Saturday, August 22, 2020

Gobierno en redes

 

Gobierno en redes

 

Javier Treviño Cantú

 

Dejemos en paz a las redes sociales por un momento. No voy a escribir sobre eso. Para convertir la idea de una “transformación” en realidad se requiere la colaboración de muchos jugadores. Es preciso identificarlos, convocarlos, coordinarlos, asegurarse de que el resultado de la colaboración genere valor público. Pero también se requiere pragmatismo, porque todo está interconectado. 

 

El problema es que algunos teóricos y radicales todavía piensan que el gobierno y los programas gubernamentales deberían funcionar de acuerdo con una visión pre-moderna, de organizaciones jerárquicas. Los servidores públicos de la 4T llegaron a su escritorio revisando organizaciones, estructuras, nóminas, procesos con fronteras, programas delimitados, mecanismos de control. La verdadera pregunta es cómo logramos que el gobierno sea lo suficientemente efectivo, eficaz y eficiente (e3) para lograr sus objetivos mientras que los servidores públicos rinden cuentas adecuadamente.

 

Todo esto viene a cuento porque después de la pandemia, con la “nueva normalidad”, tendremos que pensar de manera diferente. Los ciudadanos esperan la colaboración del gobierno, el sector privado y las organizaciones de la sociedad. Las acciones que se requieren frente al reto de la reactivación económica no pueden ser más que de dos sopas: o se establecen redes o se expanden los programas del gobierno.

 

Al Presidente de México le gusta mucho citar al Presidente Franklin D. Roosevelt. Pues el New Deal de Roosevelt expandió el alcance del gobierno, creando nuevas agencias y nuevas alianzas con los gobiernos estatales y locales. La reactivación económica requería de la colaboración del sector privado. Roosevelt promovió contratos con empresas privadas para que produjeran el material y equipo militar durante la segunda guerra mundial. Roosevelt canalizó fondos públicos a través de incentivos y financiamiento a la construcción privada. Todos leímos sobre los GOCOs que eran los “government-owned, contractor-operated facilities”. Las empresas eran los agentes indispensables de las políticas gubernamentales. El sistema de carreteras interestatales de los años cincuenta en Estados Unidos se logró porque el gobierno federal pagaba el 90 por ciento a los estados y los contratistas privados hacían el trabajo. 

 

Un gobierno en redes es la estrategia para que los servidores públicos se adapten con flexibilidad y tengan un buen desempeño en un mundo cambiante. Algunas redes conectan el gobierno con el sector privado y las organizaciones de la sociedad. Otras redes conectan las organizaciones del gobierno internamente. Otras redes conectan a los gobiernos con otros gobiernos y con organizaciones internacionales.

 

Con las redes se trata de construir puentes y no cavar trincheras entre el gobierno, el sector privado y las organizaciones de la sociedad. Se trata de eliminar, con pragmatismo, silos, fronteras y límites absurdos entre las organizaciones. 

 

Las redes son esfuerzos para adaptar a las organizaciones a través de alianzas prácticas, no ideológicas, para lograr objetivos públicos. No se trata de mantener todo el poder dentro de las estructuras burocráticas. El gobierno en redes busca lograr cruzar las fronteras políticas y organizacionales. Se enfoca en cómo resolver problemas, cómo ayudar, está en evolución constante. 

 

El gobierno en redes se adapta y, con flexibilidad, abre espacios para la colaboración política. No es una táctica simplista para resolver problemas. Es una estrategia para articular y orquestar. El liderazgo es fundamental para coordinar, enfocar, alinear y disciplinar el trabajo de la red. El gobierno en redes ayuda a cumplir objetivos públicos complejos. 

 

Todos los retos de hoy requieren activar, fortalecer y administrar las redes de los gobiernos federal, estatal y municipal con las organizaciones del sector privado y de la sociedad. El papel del gobierno no se reduce, sino se transforma. El problema es que el gobierno actual está diseñado para operar en silos y no en redes. Los integrantes de la cuarta transformación deben entender que en el mundo moderno no hay separación de poderes, lo que hay es una separación de instituciones que comparten poder.

 

¿Podrá la 4T pasar de un gobierno en silos a un gobierno en redes? Hace dos semanas describí aquí algunos ejemplos que ilustran la tremenda siolitis aguda que está padeciendo el gobierno federal ( https://bit.ly/3lhmc7M ). Sin embargo, hay destellos que podrían alimentar nuestra esperanza. Cuatro casos de estos días pueden fundar nuestro optimismo de que sí podría haber algún cambio y acercarnos al gobierno en redes.

 

El primero es la reforma al sistema de pensiones de los trabajadores del sector privado ( https://bit.ly/3aKaVrL ). La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Consejo Coordinador Empresarial y el Congreso del Trabajo acordaron una propuesta que se convertirá en iniciativa de ley. ¿Qué propone la reforma planteada? Tres cosas: lograr un ahorro adecuado; tener criterios de elegibilidad razonables; y contar con una garantía de ingresos en vejez por arriba de la línea de bienestar. Ahora la Cámara de Diputados y el Senado la discutirán y aprobarán en el siguiente período de sesiones.

 

El segundo es el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador de que el gobierno federal mantiene pláticas con el sector empresarial y presentará un proyecto de reactivación económica para enfrentar los estragos de la pandemia. “Se va a presentar un plan conjunto de infraestructura para impulsar la industria de la construcción, incluso se va a incluir el sector energético. Esto lo vamos a tener, yo espero que en 15 días. Se está hablando con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE)”, dijo AMLO.

 

El tercero es la reunión del Presidente con los Gobernadores. Desde diciembre que el titular del Ejecutivo no se reunía con los mandatarios estatales. El miércoles pasado, en el Centro de Convenciones de San Luis Potosí, luego de una serie de diferendos registrados desde abril por el manejo de la epidemia del coronavirus, López Obrador accedió a una reunión privada con los integrantes de la CONAGO. AMLO acudió con todos los integrantes de su gabinete legal y ampliado y se comprometió con los gobernadores en que continuará y mejorará la coordinación para la seguridad pública. Se alcanzó un consenso con la Secretaría de Salud federal para superar las diferencias con el subsecretario Hugo López-Gatell. El semáforo epidémico se orientará fundamentalmente a medir los riesgos como un referente indicativo, se transitará a una naturaleza orientadora con la participación de todos los estados. El presidente López Obrador instruyó al titular de Banobras para que apoye la reestructura de los créditos de las entidades que así lo requieran y se analizará la Ley de Coordinación Fiscal.

 

El cuarto caso, y mejor ilustración de gobierno en redes, es que México y Argentina producirán la vacuna contra el coronavirus, que desarrollan los investigadores de la Universidad de Oxford, y cuya distribución estará destinada a los países de América Latina. El laboratorio AstraZeneca llegó a un entendimiento con la Fundación Carlos Slim para producir 250 millones de vacunas destinadas a toda Latinoamérica que van a estar disponibles para el primer semestre del 2021, y que se irán distribuyendo equitativamente entre los países que así lo demanden y a solicitud de los gobiernos. La empresa mAbxience fabricará la sustancia activa de la potencial vacuna en Argentina y el laboratorio mexicano Liomont completará el proceso de formulación y acabado.

 

La era de la burocracia gubernamental jerárquica está llegando a su fin. Está surgiendo un nuevo modelo de gobierno en redes en donde los servidores públicos redefinen sus responsabilidades esenciales y pasan de administrar nóminas, organigramas y programas a coordinar los recursos de muchos jugadores para producir valor público.

 

Las nuevas tendencias mundiales son claras: hay un mayor uso de empresas y organizaciones no lucrativas para hacer parte del trabajo que antes hacía el gobierno. Los avances tecnológicos reducen los costos. Los procesos de creación de valor público se perfeccionan desde la perspectiva del ciudadano. La clave está en el liderazgo y una gestión eficaz de las redes.

 

*Javier Treviño Cantú es Director General de Políticas Públicas del Consejo Coordinador Empresarial.

 

@javier_trevino

 

Podcast: https://anchor.fm/javier-trevi361o


https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Gobierno-en-redes-20200823-0013.html


 

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