Blogósfera mexicana

En el ciberespacio existe a su vez otro espacio: la blogósfera, el mundo de las bitácoras personales, llamadas en inglés web logs, o blogs. Hay millones de estas páginas, y su influencia está creciendo a un ritmo acelerado.

Tanto en el terreno de los negocios como en el de la política, la blogósfera representa, en primer lugar, un medio para comunicarse directamente con miles de personas, sin intermediarios. En segundo lugar, la blogósfera es una especie de termómetro. Gracias a la tecnología de sitios como http://www.technorati.com/ es posible monitorear los blogs, y saber lo que están pensando, percibiendo, opinando, criticando o aprobando los millones de personas que forman parte de este entorno.

Para cualquier empresa o partido político, estas dos características son oro molido. Aquéllos que sepan aprovecharlo tendrán una ventaja sobre sus competidores que puede significar la diferencia entre el éxito, o el fracaso.

Internet es lo que se conoce como una tecnología disruptiva. Desde que comenzó a despegar a principios de los años 90, ha venido a cambiar prácticamente todo. Si bien Internet le ha abierto nuevas oportunidades a las empresas, a los gobiernos e, incluso, a las organizaciones criminales transnacionales, quizás su efecto más trascendente es el poder que le ha conferido a la gente común y corriente. Hasta hace muy poco tiempo, nuestro trabajo estaba firmemente anclado a un espacio físico bien delimitado. No teníamos la opción de comparar los precios de un mismo producto, y dependíamos de unos cuantos medios para estar informados de lo que ocurría en el país y en el mundo.

Sobre todo, la gran mayoría de la gente no tenía la oportunidad de que su opinión fuera conocida por los demás. No existía la forma de compartir puntos de vista, ideas o propuestas sobre cualquier tema. Ahora, todo eso ha cambiado, y una de las cosas que está teniendo mayor impacto es, precisamente, la capacidad de establecer una comunicación sin barreras a través de los blogs.

Los blogs se pueden definir como una página en Internet, en donde una persona o un grupo de gentes publican y actualizan constantemente sus comentarios sobre toda clase de temas, e incluyen ligas a otros blogs y sitios en Internet. En Estados Unidos, por ejemplo, su crecimiento ha sido exponencial. En 1999 se calculaba que existían menos de 50 blogs. Para finales del año 2000 ya había miles de ellos, y este año la cifra de blogs ya supera los diez millones.

Cualquiera que tenga acceso a una computadora y a una conexión a Internet puede armar su blog en menos de diez minutos a través de servicios como www.blogger.com. El bajo costo es una de las razones que explican el crecimiento explosivo de este fenómeno. Otra es la influencia que han tenido algunos de ellos, particularmente en el terreno político. Uno de los primero blogs fue el www.drudgereport.com, que se publica desde hace casi 10 años por Matt Drudge, quien dio la primicia del escándalo sexual en el que se vio involucrado el ex presidente Bill Clinton con Monica Lewinsky.

El creciente peso de los blogs vino a confirmarse durante la pasada elección presidencial en el vecino país del norte. El precandidato Demócrata Howard Dean publicó el primer blog de campaña en marzo de 2003. El Senador John Kerry le siguió en agosto, y el sitio oficial del Presidente Bush incluyó uno a partir de octubre de ese mismo año, aunque en realidad era un espacio para difundir boletines. De acuerdo con el sitio http://politics.blogpulse.com, los tres blogs más visitados durante la campaña presidencial de Estados Unidos fueronwww.drudgereport.com, www.dailykos.com y http://instapundit.com.

Los blogs también están cambiando el mundo de los negocios. Empresas de alta tecnología como IBM y Microsoft, compañías refresqueras y muchas otras más los están aprovechando como herramienta para el manejo de conocimiento, y para publicitar sus productos o monitorear el impacto de sus marcas. A la vez, un creciente número de altos ejecutivos tienen un contacto directo con sus empleados, clientes, proveedores, inversionistas y, también, con sus críticos, utilizando estos instrumentos.

Bob Lutz, el Vicepresidente de General Motors, inició hace poco su FastLane Blog, http://fastlane.gmblogs.com/. Jonathan Schwartz, el Presidente de Sun Microsystems, publica el Jonathan’s Blog, http://blogs.sun.com/jonathan. Según el controvertido dueño del equipo de basketball Mavericks de Dallas, Mark Cuban, 300,000 personas leen diariamente su Blog Maverick, http://www.blogmaverick.com/, desde donde combate a los periodistas que publican notas poco favorables sobre su equipo.

El éxito de los blogs depende, ante todo, de la credibilidad del autor, así que estos ejecutivos saben que deben mantener un equilibrio muy delicado para que sus mensajes no sean percibidos como un simple vehículo promocional. La esencia de los blogs es el diálogo interactivo, por lo que ofrecen la posibilidad de que cada persona se pueda convertir en un “reportero”. Por ejemplo, en Corea del Sur el sitio OhmyNews, http://english.ohmynews.com/, tiene un equipo de 50 gentes, que se encargan de revisar y editar las notas enviadas por más de 30,000 “ciudadanos reporteros”. Se calcula que su audiencia ya rebasa los 2 millones de lectores diarios.

Como lo señaló recientemente el semanario inglés The Economist, cada vez es más evidente que el control de las noticias —es decir, lo que constituye una noticia, la prioridad que se le da, y la forma de difundirla— está pasando de ser una responsabilidad exclusiva de los periódicos y demás medios de comunicación tradicionales, a convertirse en una tarea del auditorio mismo.

El impacto de estos fenómenos ya está empezando a manifestarse en México. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Internet, casi 15 millones ya usan este medio, y para finales de este año la cifra llegará a los 17 millones.

Lógicamente, el acceso a Internet está modificando el uso de otros canales de comunicación: la gente compra menos periódicos y revistas, y ve menos televisión. Tal vez en la blogósfera podemos elevar la calidad de la discusión política que vivimos actualmente en nuestro país.