Friday, April 21, 2023

“Sic transit gloria mundi”: obsesiones y legados

 

 

“Sic transit gloria mundi”: obsesiones y legados


Javier Treviño

 

@javier_trevino

 

“Sic transit gloria mundi” es una locución latina que significa literalmente: "así pasa la gloria del mundo". Se utiliza para señalar lo efímero de los triunfos políticos. 

 

Veamos lo que opinan tres practicantes de la política, un académico y un periodista sobre la obsesión de algunos jefes de gobierno en torno a sus legados políticos:

 

1.     "La obsesión por el legado a menudo es la ruina del liderazgo efectivo. Los líderes que están más preocupados por cómo serán recordados que por lo que lograrán mientras estén en el cargo a menudo no toman las decisiones difíciles necesarias para promover el bien público". - Kathleen Sebelius, exgobernadora de Kansas y ex secretaria de Salud y Servicios Humanos durante la presidencia de Obama.

 

2.     "Los líderes que están más preocupados por su legado que por hacer lo correcto para sus electores corren el riesgo de dejar un legado de fracaso. Es mucho mejor centrarse en políticas públicas sólidas que beneficien a la gente aquí y ahora que preocuparse por cómo los juzgará la historia". - Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.

 

3.     "El verdadero legado de un líder no es lo que logra durante su tiempo en el cargo, sino el impacto duradero de sus políticas en la vida de las personas a las que sirve. Obsesionarse con el legado puede distraer la atención de esta responsabilidad fundamental". - Angela Merkel, excanciller de Alemania.

 

4.     "La obsesión con los legados políticos puede conducir a un enfoque en las ganancias a corto plazo en lugar de las metas a largo plazo. También puede desalentar la experimentación y la asunción de riesgos, que a menudo son necesarios para un progreso significativo". - Francis Fukuyama, politólogo y autor de "El fin de la historia y el último hombre".

 

5.     "La responsabilidad principal de un líder es servir a las personas que lo eligieron, no asegurar su lugar en la historia. Obsesionarse con el legado es una distracción del arduo trabajo de gobernar y puede conducir a una mala toma de decisiones". - Nicholas Kristof, periodista y comentarista político ganador del Premio Pulitzer.

 

Todos los políticos desean que sus decisiones y acciones tengan un impacto duradero. A veces se obsesionan con lo que quieren dejar. Estos legados pueden ser positivos o negativos, y pueden durar décadas o incluso siglos. Comprender los legados es importante porque dan forma a las realidades políticas, económicas y sociales de una nación.

 

No se puede exagerar la importancia de los legados políticos. Pero veamos algunas de sus características:

 

1.     Longevidad. Todos los estudios de ciencia política estadounidense moderna utilizan como ejemplo el legado del “New Deal” del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt de las décadas de 1930 y 1940. 

 

2.     Complejidad. A veces no los entendemos. Influyen una amplia gama de factores, incluidas las condiciones económicas, las normas culturales y los acontecimientos históricos.

 

3.     Lente para entender el pasado. Comprender los legados políticos es esencial para legisladores, historiadores y ciudadanos, ya que puede ayudarnos a evitar repetir los errores del pasado y construir un mejor futuro.

 

4.     Motivo de orgullo, vergüenza o conflicto para un país. Un legado político positivo puede inspirar a las generaciones futuras y contribuir a un sentido de identidad nacional, mientras que un legado político negativo puede ser una fuente de arrepentimiento y una barrera para el progreso.

 

Christian Fong, Neil Malhotra y Yotam Margalit publicaron, el 29 de agosto de 2017, en la Escuela de Negocios de la Universidad de Stanford, los resultados de un interesante estudio académico sobre “legados políticos”. La gran preocupación de los jefes de gobierno, que pronto dejarán de serlo, es que saben que perderán importancia al dejar el cargo. Por ello, los legados son una fuente de influencia que posiblemente perdure incluso después de su jubilación.

 

Los investigadores estudiaron la sustancia, la duración y la importancia de los legados políticos. Desarrollaron una descripción teórica y su relevancia para la política contemporánea, enfatizando que, además de los "legados duros" (logros políticos concretos y duraderos), los políticos a menudo establecen “legados blandos", que son recuerdos consagrados en la conciencia del público. Encontraron que establecer un legado duradero es una motivación clave de los funcionarios públicos. Los legados influyen en los debates políticos contemporáneos mucho después de que un líder se retira.

 

Un “pato rengo”​ o “pato cojo” (lame duck)​ es la denominación que se le da a alguien en un cargo electivo a quien se le aproxima la fecha en que debe dejarlo. El término captura la expectativa de que el poder político está ligado a ocupar un cargo. La noción de que la relevancia de los líderes en la vida pública disminuye después de que dejan el cargo es comúnmente evocada por el adagio latino “Sic transit gloria mundi”. Por eso, los expertos de los medios describen rutinariamente las preocupaciones sobre el legado como una motivación para las acciones y declaraciones de los funcionarios electos. Saben que santo que no es visto no es adorado. “Fuera de la vista” significa “fuera de la mente”. ¿Podrán los legados quedar consagrados en la conciencia del público mucho después de que un presidente deja el cargo?

 

Los académicos de Stanford concluyen que “los legados importan”: los ciudadanos recuerdan a algunos presidentes mucho después de que se han ido, los invocan con frecuencia en las discusiones de políticas y debaten ferozmente esos legados a lo largo del tiempo. Además, muchos funcionarios públicos reconocen las preocupaciones por el legado como una motivación para sus propias acciones. Examinaron cómo el público concibe, debate y reacciona ante los legados políticos. Y hay un impacto en la toma de decisiones políticas.

 

La opinión más común es que los políticos son buscadores de triunfos electorales, es decir, individuos cuyas acciones están impulsadas, ante todo, por un cálculo centrado en el impacto esperado en las posibilidades electorales de ellos o su sucesor(a). Sin embargo, un político interesado en dar forma a su legado blando también es más probable que esté interesado en seleccionar políticas que tengan la posibilidad de ser recordadas con el tiempo. El estudio proporciona el primer relato sistemático de esta fuente alternativa de motivación.

 

¿Qué significa que los legados políticos perduren? Los académicos de Stanford conciben un legado como un logro político concreto o un recuerdo, sentimiento o idea que se asocia con un político y perdura después de que deja el cargo. Con base en datos de una gran encuesta nacional de estadounidenses, encontraron que los presidentes son recordados por la abrumadora mayoría de los ciudadanos comunes mucho después de que dejan el cargo. Además, estos recuerdos son ricos en contenido afectivo y potencialmente relevante para las políticas. Los legados se invocan con frecuencia en las discusiones sobre temas políticos contemporáneos. Los legados suaves ayudan a que los argumentos débiles parezcan más convincentes, especialmente en dominios estrechamente relacionados con los logros principales del expolítico. 

 

Este patrón sugiere que los partidos políticos tendrán siempre un gran interés en construir y cimentar los legados de sus líderes en la gama más amplia de dominios que puedan. La investigación de Stanford examinó los legados políticos principalmente en el contexto estadounidense. Sin embargo, los conceptos y argumentos que presentan en el artículo aplican a otros países.

 

Aquellos líderes políticos que están obsesionados con su legado podrían leer “Del sentimiento trágico de la vida”, de Miguel de Unamuno, donde reflexiona sobre la profunda preocupación de las personas por sus legados, describiendo esa “tremenda lucha por singularizarnos, por sobrevivir de alguna manera en la memoria de los demás y de la posteridad. Es esta lucha... la que da tono, color y carácter a nuestra sociedad...” De hecho, esta vieja noción de que las personas están preocupadas por ser recordadas después de su muerte explica muchas de las acciones de los funcionarios electos. 

 

Unamuno sostenía que la existencia humana es esencialmente trágica, marcada por la incertidumbre y la inevitabilidad de la muerte. En este contexto, los legados adquieren una importancia especial, ya que son una forma de trascender la muerte y dejar una huella en el mundo.Los legados son una forma de dar sentido a la vida, ya que nos permiten comunicar que hemos contribuido en algo más grande que nosotros mismos. Sin embargo, Unamuno también señaló que los legados son vulnerables a la destrucción y el olvido. 

 

https://www.sdpnoticias.com/opinion/sic-transit-gloria-mundi-obsesiones-y-legados/

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