Javier Treviño Cantú
El Norte
23 de noviembre de 2005
Una de las mejores prácticas de una sociedad es identificar amenazas potenciales y diseñar planes para hacerles frente. En el caso de EU hay muchas zonas de peligro. En California, por ejemplo, la falla de San Andrés hace que la pregunta no sea si se producirá un terremoto equivalente al que destruyó San Francisco en 1906, sino cuándo ocurrirá.
La revista Wired identificó diez zonas que plantean riesgos potenciales muy graves. Se tomaron en cuenta dos factores: el número de personas que podrían verse afectadas y la probabilidad de que se presenten situaciones que detonen alguna emergencia.
De riesgo relativamente bajo:
1. Una ruptura del oleoducto en Alaska. Éste se diseñó para resistir todo tipo de daños, pero sus soportes están "anclados" en el suelo helado. El problema es que, debido al calentamiento global, el hielo se está derritiendo. Esto ha provocado que más de una tercera parte de los soportes ya se hayan "desalineado". En caso de que el oleoducto se llegara a fracturar, el derrame causaría un grave daño ecológico, y el todo el país se vería afectado, ya que a través de él se suministra 17 por ciento del petróleo consumido en EU.
2. La Costa Este podría verse afectada por un tsunami. A mediados del siglo pasado, una erupción provocó un deslave en la isla de La Palma, en las Canarias. En caso de que ocurriera un nuevo fenómeno volcánico, podría caer al mar una masa de tierra con un peso de 500 mil millones de toneladas, generando olas gigantescas que llegarían hasta el otro lado del Atlántico.
3. El parque natural de Yellowstone. Sus famosas fuentes termales y géisers indican una intensa actividad volcánica, y una erupción podría afectar amplias zonas del país.
Zonas de nivel de riesgo medio:
1. Boston, por la posibilidad de que se registrara un "apagón" como el que dejó sin luz a Chicago en 1995.
2. El área de Seattle, por la posibilidad de que el Monte Rainier hiciera erupción. En 1980, el estallido del Monte Santa Helena demostró la fuerza de este sistema volcánico, y una nueva erupción afectaría a millones de personas en la región noroeste de EU.
3. Dallas, Texas. Un tornado de grandes proporciones podría causar un daño mayúsculo, ya que es el área urbana más densamente poblada del llamado "callejón de los tornados".
4. Nueva York. A mediados de los 50 se construyó la planta nuclear de Indian Point, a poco más de 50 kms de la Gran Manzana. En caso de que ocurriera un accidente o un ataque terrorista, más de 20 millones de personas se verían afectadas.
Wired contempla tres zonas de alto riesgo:
1. La región que va desde la ciudad de St. Louis, en Missouri, hasta Memphis en Tennessee, podría sufrir un terremoto. Ahí se ubica una zona sísmica provocada por la falla de Nueva Madrid, la cual originó un terremoto en 1811 que se sintió hasta Nueva Inglaterra. Existe un 90 por ciento de probabilidades de que se presente un temblor con una intensidad de 6 ó 7 grados Richter durante los próximos 50 años.
2. El Mississippi. En 1993 ocurrió la "gran inundación". Aproximadamente cada 20 años se han presentado desbordamientos importantes en éste y otros ríos del noreste estadounidense, por lo que la posibilidad de que ocurran nuevas inundaciones en el futuro cercano son bastante elevadas.
3. La zona de mayor riesgo considerada por la publicación es la capital de California, Sacramento. Después de Nueva Orleans, esta ciudad es la que más depende de los diques, ya que la mayor parte del área urbana se encuentra entre unos 4 y 6 metros por debajo del nivel del río Sacramento. El primer plan para controlar las inundaciones se remonta a 1880, pero desde entonces éstas no han logrado evitarse. De acuerdo con estudios de la Universidad de California-Davis, es muy probable que los diques que protegen a la ciudad fallen antes de mediados de siglo, afectando a más de 22 millones de personas.
Wired, sin embargo, no contempla una undécima zona de peligro: la porosa frontera de más de 3 mil kilómetros que EU comparte con México. Esta zona fronteriza es única en el mundo. Aquí se reflejan todas las oportunidades que pueden generar dos países con distintos niveles de desarrollo, a través de mecanismos de integración económica y cooperación. Al mismo tiempo, aquí se manifiestan todos los riesgos que implica la falta de visión y voluntad para buscar soluciones de fondo a retos como la migración y la capacidad de operación transfronteriza del crimen organizado.
El tráfico ilegal de drogas, armas, dinero y de seres humanos representa un peligro claro para ambos países. El mayor riesgo proviene de la falta de capacidad para entendernos y ponernos de acuerdo en la mejor forma de resolver los retos comunes que enfrentamos.
Si no logramos ver más allá de nuestras respectivas narices fronterizas, es probable que prosperen iniciativas como la que acaba de plantear un Representante por California, Duncan Hunter: construir una barda de punta a punta de la frontera para dividirnos.
La "zona 11" de peligro no ha sido plenamente identificada y mucho menos se ha diseñado un plan para hacerle frente. No obstante, la probabilidad de que estalle y afecte a millones de ciudadanos es mucho mayor que la de las otras diez.
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