su educación, y al esfuerzo para inventarse a sí mismo. Parafraseando a Marshall McLuhan, su historia personal y dominio del escenario, lo convierten en un medio en sí mismo para proyectar el mensaje del verdadero cambio.
Los “actores de reparto” para la vicepresidencia también han dinamizado la contienda. A diferencia del Senador Joe Biden —aparentemente escogido por Obama para compensar su falta de experiencia internacional—, McCain volvió a demostrar su carácter imprevisible al seleccionar a la gobernadora de Alaska, Sarah Palin.
Por un instante, la noticia de que su hija soltera de 17 años estaba embarazada, pareció indicar que McCain había cometido un error. Aún así, éxito del discurso de Palin en la convención republicana de Minnesota volvió a darle otro giro a la carrera.
McCain va a destacar su independencia partidista para insistir en que representa el cambio, pero necesita el apoyo de las bases republicanas más conservadoras si quiere ganar. Palin puede serle útil: miembro de la poderosa Asociación Nacional del Rifle, es una protestante evangélica opuesta al aborto y a favor de la enseñanza del creacionismo, la corriente de pensamiento que pretende ofrecer una alternativa a la teoría de la evolución.
Más de 38 millones de estadounidenses vieron por televisión el discurso de aceptación de Obama, y casi 40 millones el de McCain. A partir de ahora, la mayoría de los electores del vecino país van a empezar a revisar las propuestas de los candidatos y a buscar una narrativa convincente.
En las próximas ocho semanas, vamos a presenciar una batalla sin cuartel por la presidencia de Estados Unidos. Seguramente habrá más de una sorpresa, altibajos constantes en las encuestas (y en las apuestas), ataques y contraataques. También veremos riesgos y oportunidades para países como el nuestro.
El gobierno mexicano ha intentado ser cuidadoso en no tomar partido por algún candidato. Después de la visita de McCain a México, fueron evidentes sus esfuerzos para tratar de que Obama viniera a equilibrar la balanza. Una pequeña delegación, encabezada por el embajador Arturo Sarukhán, asistió a las dos convenciones. Desafortunadamente, cuando todo parecía marchar de acuerdo a un guión bien ensayado, el subconsciente pareció traicionar al Presidente Felipe Calderón.
El miércoles pasado, una nota atribuida a la agencia AP citaba declaraciones del mandatario mexicano: “Sé que el candidato Obama tiene un gran apoyo de la comunidad mexicana y mexicana-americana, y ojalá que la agenda que están planteando en materia migratoria la cumplan esta vez... pero a la vez sé que el señor McCain tiene un mayor conocimiento de la realidad mexicana”.
Pocos días después, Notimex difundió ampliamente otra nota, en donde se reproducían fragmentos de la entrevista que el abanderado republicano concedió a Jorge Ramos, de la televisora Univisión. Señaló que Felipe Calderón “está luchando en estos momentos por el alma de su país” en contra del crimen organizado (y) “tenemos que ayudarlo”.
La declaración no tiene nada de malo. Todo lo contrario. Pero la forma en que la divulgó la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, puede generar la percepción de que se está produciendo una coincidencia de posturas entre el gobierno mexicano y uno de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
Son dos llamadas de atención. Ojalá alerten a todos los interesados en el cuidado de las formas, para reducir el riesgo de que se malinterprete la postura de un gobierno que, por definición, debe ser absolutamente neutral en la cerrada elección que está por resolverse en los Estados Unidos.
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