El reto para los inversionistas
Javier Treviño
@javier_trevino
En la relación México-Estados Unidos, los símbolos y los mensajes presidenciales de esta semana fueron poderosos. Pero la realidad sigue siendo la misma: hay una gran preocupación de las empresas estadounidenses que invierten en México.
El Presidente Joe Biden envió un mensaje después de la tragedia de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México: “Estados Unidos se une al pueblo de México en el duelo por la pérdida de vidas debido al colapso de un paso elevado del metro en la Ciudad de México. Enviamos nuestro más sentido pésame a todos aquellos que perdieron a un ser querido y ofrecemos nuestros mejores deseos para la recuperación de todos los que resultaron heridos. Como vecinos y socios, nuestras naciones están estrechamente vinculadas y Estados Unidos está listo para ayudar a México en su reconstrucción de esta tragedia” https://bit.ly/2QUNfLS .
Los buenos deseos no pararon ahí. El 5 de mayo, en su cuenta de Twitter, https://bit.ly/2R0ooWI el Presidente de Estados Unidos @POTUS escribió: “Hoy, Cinco de Mayo, celebramos el legado del coraje y la resistencia de México. Estoy agradecido por las increíbles contribuciones de generaciones de mexicoamericanos que han servido en nuestras fuerzas armadas, exploraron el espacio exterior, alimentaron a nuestra nación y crearon innumerables empleos”.
Y por si esto fuera poco, Joe Biden visitó sorpresivamente la “Taqueria Las Gemelas” en Washington, D.C. https://bit.ly/3uvTK62 . El copropietario, Josh Phillips, dice que “el presidente vino a recoger su almuerzo y a decirnos que Las Gemelas es el primer restaurante en Estados Unidos en recibir un apoyo del Fondo de Revitalización de Restaurantes” para compensar las pérdidas de los restaurantes durante la pandemia. La Taquería Las Gemelas recibirá 667 mil dólares. Biden pidió cuatro tacos: al pastor, lengua, carnitas y barbacoa. También se llevó dos quesadillas: champiñones con salsa taquera y chorizo con salsa habanera.
El Canciller de México, Marcelo Ebrard, y la Secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, ayudaron también. El miércoles 5 de mayo, el secretario de Seguridad Territorial de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, conversó con Ebrard para mejorar la cooperación económica bilateral, trabajar juntos en las medidas de mitigación del Covid-19 y discutieron una colaboración más profunda en el desarrollo de enfoques regionales ante la migración irregular, incluso a través de la creación de vías legales para los migrantes en la región.
La Secretaria de Economía sostuvo el jueves 6 una productiva reunión de trabajo con el Senador Bill Hagerty “en la que charlaron sobre distintos temas de prioridad y la importancia de fortalecer las cadenas de suministro en América del Norte para elevar la competitividad de nuestra región”. El Senador dijo que hablaron sobre “preocupaciones y prioridades compartidas, incluida la necesidad inmediata de abordar la migración masiva a la frontera sur de los Estados Unidos así como las oportunidades a más largo plazo para construir la posición estratégica de nuestras naciones en este hemisferio”.
Mientras tanto, en Palacio Nacional, el Presidente de México se enteró de una investigación de la revista Contralínea https://contralinea.com.mx y ordenó a la Secretaría de Relaciones Exteriores enviar una nota diplomática a la Embajada de Estados Unidos en México para averiguar sobre el financiamiento del Gobierno de Estados Unidos a la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
La nota del jueves 6 de mayo pide que la Embajada confirme si se ha apoyado a esta organización y, de ser así, “solicita atentamente que la USAID considere suspender el apoyo financiero que proporciona a la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad. Lo anterior, en virtud de que el financiamiento a actores políticos va en contra de las relaciones de respeto mutuo y no intervención propios de la relación entre el Gobierno de la administración López Obrador con la administración del presidente Biden”.
Con esto “se preparaba” el ambiente para la reunión virtual de la Vicepresidenta Kamala Harris con el Presidente de México de ayer viernes, a las 9 de la mañana.
Ambos líderes y sus comitivas analizaron las formas de profundizar la cooperación entre Estados Unidos y México para abordar las causas fundamentales de la salida de migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador, incluida la promoción del desarrollo económico en el sur de México y el Triángulo Norte de Centroamérica. Subrayaron la importante asociación entre los dos países y reconocieron la necesidad de trabajar juntos para recuperarse de la pandemia de Covid-19, desarrollar la resiliencia climática, ampliar las oportunidades económicas y la cooperación en materia de seguridad.
Estados Unidos ha desarrollado un paquete de medidas que incluyen misiones de desarrollo comercial y empresarial en la región facilitadas por el Departamento de Comercio y la Agencia de Comercio y Desarrollo de Estados Unidos e inversiones a través de la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos.
Los gobiernos quieren avanzar en un esfuerzo bilateral contra el tráfico de migrantes y la trata de personas que unirá a las fuerzas del orden de ambas naciones para desmantelar las redes criminales. Compartirán información y experiencia para asegurar conjuntamente nuestras fronteras y reforzar la protección de los derechos humanos.
La Vicepresidenta Harris espera visitar México el 8 de junio.
Mientras todos los encuentros gubernamentales ocurrían, una carta del Instituto Americano del Petróleo (API) https://bit.ly/33s6NJU al Secretario de Estado Antony Blinken, a la Secretaria de Energía, Jennifer Granholm, a la Secretaria de Comercio Gina Raimondo y a la Representante Comercial, Embajadora Katherine Tai, nos ilustra la realidad de una preocupación evidente.
Dice el API que “en los últimos 25 años, los mercados energéticos de América del Norte se han vuelto cada vez más entrelazados e interdependientes. Canadá y México siguen siendo nuestros mayores socios de exportación de energía”. Y continúa: “El presidente López Obrador ha encabezado importantes enmiendas a dos leyes, la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley de Hidrocarburos, para cambiar las reglas del mercado a favor de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y en contra de las empresas privadas. El denominador común de ambas leyes es obstaculizar la nueva inversión privada en el sector energético, así como destruir el valor de los activos privados que ya están operando en violación de los compromisos de México bajo el TLCAN y el T-MEC”.
El presidente de API, Michael Sommers, pidió a los funcionarios que incluyan "estas violaciones" como un tema principal de discusión en la reunión de la próxima Comisión de Libre Comercio entre Tai y Clouthier.
Es saludable que las empresas sigan exponiendo con claridad los retos que enfrentan en México, para que no les vaya a pasar lo que está ocurriendo en China.
El editor para Asia del Finacial Times, Jamil Anderlini, escribió hace unos días “Empresas occidentales en China sucumben al síndrome de Estocolmo” https://on.ft.com/3b9XYZM . Anderlini nos dice que es una condición que aflige a gran parte del mundo empresarial y a algunos gobiernos cuando se trata de su relación con el Partido Comunista Chino:
“Puede sonar extraño describir las empresas exitosas y lucrativas en China como rehenes. Pero en sus operaciones diarias, muchas de estas empresas enfrentan el robo de propiedad intelectual, la formulación de políticas impredecibles y predatorias, la vigilancia intrusiva de la policía secreta y la amenaza de prohibiciones de salida o incluso arresto de empleados que surgen de disputas comerciales ordinarias. Debido a que Beijing ha castigado a tantas empresas y países por una variedad de desaires políticos percibidos, desde citar al Dalai Lama en campañas de marketing hasta evitar el algodón supuestamente cosechado por mano de obra esclava, muchas empresas internacionales en China se sienten rehenes. Pero tienden a culpar a los políticos, los medios de comunicación o los grupos de derechos humanos en sus países de origen por enemistarse con sus captores”.
Ojalá que las empresas extranjeras en México no sucumban al síndrome de Estocolmo. Porque, como concluye Anderlini su columna, “lo que nadie debe olvidar es que aceptar las demandas de los secuestradores sólo los alienta a tomar más prisioneros”.
https://www.sdpnoticias.com/columnas/javier-trevino-el-reto-para-los-inversionistas.html
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